El libro de Judit

 El libro de Judit

o La guerra y la fe

2

J

udit decapitando a Holofernes, ¿QUién no recuerda una Imagen de Lucas Cranach o

de Artemlsla Gentlleschl, un aire de Vlvaldl, una frase de Jean Glraudoux o de Paul Claudel

(Incluso de Mlchel Lelns)? Estimado por los artistas, el libro de Judit plantea sin embargo

muchas preguntas a la conCienCia moral. En 1903, el P, Prat advertía prudentemente: "La

Escntura no aprueba todo lo que se cuenta en ella; e Incluso en sus santos personajes no

propone todas las acciones Indistintamente para nuestra Imitación.,,» (Dlctlonnalre de la

Blble, art, «JUdlth», cols, 1823-1824.), El pastor Randon es más categónco: "El autor preconiza sin escrúpulos la doblez, la coquetería y el aseSinato, Tales armas, puestas al servicIo de

DIOS y alcanzando su finalidad con su benevolente protección, sólo puede ser para nosotros

un escándalo. La Innegable belleza de algunas declaraciones no debería hacer que excusáramos el odioso rasgo del fanatismo. Judit rezando por el éXito de su mentira, y atnbuyendo al Señor el feliz cumplimiento de su cnmen, no puede más que revolver la conCienCia cnstlana» (Les 1Ivres apocryphes de l'Anclen Testament. París, 1909, p, 261), Se podrían

multiplicar las citas de este tipO hasta en nuestras recientes traducciones anotadas de la

Biblia,

Este trabajo propone una guía de lectura que no pretende eludir estas cuestiones y que subraya una doble particularidad del relato. Por una parte, el libro de Judit remite a acontecimientos contemporáneos a su puesta por escnto, a saber, la reSistenCia de los Macabeos

(siglo" a, C.), Por otra, al lector le resulta senCillo Inscnblr a la heroína en el linaje de otros

personajes como Yael o David, cuya grandeza encuentra una fórmula lapldana en san Pablo: "DIOS ha escogido lo débil del mundo para confundir a lo fuerte» (1 Cor 1,27), ¿Y SI ésta

fuera una de las razones del éXito de este libro?

En la sección "Actualidad» se encontrará un boletín arqueológico que resume algunos descubnmlentos o debates de estos últimos años, con una actualizaCión bíblica en cada caso,

Como complemento al último Cuaderno Bíblico, resalta que la comprensión del texto bíblico, por más que haya que ser prudentes, se ve Iluminada con ello,

Gérard BILLON

• Daniel Doré, sacerdote de la congregación de San Juan Eudes, enseña exégeSIS en diversos seminanas de FranCia. Se Interesa particularmente por los textos sapienCiales, En los

Cuadernos Bíblicos ya ha presentado Qohélet. E/S/ráClda (CB 91 , Estella, Verbo DIVino, 32002),

El lIbro de Toblt o el secreto del rey (CB 101. Estella, Verbo DIVino, 2000) y El lIbro de la SabIduría de Salomón (CB 113, Estella, Verbo DIVino, 2003),

...-,

...

-'"o

...

El texto que sigue se presenta como un comentario ágil. Al hilo del relato, que asume las divisiones establecidas en la estructura literaria (pp, 6-7), pretende acompañar a una lectura en una

Biblia de trabajo, Algunas citas de autores explicitan aquí una dificultad del texto, allá el comportamiento de un personaje, acullá un indicio sobre la época de composición del libro. Pero, sobre todo, al remitir a la lectura bíblica con sus múltiples evocaciones -la argucia de Tamar, la gesta de Yael, la lucha de David contra Goliat, la intervención de Abigail-, este breve comentario

trata de tipificar una nueva literatura en el cruce entre el mundo helenístico y la tradición del judaísmo. El libro de Judit es un buen ejemplo de «inculturación».

Por Daniel Doré

3

Introducción

A

pesar de su fortuna en la historia del arte, el libro de Judit parece haber llamado poco la atención del pueblo CrIStiano. Para 105 protestantes se inscribe entre 105 «apócrifos», ciertamente útiles para leer, pero considerados como

no inspirados por Dios. Por parte católica, carece de 105 honores del Leccionario dominical de la liturgia romana.

Los caps. 13, 15 Y 16 proporcionan fragmentos para el común de fiestas de la Virgen María; el cap. 8, una lectura para el

común de viudas, mientras que el Oficio de lecturas de la semana 30 del Tiempo Ordinario ofrece para su lectura sus textos esenciales. El cántico de Jdt 16 es más conocido por el oficio de la mañana del miércoles de la primera semana.

Fascinante o repelente, este libro constituye el objeto de

juicios dispares. Dan testimonio de ello las palabras del P.

Prat y del pastor Randon citadas en la presentación de

este Cuaderno (p. 1), pero también las de A. Lods (cf. p.

34), J. Steinmann (cf. p. 40), E. Osty (cf. p. 29) o J. Ratzinger (cf. p. 51). Proporcionó a Guy Labouérie, vicealmirante de escuadra, antiguo comandante de la Escuela Superior de Guerra Naval, una bella meditación cuando en 1988

cruzaba la entrada del Golfo pérsico «en el momento en

que, en el reino de Nabucodonosor, otro Holofernes trataba de imponer su dictadura mediante las armas». Su

meditación nos ha parecido estimulante a la vez por el

análiSIS estratégico y polemológico, y por la penetración

psicológica de los personajes del relato (cf. bibliografía).

Nosotros proponemos aquí una guía de lectura. Jean

Steinmann ya propuso un primer recorrido. Algunas de

sus páginas -escritas ahora hace algo más de cincuenta

años- no han perdido su pertinenCia. Pero un Cierto número de trabajos y comentanos recientes han precisado

muchos puntos oscuros, y han permitido afinar la lectu4

ra de este sorprendente relato. Ante todo yen especial,

primeramente conviene abordar cuatro cuestiones.

El texto

Las principales tradUCCIones españolas toman como texto

base el texto griego tal como está atestiguado por los

grandes manuscritos mayúsculos de los siglos IV Y v. Ahora bien, este texto griego se remonta verosímilmente a un

original hebreo o arameo, hoy perdido. Aunque poseemos

textos hebreos de Jdt, éstos siguen la Vulgata versículo a

versículo. Ahora bien, según el testimonio del propio Jerónimo, estableció el texto de Jdt muy rápidamente, en una

noche, según el arameo y utilizando versiones latinas anteriores. Los esfuerzos de André-Mane Dubarle por autentificar los textos hebreos de Jdt apenas han sido seguidos

por la crítica. Sin embargo, tuvieron el mérito de clarificar

la recepción del libro de Judit en la tradición judía antigua

y medieval, y de hacer que atendiéramos al género del relato (cf. el texto del midrás editado por Gaster, p. 32).

Unidad y género literario

Las dos cuestiones están íntimamente ligadas. En efecto,

el hecho de que la heroína epónima no aparezca hasta el

cap, 8 ha planteado la cuestión de la unidad del libro, incluso de su redacción en vanas épocas diferentes, desde el

período persa (siglo v a, c.) hasta finales de la dinastía asmonea (siglo I a. C.). Ahora bien, desde hace cuarenta

años, la cuestión de la unidad literaria de Jdtya no se plantea en los mismos términos.

Matthlas Delcor puso de relieve las numerosas relaciones

del libro de Judit con la revuelta macabea bajo Antíoco IV

(167-164 a. C.). Luis Alonso SchOkel, en un hermoso acercamiento al libro, señala sus estructuras narrativas, subrayando las técnicas de composición, la ironía, el lenguaje con doble sentido, el juego de los personajes y la tensión

del texto entre celebración y exhortación. En 1990, Joseph

Auneau observaba: «La apreciación de la calidad literaria

de Judit es un camino pnvilegiado para la comprensión de

su mensaje. El procedimiento de la ironía desempeña un

papel clave desde el principio al final. Por todas partes se

observa una diferencia, Incluso un contraste, entre una situación determinada y las palabras o acciones inapropiadas que las acompañan. Los personajes no hacen lo que se

esperaría de ellos». Así pues, teniendo en cuenta las téCnicas narrativas es como se puede afirmar razonablemente

la unidad de este librito perteneCiente a un género literario particular. No al relato histórico, ni siqUiera a la novela

histónca, según lo que se entiende habitualmente por este

género, ¿Novela entonces? ¿Ficción novelada, relato alegórico o utilización «muy libre de toda una sene de tradiciones bíblicas de relatos heroicos y de argucias de mUJeres, de las que Judit, en cuanto figura literaria, es una

especie de midrás suyo»? (Christophe Nihan). Novela, pero

¿novela judía o judeo-helenística? ¿Relato folclórico con dimensión épica? Al final de su estudiO, «Polemología e histona en el libro de Judit», m。イゥ・Mf。ョセッゥウ・ Baslez la califica más bien como «novela de propaganda religiosa», esento nacionalista «que sustituye el heroísmo de la familia

de los Macabeos por el de la nación personificada por Judit». En nuestra lectura señalaremos los indicios que vienen a apoyar esta suposición.

Fecha _de: ⦅」ッセAjウゥセイQ

Desde el estudio de Matthias Delcor, el marco de la revuelta macabea es en el que conviene situar a Jdt. Ahora

bien, esta crisis está atestiguada por una literatura muy

variada, de tipo histonográfico con los libros de los Macabeos, de tipo apocalíptico con el libro de Daniel, de tipo exhortativo sapiencial con el libro de Baruc y, por último, de

tipO novelesco con los libros de Ester y de Judit. El tratamiento tan diferenciado de la figura del sumo sacerdote

Alcimo en el libro de los Macabeos (1 Mac 6-7; 2 Mac

13-24) y de Joaquín en Bar 1,7 yen Jdt 4,6-7 (cf. recuadro

de las pp. 23-24) permite aportar algunas precisiones y situar una primera composición del libro de Judit antes del

acceso de los asmoneos al sumo pontificado, en 153 a. C.

Estructura literaria

Muchos autores dividen el texto de Judit en dos partes

(1-7; 8-16) o tres (1-3; 4-7; 8-16, o bien 1-7; 8,1-13,10;

13,11-16,25), Pero no todos adoptan la misma división.

Toni Craven me parece el autor que más ha estudiado la

cuestión, En el comentario recordaré la estructuración concéntrica en ABC C'B'A' que propone en Jdt 2,14-7,32, Y la

de ABCDC'B'A' en 8,1-16,25, Para T. Craven, la escena que

pone a Judit en presencia de Holofernes en lO,1-13,10a

está en el centro de esta gran sección, Siguiendo a T. Cra5

La estructura literaria

del libro de Judit

Propuesta según los trabajos de Toni CRAVEN, Artistry and Faith in the Book od Judith. SBLDS. Chicago, 1983; balance de los estudios

sobre el libro de Judit en Currents in Biblical Research 1 (2003), pp. 187-229.

PRIMERA PARTE: UN PODEROSO ENEMIGO AMENAZA CON DESTRUIR A ISRAEL (1,1-7,32)

1,1-2,13: Preparativos de la expedición de Holofernes contra el Occidente

1,1-16: Victoria de Nabucodonosor sobre Arfaxad

1,1-6: Comienzo de la guerra

1,7-12: Llamada de Nabucodonosor a todos los pueblos

1,13-16: La victoria

2,1-13: Misión de Holofernes

2,1-3: Consejo de ministros de Nabucodonosor

2,4-13: Misión de Holofernes

2,14-7,32: Expedición de Holofernes en Occidente

A - 2,14-3,10: Primera campaña

2,14-28: De Nínive a Damasco

3,1-10: En dirección a Judá

B - 4,1-15: Israel se prepara para la guerra

4,1-3: Pánico en Judá

4,4-8: Resistencia al enemigo

4,9-15: Ayuno y oración

C - 5,1-6,13: Consejo de guerra en el campamento de Holofernes

C' - 6,14-21: Acogida de Ajior por los judaítas

B' -7,1-5: Preparativos del ataque a Betulia

A' -7,6-32: Asedio de Betulia

7,6-7: Inspección de Holofernes

7,8-15: Consejo de los generales

7,16-18: Operaciones militares

7,19-29: Efectos sobre la población de Betulia

7,30-32: Plazo de cinco días antes de la rendición

6

SEGUNDA PARTE: JUDIT y HOLOFERNES (8,1-16,25)

A - 8,1-8: Una viuda estimada llamada Judit

B - 8,9-10,9: Los proyectos de Judit

8,9-10: Invitación de los jefes de Betulia

8,11-36: Diálogo de Judit y los jefes de Betulia

9,1-14: Oración de Judit

10,1-5: Preparativos de Judit

1O,6-9a: Deseo de los jefes de Betulia para el éxito de Judit

C -10,9b-10: Partida de Judit y su criada

D -10,U-13,10a: Judit y Holofernes

10,11-17: Encuentro con la avanzadilla

10,18-19: En el campamento militar

10,20-12,4: Conversación con Holofemes

10,20-23: Introducción

11,1-4: Discurso de Holofernes a Judit

11,5-19: Respuesta de Judit a Holofernes

11,20-12,4: Banquete ofrecido a Judit

12,5-9: Estancia en el campamento militar

12,10-15: Invitación y preparativos

12,16-20: Borrachera de Holofernes

13,I-lOa: Decapitación

C' -13,10b-U: Regreso a Betulia

B' -13,12-16,20: Proyectos de Judit ejecutados. Conversión de Ajior

13,12-17: Llegada triunfal y acción de gracias

13,18-20: Elogio de Judit por Ozías

14,1-4: Táctica militar de Judit

14,5-11: Ajior y Judit

14,12-15,7: Efectos de la muerte de Holofemes en el campamento asirio

15,8-10: El sumo sacerdote reconoce el triunfo de Judit

15,11-13: Regocijo popular

15,14-16,17: Cántico de acción de gracias de Judit

15,14-16,la: lnvitatorio

16,1b-12: Alabanza al Señor de la historia

16,13-17: Alabanza al Señor de la creación

16,18-20: Fiestas en Jerusalén

A' -16,21-25: Epílogo: una viuda famosa

7

ven y J. Vílchez Líndez, me parece posible proponer una

estructuraCión bastante detallada del conjunto del libro,

que sigo en el comentano.

