EL EVANGELIO DE TOMÁS

 Estos son los dichos secretos que ha proclamado Ieoshúa el

viviente, y que anotó Dídimo Judas Tomás:

1. Y Tomás ha dicho: Quien encuentra la interpretación de

estos dichos, no saboreará la muerte.

2. Ieoshúa ha dicho: Que quien busca no deje de buscar hasta

que encuentre, y cuando encuentre se turbará, y cuando haya

sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará

el reposo.

3. Ieoshúa ha dicho: Si aquellos que os guían os dijeran,

"¡Ved, el Reino está en el Cielo!", entonces las aves del Cielo os

precederían. Si os dijeran, "¡Está en el mar!", entonces los

peces del mar os precederían. Más bien, el Reino de Dios está

adentro de vosotros y está fuera de vosotros. Quienes llegan a

conocerse a sí mismos lo hallarán y cuando lleguéis a conoceros

a vosotros mismos, sabréis que sois los Hijos del Padre viviente.

Pero si no os conocéis a vosotros mismos, sois empobrecidos y

sois la pobreza.

4. Ieoshúa ha dicho: La persona mayor en días no vacilará en

preguntar a un infante de siete días con respecto al lugar de la

vida y vivirá. Pues muchos que son primeros serán los últimos y

los últimos primeros. Y se convertirán en una sola unidad.

5. Ieoshúa ha dicho: Conoce lo que está enfrente de tu rostro y

lo que se esconde de ti se te revelará. Pues no hay nada

escondido que no será revelado, y nada enterrado que no será

levantado.

6. Sus discípulos le preguntan, le dicen: ¿Cómo quieres que

ayunemos, y cómo oraremos? ¿Y cómo daremos limosna, y cuál

dieta mantendremos?

Ieoshúa ha dicho: No mintáis, y no practiquéis lo que odiáis

porque todo se revela delante del rostro del Cielo. Pues no hay

nada escondido que no será revelado, y no hay nada oculto que

quedará sin ser descubierto.

7. Ieoshúa ha dicho: Bendito sea el león que el humano come

y el león se convertirá en humano. Y maldito sea el humano a

quien el león come y el humano se convertirá en león.

8. Y él ha dicho: El Reino se asemeja a un pescador sabio que

echó su red al mar. La sacó del mar llena de peces. Entre ellos

descubrió un pez grande y bueno. Aquel pescador sabio volvió a

arrojar todos los peces al mar, escogió sin vacilar el pez grande.

Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga!

9. Ieoshúa ha dicho: He aquí que el sembrador salió y tomó

un puñado de semillas, esparció. Algunas en verdad cayeron en

el camino y vinieron los pájaros, las recogieron. Otras cayeron

sobre la roca-madre y no arraigaron abajo en el suelo y no

retoñaron espigas hacia el Cielo. Y otras cayeron entre las

espinas, las cuales ahogaron las semillas y el gusano se las

comió. Y otras cayeron en la tierra buena y produjeron cosecha

buena hacia el Cielo, rindió sesenta por medida y ciento veinte

por medida.

10. Ieoshúa ha dicho: He arrojado fuego sobre el mundo y he

aquí que lo estoy vigilando hasta que arda en llamas.

11. Ieoshúa ha dicho: Este Cielo pasará y pasará el que está

más arriba. Y los muertos no están vivos y los vivos no morirán.

En los días cuando comíais los muertos, los transformasteis a la

vida. Cuando entréis en la luz, ¿que haréis? En el día cuando

estabais juntos, os separasteis, mas cuando os hayáis separado,

¿que haréis?

12. Los discípulos dicen a Ieoshúa: Sabemos que te separarás

de nosotros. ¿Quién será Rabí sobre nosotros?

Ieoshúa les ha dicho: En el lugar donde habéis venido, iréis a

Jacob el Justo, para el bien de quien llegan a ser el Cielo y la

tierra.

13. Ieoshúa ha dicho a sus discípulos: Comparadme con

alguien y decidme a quién me asemejo.

Simón Pedro le dice: Te asemejas a un ángel justo.

Mateo le dice: Te asemejas a un filósofo del corazón.

Tomás le dice: Maestro, mi boca es totalmente incapaz de decir

a quien te asemejas.

Ieoshúa dice: No soy tu maestro, ya que has bebido, te has

embriagado del manantial burbujeante que he repartido al

medirlo. Y le lleva consigo, se retira, le dice tres palabras: áhyh

ashr áhyh (Soy Quien Soy).

Ya, cuando viene Tomás a sus camaradas, le preguntan: ¿Qué

te dijo Ieoshúa?

Tomás les dice: Si os dijera siquiera una de las palabras que me

dijo, cogeríais piedras para lapidarme y fuego saldría de las

piedras para quemaros.

14. Ieoshúa les ha dicho: Si ayunáis, causaréis transgresión a

vosotros mismos. Y si oráis, seréis condenados. Y si dais

limosna, haréis daño a vuestros espíritus. Y cuando entréis en

cualquier país para vagar por las regiones, si os reciben comed

lo que os ponen frente a vosotros y curad a los enfermos entre

ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os profanará, sino lo

que sale de vuestra boca eso es lo que os profanará.

15. Ieoshúa ha dicho: Cuando veáis a quien no nació de mujer,

tendeos sobre vuestros rostros y adoradle, él es vuestro Padre.

16. Ieoshúa ha dicho: Quizás la gente piense que he venido

para lanzar paz sobre la tierra, y no saben que he venido para

lanzar conflictos sobre la tierra, a fuego, espada y guerra. Pues

habrá cinco en una casa, estarán tres contra dos y dos contra

tres, el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. Y estarán de

pie como solitarios.

17. Ieoshúa ha dicho: Yo os daré lo que ningún ojo ha visto y

ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y que no

ha surgido en la mente humana.

18. Los discípulos dicen a Ieoshúa: Dinos como será nuestro

fin.

Ieoshúa ha dicho: ¿Así habéis descubierto el origen, que ahora

preguntáis referente al fin? Pues en el lugar donde está el

origen, allí estará el fin. Bendito sea quien estará de pie en el

origen y conocerá el fin y no saboreará la muerte.

19. Ieoshúa ha dicho: Bendito sea quien existía antes de que

entrara en el ser. Si os hacéis mis discípulos y atendéis mis

dichos, estas piedras os servirán. Pues tenéis cinco árboles en el

paraíso, los cuales no se mueven en el verano ni caen sus hojas

en el invierno quien los conoce no saboreará la muerte.

20. Los discípulos dicen a Ieoshúa: Dinos a qué se asemeja El

Reino de los Cielos.

El les ha dicho: Se asemeja a una semilla de mostaza, la más

pequeña de todas las semillas, no obstante, cuando cae en la

tierra fértil, produce una planta grande y se hace albergue para

los pájaros del Cielo.

21. Mariam ha dicho a Ieoshúa: ¿A quiénes se asemejan tus

discípulos?

El ha dicho: Se asemejan a niños que residen en un campo que

no es suyo. Cuando vengan los dueños del campo, dirán:

¡Devolvednos nuestro campo! Se quitan su ropa frente a ellos

para cedérselo y para devolverles su campo. Por eso yo digo, si

el dueño de la casa se entera de que viene el ladrón, estará sobre

aviso antes de que llegue y no le permitirá penetrar en la casa de

su dominio para quitarle sus pertenencias. En cuanto a

vosotros, cuidaos del sistema, ceñid vuestros lomos con gran

fortaleza para que no encuentren los bandidos una manera de

alcanzaros, pues hallarán la ventaja que anticipasteis. ¡Que haya

entre vosotros una persona con comprensión! ...cuando maduró

la cosecha, vino rápido con su hoz en la mano, la recogió.

Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga!

22. Ieoshúa ve a infantes que están mamando. Dice a sus

discípulos: Estos infantes que maman se asemejan a los que

entran en el Reino.

Le dicen: ¿Así al convertirnos en infantes entraremos en el

Reino?

Ieoshúa les ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el

interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de

arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la

hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no

sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo

en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un

pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una

imagen, entonces entraréis en el Reino.

23. Ieoshúa ha dicho: Yo os escogeré, uno entre mil y dos

entre diez mil y estarán de pie como una sola unidad.

24. Sus discípulos dicen: Explícanos tu lugar, porque es

necesario que lo busquemos.

El les ha dicho: Quien tiene oídos, ¡que oiga! Dentro de una

persona de luz hay luz, y él ilumina el mundo entero. Cuando

no brilla, hay oscuridad.

25. Ieoshúa ha dicho: Ama a tu hermano como a tu alma,

protégele como a la pupila de tu ojo.

26. Ieoshúa ha dicho: Ves la mota que está en el ojo de tu

hermano, mas no ves la viga que está en tu propio ojo. Cuando

saques la viga de tu propio ojo, entonces verás claramente para

quitar la mota del ojo de tu hermano.

27. Ieoshúa ha dicho: A menos que ayunéis del sistema, no

encontraréis el Reino de Dios. A menos que guardéis la semana

entera como sábado, no veréis al Padre.

28. Ieoshúa ha dicho: Me puse de pie en medio del mundo y

encarnado me aparecía a ellos. Los encontré a todos ebrios, no

encontré a ninguno sediento. Y mi alma se apenaba por los

hijos de los hombres, porque están ciegos en sus corazones y no

ven que vacíos han entrado en el mundo y vacíos están

destinados a salir del mundo de nuevo. Mas ahora están ebrios,

cuando hayan sacudido su vino, entonces repensarán.

29. Ieoshúa ha dicho: Si la carne ha llegado a ser por causa

espiritual, es una maravilla, mas si espíritu por causa corporal,

sería una maravilla maravillosa. No obstante me maravillo en

esto que esta gran riqueza ha morado en esta pobreza.

30. Ieoshúa ha dicho: Donde hay tres dioses, carecen de Dios.

Donde hay solo uno, digo que yo estoy con él. Levantad la

piedra y allí me encontraréis, partid la madera y allí estoy.

31. Ieoshúa ha dicho: Ningún oráculo se acepta en su propia

aldea, ningún médico cura a aquellos que le conocen.

32. Ieoshúa ha dicho: Una ciudad que se construye encima de

una montaña alta y fortificada, no puede caer ni quedar

escondida.

33. Ieoshúa ha dicho: Lo que escucharás en tu oído,

proclámalo desde tus techos a otros oídos. Pues nadie enciende

una lámpara para ponerla debajo de un cesto ni la pone en un

lugar escondido, sino que se coloca sobre el candelero para que

todos los que entran y salen vean su resplandor.

34. Ieoshúa ha dicho: Si un ciego guía a un ciego, caen juntos

en un hoyo.

35. Ieoshúa ha dicho: Nadie puede entrar en la casa del

poderoso para conquistarla con fuerza, a menos que le ate sus

manos, entonces saqueará su casa.

36. Ieoshúa ha dicho: No estéis ansiosos en la mañana sobre

la noche ni en la noche sobre la mañana, ni por vuestro

alimento que comeréis ni por vuestra ropa que llevaréis. Sois

bien superiores a las flores de viento, que ni peinan lana ni

hilan. Al tener una vestidura, ¿que os falta? ¿O quién puede

aumentar vuestra estatura? El mismo os dará vuestra vestidura.

37. Sus discípulos dicen: ¿Cuándo te nos revelarás y cuándo te

percibiremos?