A lo largo de nuestra lectura tendremos ocasión de subrayar las simetrías entre la pnmera parte (1-7) y la segunda

(8-16). ReCientemente, Marc de Launay, en un estimulante ensayo, «DecapitaCión y circuncIsión», ha desarrollado

los efectos de la construcCión en espejo a propÓSitO de los

personajes de AJlor y Judit: «aunque todo parece oponer a

AJlor y Judit -el Jefe guerrero a la viuda reclUida; el amonita, tradicionalmente enemigo de los Judíos, a la figura de

la mUjer Judía; el pagano Idólatra a la escrupulosa observante; el asediador a la asedlada-, el discurso del pnmero

tiene como paralelo directo el que pronuncia la segunda en

el cap 8,11-27; por otra parte, estos dos discursos están

muy próximos en su mismo contenido: apelan a la hlstona de los Judíos (5,6-19; 8,18-19), resumen lo esenCial de la

religión Judía (5,17-18; 8,20); por último, la casI apología de

Israel a la que se entrega AJlor desencadena la cólera de su

bando (5,20-22; 6,2), mientras que la crítICa dlnglda por Judit a sus correliglonanos (8,11-16) suscita su asombro

8

(8,28-29). La sene de paralelos prosigue de manera menos

VISible, pero de forma absolutamente ngurosa...» (M. DE

LAUNAY, p. 72; cf. el recuadro de la p. 36).

El texto que sigue se presenta como un comentano de lec:'

tura ágil. Al hilo del relato, asumiendo las diVISiones estableCidas en la estructura literana, pretende acompañar a

una lectura en una Biblia de trabaJO. El recuerdo de los paralelos señalados por T. Craven al comienzo de cada gran

sección es una inVitaCión al trabajO del lector. Como se podrá constatar, las citas de autores (la paginaCión remite a

las indiCaCiones de la bibliografía) qUieren expliCitar a veces, o una de las dificultades de las realidades menCionadas por el texto, o el comportamiento de los personajes,

o Incluso los preCIosos indiCIOS que permiten preCisar la dataCión y la eScritura narrativa y novelesca de Judit. Pero,

sobre todo, al remitir a la eScritura bíblica, con sus múltiples evocaciones -la argucia de Tamar en Gn 38, el asesInato de Eglón en Jue 3,12-30, la gesta de Yael en Jue 4-5,

el combate Singular de DaVid en 1 Sam 17, la Intervención

de Ablgall en 1 Sam 25-, este breve comentano trata de

tipificar una nueva literatura en el cruce entre el mundo

helenístiCO y la tradiCión del Judaísmo, y de poner de relieve así un buen ejemplo de InculturaClón.

1 - Nabucodonosor

el conquistador

L

a primera gran parte de Jdt pone en escena la extensión del poder de Nabucodonosor hasta las puertas de Judá

(1,1-7,32). Partiendo de Nínlve, el relato cierra poco a poco su campo de visión, pasando de un conflicto entre dos

poderosos monarcas a la resistencia de la pequeña ciudad judaíta de Betulia, En una primera etapa sigue al personaje de Nabucodonosor, subrayando su desmesura (1,1-2,13), En una segunda etapa seguirá al general Holofernes

(2,14-7,32),

En Jdt 1, tres secciones hacen que aSistamos a la guerra

mundial (1,1-6), a la llamada a los vecinos ya su rechazo

(1,7-12), y a la primera victOria (1,13-16). En Jdt 2,1-13,

tras un consejo de guerra (2,1-3), Holofernes, que aparece por primera vez en el relato, es encargado de atacar

«toda la tierra de occidente» (2,4-13),

Una potencia invencible

Según G. Labouérie, el acceso de Nabucodonosor a todo

el poder, tal como lo cuenta el cap. 1, sigue los «estadiOS

habituales de la creación de los grandes imperios»,

Un imperio en vías de creación

- .

La conquista comienza, en primer lugar, con una «fase de

maduración y consolidación del poder en torno al núcleo

que será Nínive. Este largo período -los doce primeros

años del reinado- está dedicado a la movilización de todos los recursos indispensables para semejante proyecto».

Después, un «desafío lanzado al adversario más cercano y

más peligroso, Arfaxad, rey de los medos, que también

hace preparativos de guerra (1,2-4), al mismo tiempo que

una llamada a la alianza de los vecinos, y, en su defecto,

a su neutralidad (1,7-10)>>. Pero el rechazo despectivo de

éstos (1,11) «será el origen de la cólera del rey y de su de9

seo de vengarse de todos aquellos que lo han despreciado (cf. Mt 22,1-14 YLc 19,11-27)>>. Entonces la victoria contra el rey de los medos es «punto de partida de la conqUista general (1,13-15), que se traducirá en un primer

momento en un período de descanso, de recuperación de

las fatigas de la campaña. Durante este período de reflexión se elaborará la misión confiada al general Holofernes» (G. LABOUÉRIE, pp. 24-25).

Nabucodonosor. Desde la primera línea del texto, el lector está intrigado con este Nabucodonosor, «rey de los

aSirios en Nínive». ¿Acaso no sabemos que este personaJe reinó desde 605 a 592 a. C. no en Nínive (destruida en

612 a. C.), sino en Babilonia (cf. 2 Re 24-25)? Arfaxad es

desconocido para los historiadores. ¡Trataríamos de fantasiosa una obra que hablara de Napoleón como rey de

Prusia atacando al emperador de China! Hay que estar

alerta. La ficción podría constituir aquí un «criptograma»,

es decir, un código. Si los aSirios son los sirios -la apelación está atestiguada en época seléuClda (siglos 111-11 a. C.)

según Flavio Josefo (Antlguedades de los Judíos XIII, 6-7)-,

entonces Nínive se convierte en Antloquía, y Nabucodonosor en Antíoco IV Epífanes. Y podríamos leer las expediCiones militares de Nabucodonosor en Jdt 1-2 como el

eco de las de Antíoco IV, incluida la pretensión de dominar Egipto (Jdt 1,9-12; cf. 1 Mac 1,17) e invadir Judá (Jdt 4;

cf. 1 Mac 1,20); Nabucodonosor atraviesa Media y llega a

Ecbatana, lo mismo que Antíoco pasa por Persia (1 Mac

3,31), entra en Persépolis (2 Mac 9,2) y llega a Ecbatana (2

Mac 9,3).

Nínive. El lector no leerá «Nínive, la gran ciudad» sin pensar en el libro de Jonás. Sólo es ahí donde Nínive es calificada de esa manera. CUriosamente, en Jon 3,7-8, como

más tarde en Jdt 4,10, los animales -ganado mayor y menor- son asociados al ayuno público decretado para obtener el favor de Dios.

10

Arfaxad. La mención de Arfaxad como rey de los medos

resulta más enigmática; en Génesis, su nombre es el de

un hiJO de Sem en las genealogías de los pueblos, un nombre que viene inmediatamente después del de... Asur (Gn

10,22).

Ecbatana. La ciudad de Ecbatana no está sólo en el libro de Tobit, novela contemporánea de Jdt, el lugar de

la etapa proVidencial de Tobías y de su compañero Azarías -en ella encontrarán albergue, techo y una esposa

para Tobías (Tob 6-10)-, sino que también es el teatro en

550 a. C. de una victoria de Clro, triunfador sobre Babilonia. En el cilindro de Nabonldo leemos: «El año seis, el

ejército de Istumegu se rebeló contra éste, y [lo entregó)

encadenado a Clro; Ciro marchó contra el país de Agmatanu [Ecbatana]; [conquistó] el palacio real: plata, oro,

tesoros... del país de Agmatanu, lo tomó como botín y

se lo llevó a Anshan» (según J. P. PRITCHARD, Ancien Near

Eastern Texts Relating to the Old Testament. Princeton,

31969, p. 305).

Esplendor y desatino

- - - -

Tras la victoria sobre Ecbatana, la expedición regresa a

Nínive para 120 días de banquetes y descanso (1,16). Esta

grandiosa celebración recuerda los 180 días del advenimiento de Artajerjes en Susa, según Est 1,3-4. Durante

este descanso, el rey medita qué hacer con los sufridos

refugiados (Jdt 1,12), como veremos. Desde este punto

de vista, su retrato se aleja bastante del ofrecido por el

libro de Daniel, contemporáneo de Jdt. En efecto, en Dn

4, Nabucodonosor se imagina, en sueños, que se convierte en bestia salvaje; pero encuentra su razón y su poder entonando una alabanza al AltíSimo. En Jdt se considera un dios y ordenará acciones de un salvajismo

asesino.

La misión de Holofernes

Los 120 días de descanso acaban con un consejo de guerra y la convocatoria de Holofernes el «día 22 del primer

mes» (Jdt 2,1). ¿Por qué esta indicación temporal?

El marco temporal

Remontando los 120 días, es decir, cuatro meses antes, el

comienzo de la historia se sitúa implícitamente el día 25

del noveno mes del año anterior. Ahora bien, un poco antes en el mismo período, pero un año después, es cuando se cierra el libro de Jdt. La importancia de esta fecha

resulta evidente si recordamos que se trata del primer día

de la fiesta de Januká o Dedicación, fiesta instaurada después de la revuelta de los Macabeos, en 163 a. e, en honor del Templo purificado de las mancillaciones extranjeras (1 Mac 4,52-59). Aquí tendremos, insinuado, como un

marco de la historia (cf. el recuadro adjunto).

Por otra parte, el día 22 del primer mes (el 22 de Nisán) es

el primer día después de la fiesta de los Ázimos, Inaugurada por la Pascua (cf. Ex 12,15-20). Es el comienzo de la

primavera y, por tanto, la época de las expediciones militares, el «tiempo en que los reyes se van de campaña» (2

Sam 11,1).

Venganza universal (2,1-3). Nabucodonosor quiere

«vengarse de toda la tierra». La expresión recuerda extrañamente el propósito de Dios en el relato del diluvio en

Gn 6,17: «Voy a enviar el diluvIo, las aguas, sobre la tierra,

La cronología de libro de Judit

Mes y días Acontecimientos fechados Referencias

(IX, 25) (Victoria sobre Arfaxad)

120 días Banquete de 120 días en Nínive para el ejército de Nabucodonosor Jdt 1,16

1,22 Nabucodonosor convoca a Holofemes Jdt 2,1

I1I, 15 o después Siega del trigo [después de I1I, 15, según el calendario sacerdotal] Jdt 2,27

+ 1 mes 1 mes de vivaque Jdt 3,10

+ 34 días 34 días de asedio Jdt 7,20

+ 5 días Plazo de cinco días durante los cuales Judit ejecuta su plan Jdt 7,30

Recuerdo: el marido de Judit ha muerto durante la siega de la cebada [a partir de Jdt 8,2

1, 26 en el calendario sacerdotal]; Judit es viuda desde hace 3 años y 4 meses (1, Jdt 8,4

(V, 26) 26 + 4 meses:: V, 26)

+ 30 días (== VI, 26) Saqueo de treinta días Jdt 15,11

+ 3 meses (== IX, 26) Tres meses de fiesta Jdt 16,20

Según P.-M. BOGAERT, «Le calendrier de Judith et la rete de Hanukha»: Revue Théologique de Louvain 15 (1985), p. 68.

11

para exterminar de debajo del Cielo a toda carne que tenga aliento de vida. todo cuanto eXiste en la tierra perecerá». Más tarde, la alianza con Noé anulará cualquier nueva destrucción: «Cuando yo cubra de nubes la tierra y en

las nubes aparezca el arco, me acordaré de mi alianza con

vosotros y con todos los VIVientes de la tierra, y las aguas

del dilUVIO no volverán a exterminar a los seres VIVOS» (Gn

9,14-15). La expresión tiene, por otra parte, un vigor muy

profetlco' «El Señor mostrará a sus siervos su poder y a

sus enemigos su Ira Pues el Señor llega con fuego y sus

carros como un huracán, para desahogar el ardor de su

Ira y el incendio de sus amenazas. El Señor Juzgará con espada de fuego a todo ser VIviente, y serán muchos los traspasados por el Señor» (ls 66,14b-16). La voluntad de Nabucodonosor es comunicada a sus consejeros no para

discutirla, sino para ejecutarla Es Holofernes, general en

Jefe del eJército, el encargado de llevarla a cabo

De esta manera, tanto en la Introducción narrativa de los

vv. 1-3 como en el d,scurso dirigido a Holofernes en los vv.

4-13, Nabucodonosor toma el lugar de DIOS las fórmulas

que se refieren habitualmente a YHWH en la ESCritura se

ponen ahora en sus labiOS, indiCIO para el lector de un orgullo blasfemo

12

El discurso de Nabucodonosor (2,4-13). Es el ÚniCO

discurso del monarca en todo el libro de Judit Está IntrodUCido por la fórmula de mensajero característica de la literatura profética: «Así dice...». El rey manda una expedición de exterminiO contra «aquellos que han desobedeCido

las palabras de mi boca» (2,6): deportación de poblaCiones,

ocupación de sus terntorlos, masacre y saqueo El discurso acaba con un Juramento que actualiza el de 1,12: «¡Lo

Juro por mi Vida y por la fuerza de mi Imperial Lo he dicho

y lo cumpliré con mIs propias manos» (2,12) Holofernes es

el encargado de ejecutar todas las palabras de su rey

Nabucodonosor se conSidera un diOS, un diOS todopoderoso, y la miSión confiada a Holofernes es un castigo: «Hay

que "castigar", y castigar por un CrImen capital' "Han desobedeCido",.. Mientras que hasta ahora estos pueblos

eran y se sabían libres e Independientes -de ahí la respuesta con su deCISión a Nabucodonosor-, ahora el rey los

conSidera como esclavos que se oponen a su deseo. En eso

encontramos un terreno comun con todos los "poderosos": el poderoso no puede aceptar en su zona, sea la que

fuere, que algUien o algún Estado no se le someta; de lo

contrario no sería "poderoso". La histOria lo demuestra

constantemente» (G. LABOUERIE, p. 27)

2 - La campaña

de Holofernes

R

elegando al trasfondo la figura de Nabucodonosor, el relato va a seguir a partir de ahora a Holofernes. Los desplazamientos del ejército van acompañados de terror (2,14-3,10). Después el narrador abandona el campamento asirio para mostrar cómo Judá pasa a la resistencia (4,1-15).