Ieoshúa dice: Cuando os quitéis vuestros vestidos sin

avergonzaos y toméis vuestra ropa y la pongáis bajo vuestros

pies para pisar sobre ella, como hacen los niños, entonces

miraréis al Hijo del Viviente y no temeréis.

38. Ieoshúa ha dicho: Muchas veces habéis anhelado oír estos

dichos que os proclamo, y no tenéis otro de quien oírlos. Habrá

días en que me buscaréis, pero no me encontraréis.

39. Ieoshúa ha dicho: Los clérigos y los teólogos han recibido

las llaves del conocimiento, pero las han escondido. No

entraron ellos, ni permitían entrar a los que sí deseaban. En

cuanto a vosotros, haceos astutos como serpientes y puros como

palomas.

40. Ieoshúa ha dicho: Ha sido plantada una enredadera sin el

Padre, y puesto que no es vigorosa será desarraigada y

destruida.

41. Ieoshúa ha dicho: Quien tiene en su mano, a él se dará

más. Y quien no tiene, se le quitará aún lo poco que tiene.

42. Ieoshúa ha dicho: Haceos transeúntes.

43. Sus discípulos le dicen: ¿quién eres?, por cuanto nos dices

estas cosas.

Ieoshúa les dice: De lo que os digo no conocéis quien soy, sino

os habéis hecho como los judíos, pues aman el árbol mas odian

su fruto, y aman el fruto mas odian el árbol.

44. Ieoshúa ha dicho: Quien maldice al Padre, se le perdonará.

Y quien maldice al Hijo, se le perdonará. Pero quien maldice a

la Espíritu Santa, no se le perdonará, ni en la tierra ni en el

Cielo.

45. Ieoshúa ha dicho: No se cosechan uvas de los espinos ni

se recogen higos de las zarzas, pues no dan fruto. Una persona

buena saca lo bueno de su tesoro. Una persona perversa saca la

maldad de su tesoro malo que está en su corazón y habla

opresivamente, pues de la abundancia del corazón saca la

maldad.

46. Ieoshúa ha dicho: Desde Adán hasta Juan Bautista, entre

los nacidos de mujeres no hay ninguno más exaltado que Juan

Bautista, tanto que sus ojos no se romperán. No obstante, he

dicho que quienquiera entre vosotros que se convierta como

niño, conocerá el Reino y será más exaltado que Juan.

47. Ieoshúa ha dicho: Una persona no puede montar dos

caballos ni tensar dos arcos, y un esclavo no puede servir a dos

amos, de otra manera honrará a uno y ofenderá al otro. Nadie

bebe vino añejo e inmediatamente quiere beber vino nuevo. Y

no se pone vino nuevo en odres viejos, para que no se revienten.

Y no se pone vino añejo en odres nuevos, para que no se vuelva

ácido. No se cose remiendo viejo en ropa nueva, porque vendría

un rasgón.

48. Ieoshúa ha dicho: Si dos hacen la paz entre sí dentro de

esta misma casa, dirán a la montaña, "¡Muévete!" y se moverá.

49. Ieoshúa ha dicho: Benditos sean los solitarios y escogidos

porque encontraréis el Reino. Habéis procedido de él, y a él

volveréis.

50. Ieoshúa ha dicho: Si os dicen "¿De donde venís?",

decidles "Hemos venido de la luz, el lugar donde la luz se ha

originado por sí misma, él se puso de pie y se reveló en las

imágenes de ellos." Si os dicen "¿Quiénes sois?", decid

"Somos los Hijos de El y somos los escogidos del Padre

viviente." Si os preguntan "¿Cuál es el signo en vosotros de

vuestro Padre?", decidles "Es movimiento con reposo."

51. Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo sucederá el reposo de los

muertos, y cuándo vendrá el mundo nuevo?

El les dice: Lo que buscáis ya ha llegado, pero no lo conocéis.

52. Sus discípulos le dicen: Veinticuatro profetas proclamaron

en Israel, y todos hablaban dentro de ti. El les dice: Habéis

ignorado al viviente que está enfrente de vuestro rostro y habéis

hablado de los muertos.

53. Sus discípulos le dicen: ¿Es provechosa la circuncisión, o

no?

El les ha dicho: Si fuera provechosa, su padre los engendraría

circuncidados de su madre. Sino que la verdadera circuncisión

espiritual se ha hecho totalmente provechosa.

54. Ieoshúa ha dicho: Benditos sean los pobres, pues vuestro

es el Reino de los Cielos.

55. Ieoshúa ha dicho: Quien no odia a su padre y a su madre,

no podrá hacerse mi discípulo. Y quien no odia a sus hermanos

y a sus hermanas y no levanta su cruz a mi manera, no se hará

digno de mí.

56. Ieoshúa ha dicho: Quien ha conocido el sistema, ha

encontrado un cadáver y quien ha encontrado un cadáver, de él

no es digno el sistema.

57. Ieoshúa ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una

persona que tiene semilla buena. Su enemigo vino de noche,

sembró una maleza entre la semilla buena. El hombre no les

permitió arrancar la maleza, sino les dice: Para que no salgáis

diciendo, "Vamos a arrancar la maleza", y arranquéis el trigo

con ella. Pues en el día de la cosecha aparecerá la maleza, la

arrancan y la queman.

58. Ieoshúa ha dicho: Bendita sea la persona que ha sufrido

porque ha encontrado la vida.

59. Ieoshúa ha dicho: Mirad al viviente mientras viváis, para

que no muráis y tratéis de mirarlo sin poder ver.

60. Ven a un samaritano llevando un cordero, entrando en

Judea.

Ieoshúa les dice: ¿Por qué lleva consigo el cordero?

Le dicen: Para matarlo y comerlo.

El les dice: Mientras está vivo no lo comerá, sino solamente

después que lo mate y se haya convertido en cadáver.

Dicen: De otra manera no podrá hacerlo.

El les dice: Vosotros mismos, buscad un lugar para vosotros en

el reposo, para que no os convirtáis en cadáveres y seáis

comidos.

61a. Ieoshúa ha dicho: Dos descansarán en una cama, el uno

morirá, el otro vivirá.

61b. Salomé dice: ¿Quién eres tú, hombre? Como mandado

por alguien, te tendiste en mi cama y comiste de mi mesa.

Ieoshúa le ha dicho: Soy quien viene de la igualdad. A mí se me

han dado de las cosas de mi Padre.

Salomé dice: Soy tu discípula.

Ieoshúa le dice: Por eso yo digo que cuando alguien iguale se

llenará de luz, pero cuando divida se llenará de oscuridad.

62. Ieoshúa ha dicho: Yo comunico mis misterios a quienes

son dignos de mis misterios.

No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.

63. Ieoshúa ha dicho: Había una persona rica que tenía

mucho dinero, y dijo: Voy a utilizar mi dinero para sembrar y

cosechar y resembrar, para llenar mis graneros con fruto para

que nada me falte. Así pensaba en su corazón y aquella misma

noche murió. Quien tiene oídos, ¡que oiga!

64a. Ieoshúa ha dicho: Una persona tenía huéspedes. Y

cuando había preparado el banquete, envió a su esclavo para

convidar a los huéspedes.

Fue al primero, le dice: Te convida mi amo.

Respondió: Tengo unos negocios con unos mercaderes, vienen

a mí por la tarde, iré para colocar mis órdenes con ellos, ruego

ser excusado del banquete.

Fue a otro, le dice: Mi amo te ha convidado.

Le respondió: He comprado una casa y me exigen por un día,

no tendré tiempo libre.

Vino a otro, le dice: Mi amo te convida.

Le respondió: Mi compañero va a casarse y tengo que preparar

un festín, no podré venir, ruego ser excusado del banquete.

Fue a otro, le dice: Mi amo te convida.