Con el regreso al campamento asirio, el narrador nos prepara una sorpresa. Ante las preguntas de Holofernes, un

oficial amonita, Ajior, trata de explicar la originalidad del

pueblo de Israel; no hace más que redoblar la cólera del

general en jefe y es entregado a los judaítas (5,1-6,13). Así

se encadenan tres partes en un ir y venir (ejército asirio -

Judá - ejército asirio) que, sobre un fondo de guerra mundial, exalta la fe de Israel y, concretamente, llama la atención sobre el «cerrojo» protector de Jerusalén que supone el lugar de Betulia.

Ciudades conquistadas, ciudades sometidas

Con un ejército perfectamente organizado, secundado por

los animales de transporte o de avituallamiento, Holofernes se lanza, como un ave de presa o el ejército de langostas de JI 2,2-9, hacia los pueblos de Occidente, en particular los de la costa mediterránea (2,14-20).

Una geografía de ficción

(2,14-28)

La descripción del camino seguido por Holofernes es un

ejemplo perfecto de la erudición geográfica que se ve en

Jdt, aunque sea imposible trazar ese itinerario en un

mapa. Este itinerario, completamente en zigzag, no tiene

ni pies ni cabeza. Con un Nabucodonosor de ficción, las indicaciones geográficas deben ser tratadas de la misma

manera: «Encontramos en este relato lugares bien conocidos de Mesopotamia, Siria, Asia Menor, Palestina... pero

también muchos otros lugares distantes de estos territorios o de localización incierta, desconocida o simplemente imaginaria» (J. VíLCHEZ, p. 280). La llanura de Damasco

es momentáneamente la etapa final de esta expedición

de castigo.

Las escenas de horror engendran terror, y el rumor llega

a la costa, donde la mayor parte de los nombres son perfectamente Identificables: «El miedo y el terror se apoderaron de todos los habitantes del litoral, de los que vivían

13

en Sldón y Tiro, y de todos los habitantes de Sur, de Ocina y de Yamnia. Los de Asdod, Ascalón y Gaza fueron también presa del pánico» (2,28),

_____ ALイ⦅ッァセウゥセョ I?()r el エセッイ セS⦅A セ⦅MQ⦅PI _

Los habitantes de la costa envían mensajeros de paz a Holofernes: «Aquí están nuestras Ciudades y sus habitantes,

Son esclavos tuyos, Entra en ellas y haz lo que te plazca»

(3,4). Un estratega reconoce aquí las reacciones colectivas

habitualmente observadas ante este tipo de catástrofe.

Semejante actitud anuncia ya la reacción de los asediados

de Betulia en 7,26-28, Se trata de la sumisión pura y dura

a Holofernes, acogido como liberador.

Devastación. La acogida del liberador -descrita con rasgos tomados de las parusías de los soberanos helenísticos- se convierte en pesadilla: devastación, saqueo y, sobre todo, aniquilación de los bosques sagrados y lugares

de culto de los dIoses locales. Nabucodonosor reclama

para él solo la adoración e invocación de todos los pueblos

de la tierra. Los pueblos de la costa reciben la terrible sorpresa de ser sometidos no sólo a la devastaCión física a la

que creían escapar, sino también a la devastación religiosa y espiritual. Es la divinización de los soberanos a la que

se opondrá, un siglo más tarde, la Sabiduría de Salomón

(Sab 14,16b-20). «Atacar lo que hace vivir al hombre,

aquello sobre lo que se fundamenta su identidad, aunque

sea un bosque sagrado, vuelve a conducirle a la muerte al

arrancarlo de sus raíces, de sus referencias, de sus razones para vivir» (G, LABOUÉRIE, p. 29).

Pausa. Después de la devastación del litoral hay una pausa de un mes entre Guibeá y Escitópolis, Holofernes reúne

armas y bagaje a las puertas de Judá. Pero no nos detengamos aquí en la localización de las ciudades citadas. «El

autor de Judit -escribe muy acertadamente J, Steinmannha logrado para la geografía lo que había logrado para la

historia. Salpica su relato de lugares encontrados por su

piedad bíblica o inventados por su fantasía. Su malicia consiste en disfrutar desorientando a los eruditos puntillosos,

Cuando se cree haber encontrado un itinerario coherente,

coloca en plena frase un nombre acuñado como los de Rabelais, Antepasado del anunciador del Zapato de raso, tendría derecho a escribir: "La escena de este drama es el

mundo, y más especialmente la Palestina de comienzos del

siglo VI, a no ser que sea a mediados del siglo 11". El autor

se permite comprimir los países y las épocas, de igual manera que, a distancia, varias líneas de montañas separadas

no forman más que un solo horizonte» (J. STEINMANN, p, 45).

Israel se prepara para la guerra

La actitud de Holofernes con respecto a los dioses y los

santuarios de los países vecinos crea un gran temor entre

los judaítas, reCientemente llegados de su cautividad.

Del pánico:.. Hj⦅、セ 4_,1_-3)

En efecto, los Israelitas habían consagrado de nuevo el altar y la casa de DIOS. ¿Hay que ver aquí una remiSión a los

14

acontecimientos de 520-515 a, C, cuando el regreso del

exilio (Esd 6, 14-22)? Algunos autores ya lo habían imaginado. Pero en Esd 6,16 no se hace mención más que de la

dedicación del nuevo Templo. Entonces, ¿hay que ver más

bien la evocación insinuada de la Dedicación de Templo por

Judas Macabeo en 165 a. C (1 Mac 4,36-59)? Esta última

solución ha de ser preferida, habida cuenta de la mención

de un sumo sacerdote y del consejo de ancianos (gerou-

sía: Jdt 4,8; 11,14; 15,8; atestiguada también en 1 Mac

12,6; 2 Mac 4,44; 2 Mac 9,27) a la cabeza del pueblo en la

continuación del relato,

... a la resistencia (Jdt 4,4-8) _ __ _ _ _ _ __ _ H

Ante la inminencia del peligro, los «hiJos de Israel que habitan en Judá» conocen primero el miedo al exterminio.

Pero se organizan, Aquí Israel es como el «último recurso

de la humanidad frente a la máquina totalitaria» (G. LABOUÉRIE, p. 33),

Invulnerabilidad. El país, con sus montañas, permite la

resistencia defensiva: fortificación de ciudades, reserva de

provisiones tras la siega. Pero, sobre todo, a partir de ahora aparece lo que va a distinguir a Israel en medio de las

naciones: la autoridad ostentada por el sumo sacerdote

de Jerusalén, Joaquín: «Los israelitas hicieron lo que les

ordenó el sumo sacerdote Joaquín y el consejo de ancianos del pueblo, residentes en Jerusalén» (4,8), La estrategia preconizada por Joaquín es sencilla: considerar a Betulia y Betomestain como defensas avanzadas de

Jerusalén: «Les sería fácil obstaculizar el paso, pues el desfiladero sólo permitía pasar de dos en dos» (4,7). Una invulnerabilidad semejante a la de Petra, la ciudad nabatea,

accesible solamente por el Siq, estrecho y largo desfiladero de más de un kilómetro.

¿Hay que localizar Betulia? J. Steinmann se divierte

con ello: «La ciudad más flotante de esta extraña geografía es la propia Betulia. Fuera del libro de JUdit, la ciudad es absolutamente desconocida. Si se tratara de un

lugar sin importancia, se comprendería este olvido general, pero, según el relato, Betulia es la Ciudad clave del

país, la temible fortaleza que defiende el acceso a Samaría y a Judá". Admiramos el imperturbable valor del P.

Abel, que en su admirable Geografía de Palestina no duda

en hacer que figure entre Ta'anak y Dotán en el plano n.

111 del segundo volumen, mapa que representa los territorios de las tribus septentrionales, Y en afirmar que el

lugar está representado por Kafr QOd, que figura en el

mapa del5urvey a cinco kilómetros al oeste de Yenín. Algunos críticos han sostenido que Betulia no sería otra que

la antigua Betel". la Casa de Dios, una ciudad simbólica

con una situación de las más inciertas". Está a las puertas de la llanura de Esdrelón (4,6), pero desde ahí una procesión puede dirigirse cantando a Jerusalén." Está próxima al mítico Ciamór.t (7,3) de Egrebel, de Cus y del torrente

Mocmur (7,18). Se parece a la isla de los Lotófagos, en el

jardín de las Hespérides, en Monomopata» (J. STEINMANN,

pp,43-45).

También resulta interesante la reflexión de J. Cazeaux:

«La fantasía que pivota o que crea incluso la geografía de

Judit tiene como efecto aislar Jerusalén, alejarla del frente de operaciones, Es la invención de la ciudad de Betulia,

flanqueada por una pareja provisional, Betomestain (4,6

y 15,4), la que desempeña este papel: Israel no se limita

a Judá, por tanto se pueden trazar sus fronteras sobre

un mapa. La posición de los judaítas es inalcanzable, porque su país está encaramado en una montaña, ella misma inaccesible, hasta el punto de quedar antiguamente

deSierta (5,19), y para acceder a ella no existe más que

una espeCie de largo corredor, custodiado él mismo a la

entrada por uno de los pasos más estrechos, que, según

parece, sólo dos hombres pueden franquear juntos (3,7).

Ahora bien, Betulia limita con la llanura de Esdrelón, es

deCir, al norte de Samaría, en pleno antiguo reino de Israel, y sin embargo es el cerrojo del corredor que conduce a Jerusalén» (J. CAZEAUX, p. 195). Así pues, el libro de Judit utiliza un procedimiento literario preciso: poniendo a

distancia Jerusalén, «Betulia profetiza que la verdadera

15

Jerusalén ya no es identificable en el mapa", Betulia representa a Jerusalén descargándola de la función de las

armas».

Por el ayuno y la oración H _ _ _ _ _ _ _ (4,9-15)

Después de los preparativos militares viene la preparación

religiosa para la confrontación con las armas de Holofernes. En este libro en que la oración será expresada por varios de los protagonistas, Judit (9,2-14), los ancianos en la

partida de Judit (10,8), Judit ante Holofernes adormecido

(13,4-5), Ozías (13,18-20), Ajior (14,7), el pueblo (15,9-10)

YJudit en su gran acción de gracias (16,1-17), se encuentra por primera vez con el ayuno como un hecho al que

se someten todos los seres vivos, hombres, mujeres, niños, extranjeros residentes, asalariados, esclavos e incluso

los rebaños (cf. Jan 3,7). Todos ayunan y oran. La súplica se

expresa en discurso indirecto. «Todos juntos suplicaron

fervientemente al Dios de Israel que no entregase",»

(4,12), «Clamaban al Señor con todas sus fuerzas para que

salvase".» (4,15).

Los asirios rechazan a Ajior

Habíamos dejado a Holofernes y a su ejército descansando un mes frente a Esdrelón, vivaqueando entre Guibeá y

Escitópolis (lugar de la antigua Bet-Seán), Un mes durante el cual los hijos de Israel se preparan militar y espiritualmente para la guerra. El rumor de la llegada de Holofernes no tiene los mismos efectos que en los pueblos de

la costa, El temor de su fama no suscita el envío de una

embajada para pedir la paz. El anunCio de los preparativos

militares de los israelitas pone furioso a Holofernes.

Investigación de Holofernes (5,1-4)

- - -

Convoca a los jefes de Moab, los generales de Amón y los

sátrapas de la costa (l. e., los jefes de los filisteos), que,

como vecinos que rodean a Israel, se conSidera que lo conocen (5,2). Lleva a cabo la investigación y pide conseJo.

«Podemos estar tentados -eSCrIbe Labouéne-, sobre todo

cuando observamos las circunstanCias de su muerte, de

juzgar a Holofernes como un general estúpido, incluso

16

como un veterano sin reflexión, Sería completamente

erróneo: no sería entonces el número dos del impeno, el

jefe de los ejércitos victoriosos de Nabucodonosor, y ellibro perdería una buena parte de su fuerza. Sus capacidades son claramente puestas de relieve,,, Plantea las preguntas que son las de cualquier estado mayor operativo,

resumidas por Sun Tse (-500) en su Arte de la guerra» (G,

LABOUÉRIE, pp. 36-37). Preguntas que se acumulan en 5,3-

5: «¿Qué ciudades habitan? ¿Con cuántos soldados cuentan? ¿En qué consiste su poder y su fuerza? ¿Quién es el

rey [",1 por qué se han negado a venir a mi encuentro,,,?».

A estas preguntas de Holofernes, el comandante de los

amonitas, Ajior, se atreve a esbozar una respuesta en un

discurso muy construido. Conviene subrayar aquí que, en

la literatura griega, las preguntas de la reina Atossa sobre

los atenienses en Los persas, de Esquilo (ca, 472 a. e), proporcionan un paralelo interesante, igual que la manera en

que Judit informará a los asirios y Holofernes del estado

de ánimo de los israelitas (Jdt 10,12-13; 11,5-19),

Discurso dr: aェゥセイ HセLUMRQI __

¿Quién es Ajior? Su nombre es hebreo, «Mi hermano es

luz», nombre que cuadra bien con su forma de actuar con

respecto a Israel. Como amonita, pertenece a un pueblo

vecino de Israel, al este del Jordán. A lo largo de la historia, los dos pueblos han luchado (cf. 2 Sam 10-12), pero

Ajior se alinea aquí aliado del profeta pagano Balaán (Nm

22-24) o de la extranjera Rajab (Jos 2). A menos que haya

que leer Ajiud, «Mi hermano es Judá», por la confusión de

dos letras hebreas, dafet y resh.