Le respondió: He comprado una villa, voy a cobrar el alquiler,

no podré venir, ruego ser excusado.

Vino el esclavo, dijo a su amo: Los que usted ha convidado al

banquete se han excusado a sí mismos.

Dijo el amo a su esclavo: Sal a los caminos, trae a quienesquiera

que encuentres, para que cenen.

64b. Y él ha dicho: Comerciantes y mercaderes no entrarán en

los lugares de mi Padre.

65. El ha dicho: Una persona bondadosa tenía una viña. La

arrendó a inquilinos para que la cultivaran y recibiría su fruto.

Mandó a su esclavo para que los inquilinos le dieran el fruto de

la viña. Agarraron a su esclavo, lo golpearon, un poco más y lo

habrían matado. El esclavo fue, se lo dijo a su amo. Contestó su

amo, "Quizás no le reconocían." Mandó a otro esclavo, los

inquilinos lo golpearon también. Entonces el amo mandó a su

hijo. Dijo, "Tal vez respetarán a mi hijo." Ya que aquellos

inquilinos sabían que era el heredero de la viña, lo agarraron, lo

mataron. Quien tiene oídos, ¡que oiga!

66. Ieoshúa ha dicho: Mostradme la piedra que han rechazado

los constructores es la piedra angular.

67. Ieoshúa ha dicho: Quien conoce todo pero carece de

conocerse a sí mismo, carece de todo.

68. Ieoshúa ha dicho: Benditos seais cuando sois odiados y

perseguidos y no encontráis sitio allá donde habéis sido

perseguidos.

69a. Ieoshúa ha dicho: Benditos sean los que han sido

perseguidos en su corazón, estos son los que han conocido al

Padre en verdad.

69b. Ieoshúa ha dicho: Benditos sean los hambrientos, pues el

estómago de quien desea se llenará.

70. Ieoshúa ha dicho: Cuando saquéis lo que hay dentro de

vosotros, esto que tenéis os salvará. Si no tenéis eso dentro de

vosotros, esto que no tenéis dentro de vosotros os matará.

71. Ieoshúa ha dicho: Yo destruiré esta casa y nadie será capaz

de reconstruirla.

72. Alguien le dice: Diles a mis hermanos que repartan

conmigo las posesiones de mi padre.

El le dice: Oh hombre, ¿quién me hizo repartidor?

Se volvió a sus discípulos, les dice: No soy repartidor, ¿soy?

73. Ieoshúa ha dicho: La cosecha en verdad es abundante,

pero los obreros son pocos.

Pues implorad al Amo que mande obreros a la cosecha.

74. El ha dicho: Amo, ¡hay muchos alrededor del embalse,

pero ninguno dentro del embalse!

75. Ieoshúa ha dicho: Hay muchos que están de pie a la

puerta, pero los solitarios son los que entrarán en la alcoba

nupcial.

76. Ieoshúa ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a un

mercader poseedor de una fortuna, quien encontró una perla.

Aquel mercader era listo, vendió la fortuna, compró para sí

mismo la perla única. Vosotros mismos, buscad el tesoro de su

rostro, que no perece, que perdura, el lugar donde ni la polilla se

acerca para devorar ni el gusano destruye.

77. Ieoshúa ha dicho: Soy la luz quien está sobre todos, Soy el

todo. Todo salió de mí, y todo vuelve a mí. Partid la madera, allí

estoy. Levantad la piedra y allí me encontraréis.

78. Ieoshúa ha dicho: ¿Qué salisteis a ver en lo silvestre, una

caña sacudida por el viento y a una persona vestida con ropa

felpada? He aquí, vuestros gobernantes y vuestros dignatarios

son los que se visten en ropa felpada, y ellos no podrán conocer

la verdad.

79. Una mujer de la multitud le dice: ¡Bendita sea la matriz

que te parió, y benditos los senos que te amamantaron!