Siguiendo a H. Cazelles, ¿hay que relacionar su nombre

con el de Ajicar, sabio asirio, consejero y ministro legendario de Senaquerib (comienzos del siglo VII a. C.)? Ajlcar

está atestiguado no sólo por una literatura narrativa y

sapiencial políglota, sino incluso por el libro -también él

deuterocanónico- de Tobit (Tob 1,21-22; 2,10; 11,19;

14,10). A pesar de la traducción de Alicar por Ajior en la

Vulgata de Toblt, a priori nada parece relacionar al Ajior

de Jdt (amonita y general) con el sabio AJicar (asirio y ministro). Sin embargo, es una señal de la literatura novelesca de la época helenística beber en el tesoro de las antiguas sabidurías orientales. Ajior, sabio militar al

servicio de un rey extranjero, es condenado, entregado

a los enemigos cuya fe ha proclamado antes de ser reintegrado en una comunidad: «Ajior (...1se unió a la casa

de Israel hasta el día de hoy» (Jdt 14,10). Según Tob

14,10, ¿no sigue un camino más o menos análogo la

prueba de Ajicar?

El discurso de Ajlor pude dividirse así: exordio (v. 5), cuerpo del discurso (vv, 6-19) y peroraCión (vv. 20-21),

Exordio (v. 5). Llamada a la atención, a la escucha, y protesta por la verdad, Ahora bien, se trata menos del informe de un ofiCial de estado mayor que de una confeSión

de fe en labios de un pagano, al que el cuerpo del discurso nos permitirá asistir.

Cuerpo del discurso (vv. 6-19). La historia de Israel

es releída como en Dt 26; Jos 24; Sal 78 y 106 o Hch 7,2-

47, Este tipo de recorrido por la historia está también

presente en las confesiones de los pecados de las liturgias penitenciales de Dn 3; 9, Y Neh 9. Ahora bien, una

de las características de este discurso está atestiguada

Igualmente en la relectura de la historia de Sab 10-19:

ningún personaje de la historia es identificado por su

nombre. Sin embargo, en Jdt 5,6-19, los nombres topográficos son mantenidos como etapas de la peregrinación de un pueblo siempre en camino, mientras que

en Sab 10-19, dejando aparte la Pentápolis y el mar

Rojo, todos los demás topónimos son ofrecidos mediante perífrasis, como los nombres de los antepasados

de Israel.

Migraciones de patnarcas, de Jacob y sus hijos, liberación

de Egipto, estancia en el desierto y establecimiento en la

tierra: este resumen histórico, trufado de remisiones a los

libros de la Torá (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) y al de Josué, ocupa los vv. 6-16. La clave de

comprensión de estas migraciones es la adoración por

este pueblo del «Dios del cielo, el Dios que habían conocido» (5,8). La expresión es persa (cf. Esd 7,12), Y el Dios de

Israel no es designado con el nombre comunicado a Moisés. Pero la teología deuteronomista de la retribución

temporal y colectiva es expuesta por AJior de forma luminosa: «Mientras no pecaron contra su Dios, todo les fue

bien, pues tienen un Dios que odia la injusticia. Pero cuando se apartaron del camino que les había señalado, fueron destruidos...» (5,17-18).

Después de haber dibujado así una relectura del pasado,

Ajior discierne el presente con la misma clave teológica.

17

Peroración (vv. 20-21). El invencible Holofemes, que

pretende conducir a toda la tierra a la adoración de Nabucodonosor, es invitado a evaluar la situación, Sólo el pecado de Israel ante su Dios puede dar la ocasión de «subir

a hacerles la guerra», «Pero si no han pecado, es mejor

que no vaya contra ellos mi señor, porque su Dios los protegerá.,,» (5,21), Dicho de otra manera, el Dios de Israel

es más fuerte que Nabucodonosor.

Cólera de Holofernes (5,22-6,13)

- - --

Reacciones del ejército asirio (5,22-24). El discurso

de Ajlor provoca murmullos en la asamblea de los oficiales, en particular entre la gente de Moab y de la costa (=

filisteos), ¿Le van a moler a palos por haber desafiado a

Holofemes y su poder, a Holofemes y su proyecto de someter toda la tierra?

Respuesta de Holofernes a Ajior (6,1-10). Delante

de su consejo (synedria, término técnico para el consejo

militar), H%femes no tiene más que una palabra en los

labios: ¿quién es dios sino Nabucodonosor? También Holofemes hace una profesión de fe, pero singularmente diferente a la de Ajior, Los dos discursos se enfrentan. Holofemes profesa su fe en su dios Nabucodonosor y en la

fuerza de sus ejércitos, Es el dios Nabucodonosor el que

«enviará su ejército y los exterminará de la superficie de

la tierra sin que su DIos pueda ayudarlos» (6,2).

En su cólera, engloba en un mismo desprecio a Ajior,

«mercenario de Amón», y a la gente de Moab, sin embargo a sus órdenes, «vendidos a Efraín» (6,1.5). El casti18

90 que sanCIona la audacia de Ajior indica un cierto talión:

compartir la suerte de aquellos a los que ha defendido.

Holofemes continúa afirmando su proyecto de «vengarse de esta raza escapada de Egipto» (6,5), Sobre todo continúa tomándose por Dios, haciendo un juramento que se

hace eco del de su señor Nabucodonosor: «Dicho queda,

y ni una de mis palabras fallará» (6,9; cf. 2,12). Al final del

discurso, en estilo indirecto, se da orden de entregar a

Ajior a los hijos de Israel en Betulia,

Ajior entregado a los israelitas (6,11-13). Las palabras de Holofemes son ejecutadas: «Lo condujeron, pues,

sus siervos fuera del campamento, a la llanura; y de la llanura lo trasladaron a la montaña, hasta llegar a las fuentes que había bajo Betulia» (6,11). Estas indicaciones topográficas son variadas. ¿Hay que precisar el trayecto?

M,-F, Baslez lo hace: esta sucesión «corresponde a la variedad del paisaje que atraviesa la ruta occidental que sube

de Bet Sur hasta Jerusalén, pasando a través de una larga llanura llamada "Valle de las Bendiciones", después por

desfiladeros, por debajo de estrechas líneas de crestas con

hábitats encaramados; el wadl Sukhelt podía ofrecer corrientes de agua. Ésta fue la ruta seguida por el ejército

de Lisias durante /a campaña de 164-163» (Polémologie,

pp. 368-369). Así, insinuada, tenemos siempre la época de

los Macabeos (cf. 1 Mac 4,18-35), Esta primera aproximación a Betulia por parte de los ejérCItos asirios no es la ocasión de un verdadero combate. Los judaítas salen de la

ciudad, armados con hondas. ¡Una trifulca de piedras!

Ajior es abandonado, atado, al pie de la montaña, Los aSIrios vuelven «adonde estaba su señor» (6,13).

3 - El asedio de Betulia

E

n este punto del relato, la ciudad de Betulia se convierte en el teatro principal de las operaciones. Había sido nombrada, como de pasada, por su valor estratégico (4,6-7). Hemos llegado a ella con Ajior atado. Se encadenan tres

episodios: la acogida de Ajior por los judaítas (6,14-21), los preparativos asirios del asedio de Betulia (7,1-5) y el propio asedio (7,6-32).

Ganaremos leyendo estos tres episodios (en Betulia - en

el campamento asirio - en Betulia) en paralelo con los que

le preceden, pues el narrador ha sabido jugar con las relaciones y las diferencias. La acogida de Ajior por los judaítas (6,14-21) contrasta con lo que ha conducido a su

expulsión por los aSirios (5,1-6,13). Los preparativos del

asedio (7,1-5) responden a la manera en que Israel ha pasado a la resistencia (4,1-15), y el propio asedio (7,6-32)

ofrece un ejemplo de lo que ha podido desarrollarse durante el inexorable avance de Holofernes (2,14-3,10).

Los judaítas recogen a Ajior

Ajior no se queda mucho tiempo solo y atado: «Bajaron

los israelitas [...)10 desataron, lo llevaron a Betulia y lo condujeron ante los jefes de la ciudad» (v. 14). No parece tomarse ninguna medida particular de vigilancia o de precaución ante aquel que podría parecer un tránsfuga, un

espía. Ajlor es conSiderado inmediatamente como poseedor de preciosas informaCiones.

Ajior en medio del pueblo (6,14-17)

Los jefes de la ciudad. Igual que en el libro de Tobit, los

nombres que tienen los responsables de Betulia y sus padres valen sobre todo por sus consonantes y su significado: Ozías (= YHWH es mi fuerza), Jabrís (= Él es mi amigo),

Otoniel (= Dios es mi guardián), Jarmís (= Él es mi viña),

Melquiel (= Dios es mi rey). Además, Ozías pertenece a la

tribu de Simeón, cuyas posesiones estuvieron unidas a las

de Judá (Jos 19,1-9; Jue 1,3-4). Judit será también de la

misma descendencia (cf. 9,2: «Señor, Dios de mi padre Simeón...»). En el grupo de los jefes se destaca Ozías. Pregunta a Ajior lo que ha sucedido (6,16) Yorganiza un banquete (6,21). En la continuación del relato, es a él a quien

se recurrirá (7,23) y quien tomará las deCisiones de urgencia (7,30-32), atrayéndose los reproches de Judit (8,11-

19

16). Con un delicioso anacronismo, J. Steinmann califica a

Ozías de «alcalde» de Betulia.

Todo el pueblo. Los ancianos de la ciudad son convocados para escuchar a Ajior. Pero, por un efecto de ampliación, es ante la ekklesía, la asamblea general de Betulia con

«todos los jóvenes y las mujeres», «en medio de toda la

gente», donde AJlor da cuenta de los acontecimientos y de

las «insolentes palabras de Holofernes contra Israel» (6,17).

La oración del pueblo (6,18-21)

- - - - - - -

La reacción del pueblo de Betulia -desde hace muchos días

están en ayuno y oraCión (4,9-15)- es un grito de súplica:

«Señor, Dios del cielo, mira.", ten piedad"., mira.,,».

El grito de súplica. El gnto se dirige al Señor, ya invocado como Dios del Cielo (5,8), pero no es lamentación o confesión de los pecados. Cunosamente, ninguna de las oraciones del libro de Judit es una lamentación, ninguna

contiene la menor confesión de los pecados. «Los judíos

no tienen nada que reprocharse, la invasión de Holofernes no es un castigo, es una prueba» (J. STEINMANN, p. 111).

Ante las insolencias de los asirios, que se consideran como

Dios, el pueblo de Betulia opone la humillación de aquellos que están consagrados al Señor (cf. Dn 7) y cuya fe es

segura: «El Señor se opone a los arrogantes / otorga su

gracia a los humildes» (Prov 3,34 LXX).

Un banquete particular. Después de la oración dirigida

al Señor, la asamblea felicita y consuela a AJlor. El banquete ofrecido por Ozías a Ajior y a los ancianos parece bastante poco coherente con el riguroso ayuno del que se trata desde el cap. 4. Algunos lo interpretan como una táctica

por parte de Ozías: «Una reunión mucho más limitada sólo

con los ancianos, con el pretexto de un banquete», ocasión de conversaciones «sobre las fuerzas, las armas, el dispositivo y el estado de ánimo del ejército de Asur», más

que sobre la calidad de la comida (G. LABOUÉRIE, p. 39). En

efecto, la conclusión del relato no nos deja una impresión

de alegre banquete: «Durante toda la noche estuvieron invocando la protección del Dios de Israel» (6,21).

Holofernes se prepara para el ataque

En Jdt 4,1-15 habíamos asistido a los preparativos mIlitares y religiosos en Betulia. En Jdt 7,1-5 vemos la puesta

en acción de las fuerzas de Holofernes: «170.000 infantes,

12.000 jinetes, sin contar la intendencia [".] una muchedumbre incontable» (7,2). M.-F. Baslez ha señalado aquí el

buen conocimiento que tiene el autor del «lenguaje militar helenístico y de la organización de un ejército. Utiliza

corrientemente el término ep,lektoi". una "leva" de soldados más que una verdadera selección {Jdt 2,15.19; 3,6)".

El empleo de los términos spelra, banda, cohorte (Jdt

20

14,11), strategos (Jdt 2,14; 5,2; 7,8; 14,3.12) o qUlliarca (Jdt

14,12) sugiere el organigrama mencionado por Poliblo

para el ejército seléuClda (Poliblo 18, 30), del que no tenemos ninguna otra huella» (Polémologie, pp. 366-367). Recordemos que el término «estratega» se aplica en 2 Mac

12,2 a los gobernadores de las eparquías de Cele-Sina. Es

el comienzo de una operación de cerco. La gente de Betulia, impresionada por semejante despliegue de fuerzas,

sólo puede montar guardia durante la noche.

La ciudad asediada

Varios episodios se encadenan según el procedimiento

bien experimentado a partir de este momento de la alternancia de los puntos de vista: primero por parte asiria

(7,6-18) y después por parte de Betulia (7,19-32).

La maniobra asiria

Inspección (7,6-7). La operación de cerco, tras el despliegue de las fuerzas, continúa con una inspección de Holofernes relativa a la alimentación y al agua: «Inspeccionó

las fuentes, se apoderó de ellas y dejó allí una guarnición»,

Aquí hay que distinguir la naturaleza de las fuentes: no

son cisternas, Las fuentes del valle son ocupadas en primer lugar (Jdt 7,6-7,17), Se trata generalmente de fuentes permanentes. Pero frecuentemente, y la arqueología

tanto de Judá como de Samaría ofrece ejemplos de ello,

las Ciudades tenían a media pendiente reservas, aljibes alimentados por agua de lluvia, conducida mediante un sistema de canalizaciones excavadas en los acantilados.

Consejo de generales (7,8-15). Los comandantes de

los pueblos vecinos, Edom, Moab y la costa -deSignados

aquí como hegoumenoi, strategoi, archontes, términos

utilizados en el siglo 11 a. C. para los oficiales del ejército seléucida-, dan a Holofernes un consejo estratégico: enfrentarse a los hijos de Israel no en batalla campal, sino

reducirlos por la sed y el hambre controlando las fuentes:

«Les pagarás un terrible salario. ,,» (7,15), En efecto, esto

se va a mostrar terriblemente eficaz. En 1 Mac 6,28-47,

en el relato del combate de Bet Zacarías, el enfrentamiento en batalla campal le vale a los ejércitos de Antíoca V la pérdida de seiscientos hombres, ¿Tomaría aquí

nuestra novela postura contra la guerra «moderna» de los

seléucidas y a favor de los medios tradicionales de tipo

guerrilla?

Operaciones militares (7,16-18). El cerco comienza

con tres operaciones distintas: en el valle, en la montaña

y en la llanura. El efecto está asegurado: «Eran una multitud muy numerosa» (7,18).

La reacción de Betulia

De la oración a la acusación (7,19-29). Este cerco

produce en primer lugar una reacción religiosa: los hijos

de Israel claman al Señor, su Dios. Después viene la angustia. Contamos los días: 34. El agua se agota. Después

de un mes de asedio, los habitantes de Betulia están tentados de rendirse, se vuelven a Ozías y los ancianos acusándolos primero (v. 24) y acusando a Dios después (v. 25),

El narrador describe ahí las habituales reacciones colectivas, que se pueden esquematizar de la siguiente manera:

«En primer lugar se considera al gobierno como responsable de todos los males; una vez que resulta evidente que

el gobierno no lo es para nada, se la toma con el azar, con

la providencia, con Dios, invocado a menudo con recuerdos infantiles; salvo rarísimas excepCiones, los gobiernos

tienen más tendencia a seguir a su pueblo que a galvanizarlo» (G. LABOUÉRIE, p. 40),

Los habitantes de Betulia viven la tentación en la que han

caído anteriormente los habitantes del litoral, con los resultados que ya hemos visto (reléase 3,1-5 Y6-10). Pero van

más allá: ven en ello la mano de DIOS, de un Dios «que nos

está castigando por nuestros pecados y por los de nuestros

antepasados» (7,28), ¿Un DIOS vengador que se une a un

pueblo infantil es verdaderamente el Dios de Israel?

21

Un plazo antes de la rendición (7,30-32). La tentaCión de Ozías respondiendo a la muchedumbre, que presiona en torno a él, no es del mismo orden. Como lo demostrará la continuación del relato, y espeCialmente la

Intervención de Judit (8,12-14), su tentaCión es... la de la

blasfemia: «No tentarás al Señor, tu DIos» (Dt 6,16).

AJlor, el extranjero, había dado a Holofernes el entena de

discernimiento de lo que constituía la fuerza de Israel: la

fidelidad a la Ley (5,20-21) Ahora bien, ahora los Judaítas

han perdido la confianza, y la propuesta de Ozías no indica solamente una estrategia -ganar tiempo dando la Impresión de retomar la InlClatlva-, sino mucho más la perversión de la fe, aSignando a DIos un plazo de Cinco días.

Es en este preCiso pasaje donde J. Cazeaux descubre el proyecto del autor de Jdt: «El pecado de aSignar un plazo al

Señor DIos está más oculto y es más profundo en Judá

que la orgullosa voluntad de Nabucodonosor y de los aSInas. Está también más oculto y es más profundo que la

adoraCión a los otros dioses, de la que AJlor decía a Holofernes que comprometería la segundad de ese pueblo. De

repente, el Mal ha cambiado de campo De repente, el proyecto del autor aparece más claramente. Se trata preCisamente de luchar en Israel contra la tentación de los apocalipsIs o de sus Intérpretes demasiado presionados Por

definiCión, el apocalipsIs qUiere revelar el plan de DIOS, A la

22

vez, refuerza la espera, la paCienCia y la esperanza de los

luchadores de DIOS mediante una voluntad de encontrar

y descifrar signos, El libro de Judit rechaza este partido, y

hace de él el cnmen esenCial» (J. CAZEAUX, p. 203).

Legítimamente podemos preguntarnos sobre el plazo de

cinco días. Apenas encontramos paralelos bíblicos. Pero A

Momlgliano llama nuestra atenCión sobre un texto gnego, la Crónica de Lindos: «Los Cinco días que los alterados

Judíos, asediados en Betulia, se dan antes de rendirse tiene su paralelo exacto en los Cinco días que los alterados

gnegos, asediados por los persas en Lindos, se dan antes

de rendirse; el relato gnego está en la Crónica de Lindos,

recopilaCión de vanas fuentes gnegas redactada en 99 a

c,» (A. MOMIGUANO', p. 482).

Después de haber retomado la Iniciativa, según parece,

Ozías vuelve a enviar a cada uno a su puesto: los hombres

a las murallas y las torres, las mUjeres y los niños a sus casas. Pero esta escena se Cierra con una nota profundamente pesimista: «En la Ciudad todos estaban profundamente abatidos» (7,32).

1 A. MOMIGLIANO, «Etudes blbhques et etudes c1asslques», en Problemes

d'hlstonographle anClenne et moderne TraduCClon de A Tachet, E Cohen y L Évrard París, Galhmard, 1983

Ficción e historia: el sumo sacerdote Joaquín I Alcimo

En el libro de Judit, el sumo sacerdote de Jerusalén se llama Joaquín

(Yoakim o Joakim. Jdt 4,6-15 Y15,8-10), como en el libro de Baruc

(Bar 1,7). Ahora bien, varios estudios relacionan estos nombres con

la figura histórica de Alcimo, sucesor de Menelao en el cargo de

sumo sacerdote bajo los seléucidas.

«[oo.) En 162, un sadoquita O Mac 7,13-14; 2 Mac 14,7), Alcimo (una

helenización de Joaquín-Eliaquín), obtiene del nuevo rey seléucida

Demetrio I la condena de Menelao, su sucesión al sumo pontificado

y a las tropas para entrar en Jerusalén, donde fue sumo sacerdote de

162 a 159. Judas Macabeo y su partido nunca lo admiran, y los dos

libros de los Macabeos lo presentan como un traidor, que entra en Jerusalén en los carros del extranjero y que es el instigador de la campaña de Báquides contra Judas Macabeo en 161 (1 Mac 7,5-7.9-24;

2 Mac 14,3-11.26). Pero otros libros bíblicos muestran que este sumo

sacerdote tuvo partidarios. Los dos libros de los Macabeos admiten

que reuni6 a los hasidim, judíos pietistas que hasta entonces habían

apoyado la insurrección. Sobre todo, Alcimo-Joaquín es presentado

de forma muy favorable, bajo su nombre hebreo, en el libro de Baruc y en el de Judit.

En el libro de Baruc, colección compuesta y ciertamente pseudonímica, aparece como el partidario de una tercera vía, la de la espera,

que es justificada teológicamente: el creyente debe respetar los plazos fijados por Dios para su intervención (Bar 1,7) [...)

En el libro de Judit, su función es aún más importante, puesto que es

el que decide y el que organiza, desde Jerusalén, la defensa de las ciudades de Judá, preconizando el recurso a la estrategia tradicional,

mientras que Judas está a punto de modernizar el ejército (Jdt 4,6-7).

La obra defiende la misma teología que el libro de Baruc, a saber,

que hay que esperar la intervención divina que materializa más tarde

el gesto de Judit (Jdt 8,25-30). Se observará en particular en el discurso de Judit (9,11-27) sobre los plazos de Dios, lo que constituye

también uno de los temas centrales del libro de Baruc.

Alcimo fue, por tanto, un partidario de esperar, partidario de una guerra defensiva, pero no de la ofensiva que persigue Judas Macabeo tras

la recuperación del Templo. Además, Judit, por su mismo nombre,

que significa "la judía", personifica la resistencia nacional y popular,

la que utiliza la táctica secular de la guerrilla. No hay nada de común,

a primera vista, entre el "pacifismo" de Alcimo y sus partidarios, los

hasidim (1 Mac 7,13, cf. Sal 73; 74; 82; 83), que no buscan ningún

recurso en la acción humana y la violencia de Judit, sino, quizá, una

misma hostilidad hacia la estrategia y la política ofensiva de Judas y

de los asmoneos (en la requisitoria que el autor de 2 Mac 14,6-10

presta a Alcimo, éste hace de Judas un fautor de la guerra).

En la segunda parte, la novela de Judit es un escrito nacionalista que

preconiza la resistencia al asalto e incluso a la acción violenta, pero

en un marco estrictamente defensivo, sustituyendo el heroísmo de una

familia, que exalta la historia de los Macabeos, por el de la nación,

personificada en Judit. Sin embargo, el partido que elaboró el mito

de Judit se distingue, a pesar de todo, del que produjo el libro de Baruc, puesto que exalta, a través del asesinato de Holofernes, el recurso a la violencia y a la acción individual, mientras que el otro s610

considera la resistencia pasiva. Las posiciones sobre la lucha que hay

que sostener contra los griegos estaban, pues, extremadamente diversificadas».

M.-F. BASLEZ, «LesJuifs face ala culture grecque. Religion et société en Judée aux époques lagide et séleucide (111'-11' siecle)>>, en

L'Orient méditerranéen de la mort d'Alexandre aux campagnes de

Pompée. Cités et royaumes al'époque hellénistique. Rennes-Toulouse, Presses Universitaires de Rennes - Presses Universitaires

du Mirail, 2003, pp. 278-279.

* **

«Los libros de los Macabeos (1 Mac 7; 2 Mac 14) presentan [a AIcimo) bajo la peor luz posible a causa de sus alianzas con el ocupante seléucida. Aparece en compañía de hombres de Israel calificados de "sin ley ni piedad" (anomoi kai asebeis, 1 Mac 7,5). Él

mismo recibe el epíteto de "impío" O Mac 7,9) y "manchado" (memolyslenos: 2 Mac 14,3). Aarónida (1 Mac 7,14), pone en práctica

todo para conquistar el cargo de sumo sacerdote O Mac 7,5.21;

2 Mac 14,7). Lo obtiene de manos del rey Demetrio I 06\-150). Su

pertenencia al linaje sacerdotal no tiene sombra de duda. Incluso los

asideos lo reconocen: "Ellos decían: Un sacerdote de la estirpe de

Aarón viene con el ejército: él no nos hará mal" (1 Mac 7,14). Está

incluso bien rodeado: "Los perturbadores del pueblo se unieron a él,

se apoderaron de Judea y causaron grandes males a Israel" O Mac

23

7,22). Defiende los intereses del rey Demetrio (2 Mac 14,8) en un

contexto en que Israel es obligado a ofrecer sacrificios en el Templo por el rey pagano (l Mac 7,33). Éste es el retrato de Alcimo dibujado por una literatura hostil. Sobre un fondo de rivalidades en

torno al cargo de sumo sacerdote y de reacciones opuestas frente al

helenismo, se enfrentan, pues, dos ideologías y dos grupos: los que

luchan por la independencia, la identidad judía y la legitimidad del

sacerdocio (¿oníada?), por una parte; por otra, aquellos que, como

Alcimo, defienden la sumisión leal al ocupante y tratan de legitimar

su propia autoridad sacerdotal».

A. KABASELE MUKENGE, L'unité littéraire du livre de Baruch. Études Bibliques. París, Gabalda, 1998, pp. 89-90.

***

«La llamada tan ferviente a permanecer fiel a laTorá sugiere una época en que la Ley está violentamente puesta a prueba y el nacionalismo está efervescente. El hecho de mostrar la vinculación a esta Ley,

exclusiva de Israel, hace pensar en una lucha contra el helenismo y

su tentación; pero, contrariamente a la elección de la lucha armada,

preconizada por algunos partidos, el autor de Baruc se alinearía, como

el de Judit, detrás del mensaje de Jeremías: rogad bajo el yugo del

ocupante, permaneced fieles a vuestro Dios y esperad el regreso que

os ha prometido. Por eso, bajo la figura del sumo sacerdote Joaquín,

que aparecía en la puesta en escena histórica en Bar 1,7, algunos investigadores ven la figura del sumo sacerdote Alcimo (161-159 a. C.)

descrito en los dos primeros libros de los Macabeos (l Mac 7,5-25 y

2 Mac 14): está descrito como un impío colaborador con el ocupante, enemigo de Judá y de sus hermanos. Sin embargo, la adhesión de

los judíos piadosos (los 1ulsidim) a este sumo sacerdote (1 Mac 7,13)

permite entrever otra imagen: la de un sumo sacerdote que preconiza otra política distinta a la de la lucha armada, una sumisión leal al

ocupante y la fidelidad a la Ley. En esta hipótesis, el terminus a quo

de la redacción de Baruc se situaría en el pontificado de Alcimo

(2 Mac 15,15-16)>>.

24

Jacqueline MOATI-FlNE, Baruch, Lamentations et Lettre de Jérémie. La Bible d'Alexandrie 25.2. París, Cerf, 2005, pp. 51-52.

***

A1kimo (Alciroo) visto por Flavio Josefo (finales del siglo 1). Compárese este relato tomado de las Antigüedades de losjudíos, XII, 16-

17, con el de 1 Mac 7 y 2 Mac 14.

<<Demetrio, hijo de Seleuco, huyó de Roma, conquistando la ciudad de

Trípoli en Siria, tomando a sueldo un gran número de tropas y haciéndose coronar rey. Los pueblos se rindieron completamente a él y abrazaron su partido con tanta alegría que entregaron en sus manos al rey

Antíoco [= Antíoco V Eupator] y a Lisias, al que hizo morir inmediatamente. Antíoco no había reinado más que dos años. Algunos judíos

que habían huido a causa de sus impiedades se volvieron a este nuevo

rey, y el sumo sacerdote Alcimo se unió a ellos para acusar a los de su

nación, y particularmente a Judas Macabeo y sus hermanos, de haber

matado a todos aquellos de su partido que habían caído en sus manos.