El le dice: Benditos sean quienes han oído la significación del

Padre y la han cumplido en verdad. Pues habrá días cuando

diréis: ¡Bendita sea la matriz que no ha engendrado, y benditos

los senos que no han amamantado!

80. Ieoshúa ha dicho: Quien ha conocido el sistema, ha

encontrado el cuerpo y quien ha encontrado el cuerpo, de él no

es digno el sistema.

81. Ieoshúa ha dicho: Quien se enriquece, que reine. Y quien

tiene poder, que renuncie.

82. Ieoshúa ha dicho: Quien está cerca de mí está cerca del

fuego, y quien está lejos de mí está lejos del Reino.

83. Ieoshúa ha dicho: Las imágenes se manifiestan a la

humanidad y la luz que está dentro de ellas se esconde. El se

revelará a sí mismo en la imagen de la luz del Padre, pues su

imagen se esconde por su luz.

84. Ieoshúa ha dicho: Cuando véis vuestro reflejo, os alegráis.

Pues cuando percibáis vuestras imágenes que entran en la

existencia frente a vosotros, las cuales ni mueren ni disfrazan

¿hasta qué punto dependerán de vosotros?

85. Ieoshúa ha dicho: Adán entró en la existencia por un gran

poder y por medio de una gran riqueza, pero sin embargo no se

hizo digno de vosotros. Pues si hubiera sido digno, no habría

saboreado la muerte.

86. Ieoshúa ha dicho: Las zorras tienen sus guaridas y los

pájaros tienen sus nidos, pero el hijo de la humanidad no tiene

ningún lugar para poner su cabeza y descansar.

87. Ieoshúa ha dicho: Maldito sea el cuerpo que depende de

otro cuerpo, y maldita sea el alma que depende de estar juntos

aquellos.

88. Ieoshúa ha dicho: Los ángeles y los oráculos vendrán a

vosotros y os regalarán lo vuestro. Y vosotros mismos, dadles lo

que tenéis en vuestras manos y decid entre vosotros: ¿En qué

día vendrán para recibir lo suyo?

89. Ieoshúa ha dicho: ¿Por qué laváis el exterior del cáliz? ¿No

notáis que quien crea el interior, también es quien crea el

exterior?

90. Ieoshúa ha dicho: Venid a mí, pues mi yugo es natural y

mi dominio es manso y encontraréis reposo para vosotros

mismos.

91. Le dicen: Dinos quien eres tú, para que podamos confiar

en ti.

El les dice: Escudriñáis la faz del Cielo y de la tierra mas no

habéis conocido a quien está frente a vuestro rostro, y no sabéis

preguntarle en este momento.

92. Ieoshúa ha dicho: Buscad y encontraréis. Mas esas cosas

que me preguntabais en aquellos días, no os las dije entonces.

Ahora quiero comunicarlas, pero no preguntáis de ellas.

93. Ieoshúa ha dicho: No deis lo sagrado a los perros, para

que no lo echen en el montón de estiércol. No arrojéis las perlas

a los cerdos, para que no lo hagan...

94. Ieoshúa ha dicho: Quien busca encontrará, y a quien toca

se le abrirá.

95. Ieoshúa ha dicho: Si tenéis monedas de cobre, no las

prestéis a interés, sino dadlas a ellos de quienes no recibiréis

reembolso.

96. Ieoshúa ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una

mujer que ha tomado un poco de levadura y la ha escondido en

la masa, produjo panes grandes de ella. Quien tiene oídos, ¡que

oiga!

97. Ieoshúa ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una

mujer que llevaba una jarra llena de grano. Mientras estaba

andando por un camino lejano, se rompió la asa de la jarra,

derramó el grano detrás de ella en el camino. No lo sabía, no

había notado ningún accidente. Cuando llegó a su casa, puso la

jarra en el suelo, la descubrió vacía.

98. Ieoshúa ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una

persona que deseaba asesinar a un hombre prominente.