[Judas escapa al general Báquides, enviado por Demetrio] Alcimo,

para ganarse el afecto del pueblo y para afirmar su autoridad, hablaba

con tanta dulzura a todo el pueblo que algunos, de los que la mayor parte eran impíos y fugitivos, se unieron a sus filas. Comenzó entonces a

asolar el país e hizo morir a todos aquellos del partido de Judas que caían

en sus manos. Judas, viendo que se hacía fuerte de día en día, y que

tanta gente de bien perecía por su crueldad, se puso en campaña y mató

a todos aquellos de su facción que pudo apresar. Entonces este enemigo de su propio país, no encontrándose lo suficientemente fuerte como

para resistirle, se fue a Antioquía a pedir ayuda a rey Demetrio. [Demetrio envía entonces al general Nicanor, que muere combatiendo a

Judas] Alcimo, el sumo sacerdote, quiso demoler la antigua muralla del

santuario construido por los santos profetas, pero Dios le golpeó al instante con una enfermedad tan fuerte que cayó por tierra y murió después de haber sufrido durante varios días continuos e insoportables dolores. Había ejercido este cargo durante cuatro años, y el pueblo, por

aclamación general, eligió a Judas Macabeo para sucederle».

4 - Los proyectos de Judit

L

a primera gran parte de Jdt ha puesto en escena la extensión del imperio de Nabucodonosor hasta el corazón de

Judá (1,1-7,32), La segunda gran parte va a hacer que surja de este corazón la heroína que da su nombre al libro

(8,1-16,25). Ahora bien, hasta ahora, los únicos personajes presentados con algo de relieve han sido Nabucodonosor, Holofernes, Ajior, Joaquín y Ozías, todos hombres, y los tres primeros jefes guerreros. Nada de lo que se ha contado deja presentir la entrada en escena de una mujer.

La salvación vendrá, pues, de donde no se espera. Después

de la trágica pausa de la «depresión» que ha poseído a Betulia, un primer episodio presenta muy detenidamente a

la joven viuda (8,1-8). En un segundo episodio, ella toma

la iniciativa de convocar a los ancianos y exponerles sus

proyectos (8,9-10,9). Por último, en el tercer episodio,

muy breve, parte para ejecutarlos (1 O,9b-1 O).

Una viuda estimada

«En aquellos días se enteró de lo que estaba pasando Judit...» (8,1). De esta forma tan natural introduce el relato

a Judit, cuya semblanza prosigue durante ocho versículos

antes de una nueva mención del rumor en el v. 9: «Judit

se enteró de que el pueblo [...) se había amotinado contra sus jefes...».

セ⦅ -M _ __ Retrato _ de mujer M _

Genealogía (8,1). Su genealogía atestigua la misma libertad y la misma fantasía del autor que con respecto a

la historia o la geografía, Se emplean listas existentes tanto del libro de los Números (Nm 1 y 26) como de los de

Esdras-Nehemías (Neh 12¡ Esd 10)¡ ¡el árbol genealógico

está compuesto por una lista de contemporáneos! Judit

es viuda de un tal Manasés. Su nombre significa simplemente «la judía», y resulta mordaz al observar que ya es

llevado por una extranjera, la primera esposa de Esaú, hija

de Beerí, el hitita (Gn 26,34).

Posición social (8,2-8). El retrato de Judit es de hecho

bastante singular, pues, en los caps, 8 a 16 abundarán las

descripciones y calificativos, ofreciendo de esta mujer una

imagen bien diferente de la de la viuda de las leyes bíblicas

(por ejemplo, Dt 24,17-22). En efecto, ella no tiene nada

de persona aislada en situación precaria necesitada de protección y socorro (cf. el recuadro de la página siguiente),

2S

Una viuda llena de cualidades

según G. LABoUÉRIE, Judith, espérance d'Israel.

París, Centurion, 1991, pp. 53-54.

El final de 8,8: «Nadie hablaba mal de ella, porque era muy

religiosa», parece hacerse eco del poema acróstico que

cierra el libro de los Proverbios: «Engañosa es la gracia,

vana la hermosura; la mujer que teme al Señor merece

alabanza» (Prov 31,30).

Judit es Viuda desde hace tres años y cuatro meses. Su

marido murió de una insolación en el tiempo de la siega

de la cebada. Ésta comenzaba en primavera con la fiesta

de los Ázimos (le, mes, día 26; en nuestra historia es poco

más o menos el momento de la expedición de Holofernes, según 2,1). A la siega de la cebada le seguía la del trigo (111"' mes, día 15; período en el cual Holofernes ha inviuda (sin hijos, según parece)

vive en ayuno y oración

muy hermosa

muy rica

muy inteligente

sabia y hábil

dueña de sus asuntos

muy deseable

casta e irreprochable

influyente

desinteresada

8,2-5

8,5-6.31; 12,1-5

8,7-10; 10,7.19.21.23

8,7

8,29

10,19; 11,21.23

8,10

12,16; 16,22

8,9

8,10.14; 14,1-5

16,19.23-24

cendiado los campos de la llanura de Damasco, según 2,7).

La indicación temporal no es fortuita, pues el relato nos

sitúa muy claramente al final del verano, tras un largo período sin lluvia.

Después de su viudedad, Judit lleva una vida muy austera, «ayunaba todos los días, salvo...» (8,6).

Extraña viuda

Piadosa, ciertamente no tiene marido ni hijos para que le

aseguren la subsistencia, pero es joven, hermosa y rica.

¿No tenía goel ni levir para que se casara con ella según

las leyes de Dt 25,5-1 O? «La conclusión del libro subraya

esta anomalía -observa J. Cazeaux-, haciendo alUSión a

los múltiples pretendientes que la aguardaban, pero en

vano (16,22-23), con una ironía que la longevidad de Judit

no hace más que acrecentar, puesto que ella desafió hasta 105 ciento cinco años las reglas del levirato» (p. 198).

Añadamos una última observación. En toda la Biblia griega,

tres libros llevan el nombre de una mujer: Rut, la moabita

que se convierte en mujer de Boaz, madre de Obed y abuela de David; Ester, tránsfuga convertida en reina en el extranjero para la salvación de su pueblo; y Judit, la joven viuda estéril que se convierte en la madre de su pueblo. Aunque

«toda mujer en Israel es potencialmente la madre del Mesías, mediadora del acontecimiento redentor, únicamente

el libro de Judit presenta a su heroína con semejante lujo

de detalles, todos positivos» (G. LABOUÉRIE, pp. 52-53).

Los proyectos de Judit

¿Por qué Judit toma la iniciativa y decide convocar a los

tres anCianos? Es muy difícil explicar esta decisión. Pero lo

25

que desencadena todo es el conocimiento por parte de Judit de un doble rumor que cuestiona a Ozías.

Judit y los jefes de Betulia

------ ----- -- - ----

La invitación (8,9-10). «Judit se enteró de que el pueblo [...) se había amotinado contra sus jefes. y se enteró

también de que Ozías...» (v. 9). El doble rumor referido se

centra en Ozías. La invitación que comunica la criada reúne para una convocatoria y tiene por causa primera el famoso plazo de cinco días.

Judit interviene por primera vez (8,11-27). Igual que

una profetisa, Judit desvela de entrada el pecado de los

jefes de Betulia: «No es acertado lo que habéis dicho al

pueblo [...) ¡OS habéis atrevido a poner a prueba al Dios todopoderoso!» (8,11-13). Es una auténtica requisitoria.

Pero inmediatamente Judit refuta también la teología

deuteronomista de la retribución colectiva y temporal,

tan apreciada por los antiguos profetas de la monarquía

judea-israelita: «Porque si [el Señor) no quiere ayudarnos

en esos cinco días, tiene poder para hacerlo cuando quiera o para destrUirnos ante nuestros enemigos» (8,15). Rechaza la antigua acusación de idolatría (8,18-19). Así pues,

no se trata de un castigo divino. Dios no se venga de su

pueblo. «Esperamos, por tanto, que no nos abandonará

ni a nosotros ni a nuestro pueblo» (8,20b).

Este discurso es un buen ejercicio de discernimiento: «Primeramente, volver -definiéndola simplemente para la finalidad buscada- sobre aquello en que deben apoyarse

permanentemente la reflexión y la acción; después, pararse en medio de la presión y establecer el orden de las

responsabilidades y prioridades; por último, decidir la acción que hay que ejecutar a fondo» (G. LABOUÉRIE, p. 65).

Para Judit, la finalidad de Israel es el honor de DIOS. Los

vv. 24-26 hablan de la decisión que Judit quiere compartir con sus interlocutores: «Seamos ahora un ejemplo

para nuestros compatriotas, porque su Vida depende de

nosotros [...) demos gracias al Señor, nuestro Dios, que

nos pone a prueba como también puso a prueba a nuestros antepasados».

Respuesta de Ozías (8,28-31). Ozías responde muy

cortésmente. Ciertamente, comienza elogiando a su interlocutora, su inteligencia y su bondad (vv. 28-29). Pero

es absolutamente insensible a un cambio de actitud: «El

pueblo [...) nos ha obligado a hacer lo que les hemos dicho y a comprometernos con un juramento que ahora no

podemos transgredir» (8,30). Quizá Ozías y sus compañeros hubieran podido prestar atención a la advertencia de

Qohélet: «No se precipite tu boca ni se apresure tu mente cuando lleves un asunto ante Dios, porque Dios está en

el cielo y tú en la tierra [...) No consientas que tu boca se

haga culpable, ni digas ante el mensajero de Dios que fue

una inadvertencia» (Ede 5,1.5).

No queda más que el famoso plazo de cinco días. La única solución que puede considerar Ozías como intervención

del Señor para volver a dar fuerzas a los judaítas es la lluvia: «Pide por nosotros para que el Señor envíe la fiuvia...»

(8,31). Y, ciertamente, el Dios de Israel puede enviar la lluvia ante la oración de su profeta, como lo muestra el

ejemplo de Elías (1 Re 18,1.42-44).

Judit no rechazará rezar; su oración ocupa todo el capítulo siguiente. Pero ella actuará ets; Deus non daretur (como

si Dios no existiera) frente a la abdicación de los jefes.

«Completamente agotados, intelectual y espiritualmente, ya no son los jefes de Betulia, sino ciudadanos como

los demás, abdicando de sus deberes con respecto al futuro de su pueblo» (G. LABOUÉRIE, p. 69).

Judit interviene por segunda vez (8,32-34). Judit

anuncia su plan. O más bien anuncia que tiene un plan. El

primer elemento habría podido despertar la atención de

sus interlocutores; con una orgullosa humildad, afirma:

«Vaya hacer una cosa que se contará de generación en

generación entre los descendientes de nuestro pueblo» (v.

27

32). Igual que Débora en Jue 4,9, se atribuye por anticipado el honor de esta acción, Después, con la autoridad de

un jefe, ella da sus órdenes... a los jefes: abrir las puertas

y guardar silencio. Del propio plan no desvela nada, excepto la interpretación que se debe hacer de él: «Antes de

que se cumpla el plazo que habéis fijado [...] el Señor se

servirá de mí [lIt. por mi mano] para liberar [lit. visitar] a

Israel» (v. 34), La «visita» del Señor es un término habitual

para designar una intervención divina, favorable o de castigo, destinada a poner fin a una situación de crisis o de

opresión (Gn 50,24; Ex 3,16). Ya era objeto de la oración

de los israelitas en Jdt 4,15: «Clamaban al Señor con todas sus fuerzas para que salvase [lit. visitase] a todo Israel». Con un rasgo de ironía que sólo aparecerá después,

el «por mi mano», fórmula figurada (= por mi medio) se

comprenderá en sentido propio.

La partida de los jefes (8,35-36). Ante semejante autoridad, nadie la discute: «Que el Señor Dios te guíe...»: la

despedida de Dzías es un deseo que relaciona Ja acción de

Judit con otros episodios liberadores en que el Señor se

compromete ante su pueblo: salida de Egipto (Ex 13,21-

22), Débora y Barac (Jue 4,14), guerra de David contra los

filisteos (2 Sam 25,4).

La oración de Judit

Se trata de una oración de súplica. Después de la introducción narrativa de 9,1, está compuesta por cuatro momentos: petición de ayuda al Dios de «mi padre Slmeón»

(vv, 2-4), al Dios señor de la historia (vv. 5-6), petición de

Intervención contra los aSirios (vv. 7-10) Y reconocimiento

de DIos como protector de Israel (vv. 11-14), Es comparable a la de Ester (Est C, 12-30), a la oración de Daniel (Dn

9,4-19), a la súplica de Sara (Tob 3,11-15).

28

Una actitud de duelo (9,1). Judit se desviste para la

oración: aparecen los gestos y signos, especialmente el

«saco», vestido de penitencia, hecho con pelo de cabra o

de camello, que dejaba al descubierto el busto y las piernas. Igual que en Dn 9,21, su oración coincide con la hora

de la oblación de la tarde. Expresa así su comunión en la

fe y la oración con el culto del Templo de Jerusalén.

El Dios de Simeón (9,2-4). La invocación inicial al Dios

«de mi padre Simeón» evoca con palabras encubiertas la

violación de Diná, hija de Jacob y Lía, y el castigo fraudulento de los culpables por Simeón y Leví (Gn 34). Si en Gn

34,30 Jacob reprocha a sus hijos su venganza criminal,

otros textos como el Testamento de Leví 6-7 o el libro de

los Jubileos 30 excusan su engaño y la masacre de los Slquemitas, debilitados por su aún muy reciente circuncisión. Judit hace lo mismo, atribuyendo al propio Dios una

palabra del narrador del GéneSIS: «No será así» (Gn 34,7,

citado en Jdt 9,2), palabra que justifica argucia, matanza, saqueo y reparto de despojos «entre tus hijos amados que, inflamados por tu celo, ante la horrible ofensa

infligida a su sangre, te invocaron para que los ayudases». Ya se anuncia el engaño proyectado por Judit para

vencer a Holofemes, «¡Escucha, Dios mío, a esta viuda!»:

viuda, ciertamente, como Ablgail (2 Sam 11,26-27) o Rut

(Rut 1,6), pero no menesterosa (cf. Ex 22,21-23 y 11). La

violación de Diná es vivida por Judit como una Infamia

nacional.

El Señor de la historia (9,5-6). Dios es el Dios del pasado, del presente y del futuro. Todos los acontecimientos le son contemporáneos: «Todos tus caminos están

preparados y tus deCisiones previstas de antemano»,

Súplica por el presente (9,7-10). Judit presenta en detalle a los asirios, su arsenal militar y sus proyectos de

«profanar tu santuario, manchar la tienda donde mora la

gloria de tu nombre y derribar con hierros los salientes del

altar» (9,8). Judit no puede responder con el mIsmo arsenal' «Unos confían en los carros, otros en los caballos, /

nosotros, en el nombre del Señor, nuestro DIos. / Ellos se

tambalean y caen, / nosotros nos mantenemos en pie»

(Sal 20 [19),8-9).

Una primera petiCión concierne al Señor. «Mira su soberbia, descarga tu cólera sobre sus cabezas» (v, 9a). Emplea

el lenguaJe de los oráculos contra Asur (ls 10,12).

Una segunda se aplica a Judit sus armas son su mano y

sus labiOS. Judit ha asegurado a los Jefes de Betulla que el

Señor vIsitará a Israel «por su mano» (8,33). En la súplica

se desvela su plan: «Concede a esta viuda poder realizar lo

que ha planeado. Que mi lengua seductora sirva para golpear al esclavo con su Jefe y al Jefe con su errado. Que mi

mano de mUjer quebrante su arroganCia» (vv. 9b-1 O)

«¿Cómo podría cumplir una mUjer esta obra diVina? Ella es

débil, es el símbolo de una raza desprOVista ante la fuerza de un Imperio mundial pagano. Empleará la astucia. Su

colaboraCión provIsional con el general, que representa al

helenismo, será la SimulaCión de la Sabiduría diVina. La

marrullería de la serpiente del GéneSIS en el paraíso terrenal va a volverse contra los enemigos de DIOS, . Éste era

uno de los atributos de la sabiduría tradicional, esa diplomática suaVidad, absolutamente oriental, destinada a engañar a los bárbaros, Judit usará de la habilidad con que

DIOS ha dotado a sus mejores Siervos, Pone al serviCIO de DIOS

la cautelosa habilidad de la que Jacob, su venerado antepasado, había dado muestras en "SIria de Mesopotamla"»

(J STEINMANN, pp. 81-82).

El protector de Israel (9,11-14). La titulaCión desarrollada en los vv. 11-12 es un verdadero credo que enumera diez atributos del Señor al que ella Invoca DIOS de

los humildes y rey de toda la creaCión, es «el DIOS de mi

antepasado y el DIOS de la heredad de Israel». Los vv. 13-

14 aplican esta titulaCión a la SituaCión presente: «Escucha mi súplica y dame palabras seductoras para herir mortalmente [oo.] no hay fuera de ti ningún otro protector de

la raza de Israel»,

La oración de Judit es la de una mUjer que proyecta la liberaCión de su pueblo. Los enemigos de su pueblo son los

enemigos de DIOS. Consciente de su propia debilidad y de

la desesperanza de su pueblo, apela al DIOS de los pobres,

de los pequeños (v. 11), al DIOS de su familia. No se dirige

al DIOS de los eJérCitos, YHWH Sabaot, ni al DIOS del Templo o de la Ley Su DIOS se manifestó antaño a favor de su

pueblo, en los tiempos antiguos de su padre Slmeón,

Mientras que en el período helenístICO la reputaCIón de la

persona adqUiere ImportanCia, Judit no se preocupa más

que de la reputaCión del Señor. Es de su fe, de su meditaCión de los aconteCimientos de salvaCión de su propia familia, de donde Judit saca su audaCia y su fuerza.

La mujer sagaz

«La figura de JudIt domma todo el relato hermosa (l0,4 7141923,

11,21 23, 12,13, 16,69), sagaz, llena de deCISión en medIO de una

CIUdad desamparada, firme, valerosa, que lleva la audaCIa hasta

la temerIdad, desenvuelta en el arte de sedUCIr y de poner en práctIca los artIficIOS de la astucIa y la mentlra (9,10,10,13-14,11,5-

6 16-17, 12-414-15), por otra parte muy "observante" y preocupada por la 'pureza alImentarIa (l0,5, 11,3, 12,2) Y corporal

(12,79), un tanto altlva, orgullosa antlclpadamente de la "hazaña que va a llevar a cabo, y que se transmltlrá de generacIón en

generacIón" (8,32), pero contando con DIOS, al que en el momento deCISIVO ella mvoca de una manera patétlca "Fortaléceme

en este momento, Señor, DIOS de Israel" (13,7) Al final del relato, el autor nos mforma de que "muchos la desearon, pero mngún

hombre la conocIó en todos los días de su Vida" (16,22) Esto se

comprende cuando se ha matado a Holofernes, ya no se consIgue marIdo»

E OSTY, <dntroductlOn au hvre de JudIlh»,

en Blble Osty-Trmquet Pans. Semi, 1973, pp 949 950

29

Los preparativos de Judit

Jdt 10,1-5 describe con precisión los preparativos de Judit:

adorno y provisiones. Reemplaza la austeridad del «saco»

por los más suntuosos vestidos. Para nuestro propósito

es inútil extendernos en una discusión textual (los manuscritos varían) relativa a los panes puros y al queso. Judit jamás comerá otra cosa estando con Holofernes que

lo que ha preparado y llevado con ella. El v. 5 enumera en

primer lugar los continentes, una bota (askopytiné) para

el vino, una alcuza (kapsakés) para el aceite y unas alforjas de cuero (pera) para las otras provisiones.

Entre todas las mujeres. La desCrIpción de los w. 3-4

apunta al procedimiento midrásico al mezclar diversos pasajes tomados de otros textos bíblicos. Detrás de la lenta

preparación de Judit, el lector informado adivina a Tamar,

otra viuda que se disfraza para engañar a Judá (Gn 3B), a

Abigail escogiendo sus provisiones para salvar a su familia (1 Sam 25, 1B) o incluso, más curiosamente, a las mujeres de Jerusalén, de cuyas actitudes y adornos se burra

el profeta Isaías (ls 3,20; pero ¿no es justamente eso, en

este juego entre Is y Jdt, un elogio del artificio cuando el

fin perseguido es noble?).

«La acumulación de las vinculaciones literarias que el autor establece con otros personajes bíblicos femeninos da

a su libro una resonancia desconocida hasta entonces. Por

necesidades de la causa, todas estas heroínas se convierten, en un poderoso sincronismo, en contemporáneas.

¿Qué es lo que ha podido impulsar a un autor del siglo 11

antes de la era cristiana a desarrollar estos temas? Una

parte de la respuesta a esta pregunta se puede encontrar

en el tono irónico del libro. En efecto, la burla no es más

que un procedimiento literario destinado a despertar el

interés del lector. Sirve extraordinanamente para la polé30

mica; es un procedimiento subversivo. Hemos visto que

Susana [= Dn 13] es más que un panfleto feminista. No es

la reivindicación de la mujer lo que se defiende en él, sino

el derecho de cualquier inocente a la justicia. Para Judit,

por el contrario, el juicio es muy diferente [...] Judit va más

allá que Susana en la contestación. Susana es subversivo

interesándose por el caso de una mujer que se defiende

ante sus jueces contra las acusaciones hipócritas de viejos

verdes. Judit lo es aún más mostrando que una mujer

puede tomar la iniciativa y convertirse en un modelo de

fe y de martirio cuando los "ancianos" se encierran en la

autosatisfacción. Judit es, en alguna medida, David resucitado, es Judas Macabeo en femenino; su nombre lo confirma, por otra parte (1 Mac 3,1-9). En la época de la redacción de Judit no debía de resultar trivial feminizar al

héroe del día» (A. LACOCQUE, pp. 52-53).

Judit y su acompañante se encuentran con los tres ancianos en la puerta de la ciudad (1 O,6-9a). Éstos ignoran completamente el plan de Judit, pero, con confianza, elevan

una oración: «El Dios de nuestros antepasados te favorezca y lleve a término lo que vas a hacer para gloria de

los israelitas y exaltación de Jerusalén» {10,B}. Como respuesta, Judit «adora a Dios».

El relatp no deja de señalar ni la impresión producida por

Judit: «Quedaron cautivados por su belleza» -¿primer indicio de una lograda preparación?- ni las órdenes que ella

da a fin de salir «para llevar a cabo lo que habéis hablado

conmigo». A decir verdad, se esperaría más bien una expresión del tipo «lo que he hablado con vosotros» o al menos «de lo que hemos hablado».

Partida de Betulia

El relato de la partida es breve (1 0,9b-1 O) Sin embargo, parece estirarse durante tanto tiempo como la mirada de los

asediados. Por otra parte, se tiene la Impresión de que la

muchedumbre no ha dejado de engrosar para ver partir a

las dos mUJeres' se menCiona al prinCipiO a los tres anClanos (v. 6), después a los Jóvenes que guardan la puerta (v.

9) y más tarde a los hombres de la ciudad (v. 10). Las miradas de todos siguen a la heroína «mientras bajaba por

la falda del monte hasta que atravesó el valle». Al regreso

no habrá nadie que aguarde ni espere (Jdt 13,1 Ob-11).

Elena, Judit y María

En 1931. Imtado por el éXito de la pieza de Jean Glraudoux. JUdlth,

Paul Claudel compuso un largo poema Destacando a la heroína bíb[¡ca sobre la mitología literaria (cf más abajO la alUSión a la Ilía

da de Homero), se entrega resueltamente a una lectura cristiana tlpológlca «Judit es la flor de la Sabiduría de DIOS. que los místiCOS

judíos llaman Sheklná La pequeña CIudad asedlOda sobre la montaña es la fortaleza donde se mantienen los creyentes en el DIOS de

Israel Nabucodonosor y Holofemes son el enorme tampón matena-

[¡sta en medIO del cual chapoteamos El arma de Judit es la belleza

y la caridad [ 1La cabeza de Holofernes es el periódico botín que

la IgleslO se cobra de los herejes »(Carta a Darlus Mlihaud) Hay

que admirar la intUICión, aunque debemos mostrarnos más reservados con el deje polémico que, en lo que sigue, ve en el «monstruo»

Holofernes lasfiguras de NestorlO, Calvlno. Darwln, Renan, Nietzsche, Lutero o Joseph Prud'homme

«Homero nos dice que cuando Elena pasaba por la muralla del Ihón,

las mUjeres y los vieJos que habían Ido allí para esperarla, llenos de funa y maldiciones,

desde que la vieron aparecer de repente, como el mar,

desde que sintIeron esa mirada sobre ellos, posarse sobre ellos la mirada tranqUIla de esos OJos verdes,

callaron, y una especie de admlraclOn y SUSpiroS llenaba sus salvajes corazones,

comprendiendo que más vale para el alto Pérgamo perecer que pnvarse de semejante rostro

Así, y mil veces más bella, e lITadlando la glona prefigurada de María,

los sacerdotes y los ancIanos cuando vIeron a JudIt con su cnada avanzar hacla la puerta de Betuha

Ella tIene estrellas en las orejas, y el sol sobre su cabeza, y púrpura en los pies, y fuego alrededor del talle

La antífona del OfiCIO nos dice que ella es ternble como un ejérCIto dispuesto en orden de batalla

[ ]

Una paloma invenCible está en sus oJos y de sus labIOS se escapa un ahento bermejO

He aquí que Betuha envía haCIa el Monstruo a la MUjer vestida de sol»

Paul CLAUDEL, «Judllh» (fragmento), Oeuvre poétlque

Blbhotheque de la Plélade París, Galhmard. 1967, pp 786 Y1162

31

El midrás de Gaster

El texto de este mldrás, descubIerto y publicado en 1924 por M Gaste" procede de un manuscrito de la Edad Media (SIglos x u Xl) La CIUdad asediada es Jerusalén y Holofernes ha dejado SitIO a un rey llamado Seleuco (el nombre, llevado por vanos monarcas, aparece por eJemplo en Dn 11,5-9 o 2 Mac 3,3) Judit es «extraordlnanamente hermosa», de ascendencia real y sacerdotal Sobre fondo de ayuno y oraCión,

la intriga se [¡mita a la noche fatal En la partida y al regreso a la Ciudad, el relato mencIQna sospechas por parte de los guardiaS La fecha

de la hazaña sefiJa en el mes de Adar (duodéCImo mes), mes de lasfiestas de Punm, la cual celebran el triunfo de Ester los días 14 y 15 Un

Juego de ecos Intertextuales (indIcados aquí entre parénteSIS) relaCIOna la acción de JudIt con la de Ester (Est 5), pero tamb,én con la de EJud

(Jue 3) o, mas curIOsamente, ViSto el contexto, con la de Agar(Gn 16) y con el banquete con que concluyen los proyectos de DaVid relatiVOS

al Templo (l Cr 29)

1 HIstona Nuestros rabInOS enseñan El dieciocho de Adar es el día

en que Seleuco subiÓ Está enseñado como asediaba Jerusalén, Israel estaba en saco y ayuno

2 y habla allí una mUjer extraordInarIamente hermosa, y su nombre

era JUdit, hiJa de AJltob Oraba cada día en presencia del Santo -bendIto sea- en saco y cemza Y el Santo -bendito sea- le Inspiró en el

corazón hacer un prodigiO por sus manos Y ella se fue Junto a los

guardias de la entrada

3 y les diJO «Abndme QUizá se realice un prodigIO por mi mano»

Ellos le dijeron «¿No pasarás al otro bando?» Ella les diJO «DIOS

me guarde de ello» Ellos le abneron

4 y ella se fue al campamento de Seleuco, ella y su cnada Y les diJO

«Tengo un mensaje secreto para el rey (lue 3,19»> Ellos fueron a

anunclárselo al rey, y le dijeron «Una hermosa Joven ha vemdo de Jerusalén y dice Tengo un secreto para el rey» Elles diJO «Que pase»

5 Ella entró Junto al rey y se postró ante él El rey le dIJO «¿Cuál es

tu dispOSIción?» Ella le diJO «Señor, soy de una gran familIa de lerusalen Y mis hermanos y la casa de mi padre son reyes y sumos sacerdotes He escuchado que decían con respecto a ti "Ya le ha llegado el tiempo a esta CIUdad de caer en tus manos" Y me he

presentado antes ante ti para encontrar gracia ante ti» (Est 5,2) Desde que el rey VIO su hermosura y escuchó sus palabras, obtuvo gracia a sus OJos Y se regocIJó con la buena noticia que ella le anunCiaba Y ordenó a sus siervos que prepararan un gran banquete