Desenvainó su espada en su casa, la clavó en la pared para

averiguar si su mano prevalecería. Luego asesinó al hombre

prominente.

99. Le dicen sus discípulos: Tus hermanos y tu madre están

de pie afuera.

El les dice: Quienes están aquí, que cumplen los deseos de mi

Padre, estos son mis hermanos y mi Madre. Ellos son los que

entrarán en el Reino de mi Padre.

100. Le muestran a Ieoshúa una moneda de oro y le dicen: Los

agentes de César nos exigen tributos.

El les dice: Dad a César lo de César, dad a Dios lo de Dios, y

dadme a mí lo mío.

101. Ieoshúa ha dicho: Quien no odia a su padre y a su madre

a mi manera, no podrá hacerse discípulo mío. Y quien no ama a

su Padre y a su Madre a mi manera, no podrá hacerse discípulo

mío. Pues mi madre me parió, mas mi Madre verdadera me dio

la vida.

102. Ieoshúa ha dicho: ¡Ay de los clérigos! pues se asemejan a

un perro dormido en el pesebre de los bueyes. Ya que ni come

ni deja que coman los bueyes.

103. Ieoshúa ha dicho: Bendita sea la persona que sabe por

cuál parte invaden los bandidos, porque se levantará y recogerá

sus pertenencias y ceñirá sus lomos antes de que entren.

104. Le dicen: ¡Ven, oremos y ayunemos hoy!

Ieoshúa ha dicho: ¿Pues cuál es la transgresión que he

cometido yo, y en qué he sido vencido? Pero cuando salga el

novio de la alcoba nupcial, ¡entonces que ayunen y oren!

105. Ieoshúa ha dicho: Quien reconoce a padre y madre, será

llamado hijo de ramera.

106. Ieoshúa ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, os

convertiréis en hijos de la humanidad y cuando digáis a la

montaña, "¡Muévete!", se moverá.

107. Ieoshúa ha dicho: El Reino se asemeja a un pastor que

tiene 100 ovejas. Se extravió una de ellas, que era la más grande.

El dejó las 99, buscó a la una hasta que la encontró. Tras

haberse cansado, dijo a esa oveja, "¡Te quiero más que a las

99!"

108. Ieoshúa ha dicho: Quien bebe de mi boca, se hará

semejante a mí. Yo mismo me convertiré en él, y los secretos se

le revelarán.

109. Ieoshúa ha dicho: El Reino se asemeja a una persona que

tiene un tesoro escondido en su campo sin saberlo. Y después

de morir, lo legó a su hijo. El hijo no lo sabía, aceptó aquel

campo, lo vendió. Y vino quien lo compró, aró, descubrió el

tesoro.

Empezó a prestar dinero a interés a quienes quería.

110. Ieoshúa ha dicho: Quien ha encontrado el sistema y se ha

enriquecido, que renuncie al sistema.

111. Ieoshúa ha dicho: El Cielo y la tierra se enrollarán en

vuestra presencia.Y quien vive de adentro del viviente, no verá

la muerte ni el miedo pues Ieoshúa dice: Quien se encuentra a

sí mismo, de él no es digno el sistema.

112. Ieoshúa ha dicho: ¡Ay de la carne que depende del alma,

ay del alma que depende de la carne!

113. Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo vendrá el Reino?

Ieoshúa dice: No vendrá por expectativa. No dirán, "¡Mirad

aquí!" o "¡Mirad allá!". Sino que el Reino del Padre se extiende

sobre la tierra y los humanos no lo ven.

114. Simón Pedro les dice: Que Mariam salga de entre

nosotros, pues las hembras no son dignas de la vida.

Ieoshúa dice: He aquí que le inspiraré a ella para que se

convierta en varón, para que ella misma se haga una espíritu

viviente semejante a vosotros varones. Pues cada hembra que se

convierte en varón, entrará en el Reino de los Cielos.

FIN DEL EVANGELIO SEGUN EL APOSTOL TOMÁS