6 Mientras ellos se ocupaban en eso, ordenó hacer salIr a todos los

cortesanos de su presencia Y se encontró solo con la muchacha Y

la solICitó para una aCCIOn culpable Ella replIcó y diJO «Señor, yo

no he vemdo para eso

7 Pero en este momento, no es pOSible, ya que me encuentro en mi

Impureza Y esta noche es mi punficaclón

32

8 Pero deseo que el rey dé orden a un heraldo, cualqUiera que vea a

una mUjer y a su cnada que va durante la noche a la fuente, que no

la toque Y cuando la mUjer vuelva, se pondrá en manos del rey, y

hará con ella como mejor le parezca (Gn 16,6»> Así lo hizo el malvado

9 y por la noche InVitó a todos los cortesanos y sus generales y sus

siervos Comieron durante el banquete con gran alegría (l Cr 29,22)

y se embnagaron con el VInO

10 Cuando los cortesanos vieron que el rey InclInaba la cabeza, diJeron «Salgamos de su presencia, pues su deseo es encontrarse a solas con la Judía» SalIeron de Junto a él Se quedaron el rey, la Joven

y su cnada

11 Ellas cogieron la espada y le cortaron la cabeza La tomaron y salIeron

12 y cuando salieron, los soldados las dIVIsaron Se dijeron uno a

otro «Que nadie las toque, pues es orden del rey» Ellas salIeron y

fueron a Jerusalén en mediO de la noche

13 y ellas les dijeron «Abndnos, pues el prodigiO ya se ha realizado» Los guardias le dijeron «¿No es sufiCiente para ti haber cometido una falta, para querer entregar la sangre de Israel?» FInalmente,

ella les tilZO un Juramento Y no la creyeron hasta que ella les mostró la cabeza del malvado Y la creyeron y le abneron

17 y desde ese día hiCieron un día de fiesta Desde que ocurnó esto

el segundo día, Israel saltó y levanto la mano contra las tropas

19 y los mataron hasta hacerlos desaparecer del mundo Y los supervIvientes dejaron sus caballos y sus nquezas y huyeron E Israel

llego y lo saqueó todo

Citado por A -M DUBARLE, Judtth,

1 Études pp 80 81, Y11 Textes, pp 100 103

5 - Judit y Holofernes

L

a Europa del Renacimiento ha dejado muchas imágenes sorprendentes, dramáticas, del relato central de la segunda gran parte del libro, el encuentro entre un cruel jefe militar y una heroína determinada. Maquillada por una

aparente debilidad, ocultada baJo una belleza fíSICa que no dejamos de admirar -y que hace de pantalla-, la fe de

ésta se hunde en la historia de su pueblo.

Los «labios del engaño» y la «mano de la viuda» (9,9) van

a ejecutar sin odio el plan previsto. Siete momentos subrayan el encuentro que llevará a la muerte programada

de Holofernes. En primer lugar, el contacto con una avanzadilla (10,11-17) Ydespués la llegada al campamento militar (10,18-19). Por último, a la entrada de la tienda del

general tiene lugar el primer cara a cara entre la bella judía y el poderoso soldado (10,20-12,4). Judit se instala en

el campamento (12,5-9). Una tarde, Holofernes la invita,

empujado por el deseo (12,10-15). Judit le lleva a embriagarse (12,16-20). Finalmente, sola con él, último episodio,

ella le corta la cabeza (13,1-1 Oa).

En el campamento enemigo

Judit Ysu criada, acompañadas por la mirada de todos los

asediados, han abandonado Betulia. «Iban deprisa.,,»

(10,11), ¿puede haber más franca expresión de la determinación que las anima?

La hermosa tránsfuga

- - -

Encuentro con una avanzadilla (10,11-17). Interrogatorio policial, control de identidad: Judit se presenta

como una tránsfuga de los hebreos: «." porque están a

punto de caer en vuestras manos» (v. 12). Ella es hermosa y su belleza inclina a los soldados a la confianza. Ella

busca encontrarse con Holofernes y usa ya un engaño: «Le

mostraré un camino para que pueda pasar y apoderarse

de toda la montaña".» (10,13). Se presenta como una

traidora a su bando. Queriendo revelar un camino secreto para poder franquear la montaña, mantiene el mismo

discurso que el traidor Efialtes, el cual, en Herodoto (Histona, VII, 213), muestra a Jerjes cómo acceder al desfiladero de las Termóplias.

En el campamento militar (vv. 18-19). Una facción

de Cien hombres para acompañar a dos mUJeres, después

33

un grupo tumultuoso. Es la seducción conseguida y la admiración de todos: «¿Quién puede despreciar a un pueblo

que tiene mujeres tan bellas?». Nos parece escuchar la pregunta a propósito de la sabiduría de la Ley en Dt 4,6-8.

La belleza de Judit recibe el homenaje sucesivo de diversos grupos de hombres. Después de la admiración de los

ancianos de Betulia (10,7-8), aquí estamos ante centinelas asirios que la escuchan y ven su rostro radiante de belleza (cf. 10,14) Y después todo el campamento, en el que

su entrada turba la disciplina militar provocando un tumulto: «Se originó un gran revuelo» (10,18). ¿Qué hará

Holofernes?

¿Una apología del odio nacional?

«Desde el punto de vista moral y religioso, [el libro de Judit] está

incluso por debajo del libro de Ester; es la apología del odio nacional y religioso, de la perfidia y el asesinato ad maiorem Dei

gloriam. Ciertamente, estos sentimientos se explican históricamente por las circunstancias trágicas en que se encontraba entonces el judaísmo. Pero sólo podemos felicitar a los rabinos por

no haber admitido este libro en el canon bíblico; tanto más cuanto posee un regusto de sensualidad que sin duda no era querido

por el narrador, pero que resulta de las arriesgadas situaciones en

las que sitúa a su heroína».

A. LODS, Histoire de la littérature hélJra¡que et ju¡ve.

París, Payot, 1950, p. 791.

«Si los rabinos hubieran estado verdaderamente inspirados por

los principios que les presta Lods, nos preguntamos por lo que

habría quedado de los libros del mismo canon palestinense».

J. STEINMANN, Lecture de Judith.

París, Gabalda, 1953, p. lO.

Ante Holofernes

La escena es larga y casi enteramente dialogada

(10,10-12,4). Después de una breve Introducción narratl34

va, se compone de una acogida de Holofernes, una respuesta extremadamente detallada de Judit y una conclusión que, irónicamente, antiCipa la continuación, puesto

que se trata de una invitación a partiCipar en un banquete.

Postración (10,20-23). Holofernes duerme. El lujo de

su lecho se hace eco del lUJO con el que se ha adornado

Judit. Él sale de la tienda precedido por treinta lámparas

de plata. Su reacción y la de sus oficiales concluye la larga cadena de la admiración masculina ante la seducción

femenina: «Quedaron todos cautivados por la belleza de

su rostro»,

Judit «se postró en tierra ante Holofernes». El vocabulario es preciso, el de la adoración, la proskynesis. En 10,9, el

verbo se aplicaba a Dios: «Ella adoró a Dios»; aquí es Holofernes su 、・ウエゥョ。エセイゥッN En 3,8 era a Nabucodonosor al

que se le tributaba la proskynesis como a un Dios,

Aunque la postración no implicaba necesariamente la divinización de los soberanos, algunos lo impusieron como

tal. Alejandro Magno lo exigió a partir de un cierto momento, según Quinto Curcio, histOriador latino del Siglo 1:

«No quería sólo que se le llamara, sino que se le considerara como hijo de Júpiter, como si tuviera sobre sus conciencias el mismo poder que sobre sus lenguas. Exigió entonces a los macedonios que le saludaran a la manera de

los persas, postrándose por tierra en humilde adoración»

(Historia de Alejandro, VIII, 5). Y Antíoco IV reivindicó, siguiendo al lágida Ptolomeo V, el título de «Theós Epifanés» (Dios manifiesto).

Palabras de acogida (11,1-4). Aparecen varios temas

en el discurso de acogida de Judit por parte del general de

Nabucodonosor, «el rey de toda la tierra». ¿La razón del

más fuerte es siempre la mejor? Atestiguado en el Gorglas de Platón (483d-484c), el adagio parece subyacer aquí

en el discurso.

Pero éste retoma también el vocabulario de los oráculos

de salvación del regreso del exilio: «No temas, que yo te

he rescatado, te he llamado por tu nombre y eres mío»

(ls 43,1-4), Por último, Holofernes no olvida preguntar a

su visitante: «Dime ahora por qué has hUido de ellos y te

has pasado a nosotros» (11,3),

Discurso con doble sentido

El discurso de Judit (11,5-19) es un modelo de ironía, Todos los comentaristas lo subrayan y han visto en ello con

razón una de las claves de lectura del conjunto de la novela. En efecto, el discurso juega absolutamente con el doble sentido de las palabras empleadas: la veneración y la

adoración que Judit dispensa al Señor, al único Dios de Israel, son comprendidas por su interlocutor como SI estuvieran destinadas a él.

Elogio del vencedor (vv. 5-8). Judit empieza por elogiar a Holofernes. Para Holofernes, Judit es sierva de su

señor Nabucodonosor (11,1.4). Judit se proclama sierva de

Holofernes, sierva de aquel que acaba de afirmar su poder y su sabiduría. Pero en el mismo movimiento lanza un

ataque escondido «Y presenta un desafío secreto a Holofernes; que su talento lo descubra, que su poder la domine. Por el contrario, él va a mostrar su impotencia Ysu ingenuidad» (L. ALONSO SCHOKEL, p, 392),

Ecos del discurso de Ajior (vv. 9-10). Los vv. 9-10 remiten al discurso de Ajior a Holofernes (5,5-21). Judit valida de alguna forma el discurso de AJlor sobre la teología

de la retribución desarrollada por el amonita: «No despreCies sus palabras, Y hazle caso, porque es verdad.,,», A.

Momlgllano ha señalado un paralelo con la HIstoria de Herodoto: «En Herodoto, libro VII, 2º parte, la escena militar

está dominada por la defensa del paso de las Termópilas,

La escena ideológica está dominada por la conversaCión

entre Jerjes Y el espartano Demarato, que explica a Jerjes

por qué los griegos, Y sobre todo los espartanos, no cederán ante los persas; ellos no obedecen a individuos humanos, sino a la Ley. En el libro de Judit, antes de que aparezca en escena la propia Judit, nuestro interés se centra

en el aspecto militar, en las Termópilas Judías, ese misterioso lugar de Betulia, mientras que el trasfondo ideológico está ocupado por la conversación entre Holofernes y

AJior, que no es judío pero que llegará a serlo sin que entonces se pueda predecirlo (porque es amonita). Ajior explica a Holofernes que los judíos no cederán en tanto obedezcan a la Ley» (A. MOMIGLlANO, o. c., p. 481).

Atrapados por el pecado (vv. 11-15). Judit detalla el

pecado de Betulia y de Jerusalén: consumo de las primiCias y de bebidas consagradas, Judit parece querer dar una

leCCIón de religión al conquistador hablando de tabúes alimentarios y conduciendo a su interlocutor a un terreno

en el que es absolutamente ignorante, Así pues, ella se

propone ser su Indispensable consejera. Los problemas de

alimentaCión debidos a la falta de agua condUCirán irremisiblemente a la gente de Betulia a cometer lo irreparable, Quizá el texto sugiera que la transgresión de las leyes

alimentarias es un camino para sucumbir a la cultura pagana y caer así en la Idolatría,

Una mensajera divina (vv. 16-19). La ironía alcanza

aquí su punto más elevado. Judit no es una tránsfuga

cualqUiera. Su insigne piedad hace de ella la mensajera de

DIOS para Holofernes, la anunCiadora de la victoria futura.

SI ella ha hUido es por devoción, para eVitar pecar. Ella rezará por la noche, en el valle, y Dios le dirá «cuándo han

cometido ya esos pecados» (dicho de otra manera: tiene

línea directa con Dios), «Entonces vendré y te lo comunicaré [",] Te conduciré [",] ante Jerusalén y pondré tu trono en medio de ella [",] Todo esto me ha sido revelado an3S

Ajior (Jdt 5,5·24)

En la tienda de Holofemes

Día

Discursos de Ajior y de Judit, paralelos

Judit (Jdt 11,5-12,1)

En la tienda de Holofemes

Noche

Hombre

Jefe de ejército victorioso

Leal

Habla verdaderamente

Afirma el poder del Dios de Israel

Aconseja informarse e incita a la prudencia

No es creído

Condenado a muerte y expulsado hacia sus enemigos

ticipadamente y he sido enviada para anunciártelo». El

lenguaje no está lejos del de los apocalipsis, con la comunicación de secretos divinos, pudiendo remitir la «presciencia» reivindicada por Judit a la de Daniel (cf. Dn 2).

¿Ha realizado Judit sus objetiVOs: ganarse la confianza de

Holofernes, retrasar el ataque del ejército para tener

tiempo de actuar, tener una conversación con Holofernes

y encontrar una vía de salida para sí misma? La continuación del relato aclara estas preguntas.

El banquete de conclusión

Después de este detallado discurso -ofrecido al lector

como una obra maestra de ironía-, Holofernes cree actuar como señor. Acoge a Judit con liberalidad, y su primera orden es organizar un banquete (11,20-12,4). Pero,

puesto que él ha sido seducido, ha empezado a ser venCido, aunque él aún lo Ignora.

36

Mujer

Sola, de un pueblo derrotado

Tránsfuga

Confirma esa verdad

Confirma su fe en el Dios del cielo

Afirma el pecado de Israel y predice la victoria

Es creída

Con la vida salvada, es integrada en el pueblo enemigo

Un hombre subyugado (vv. 10-13). La respuesta de

Holofernes muestra hasta qué punto está subyu'gado: la

belleza, la inteligencia de Judit lo han seducido, a él y a sus

oficiales. Judit acaba de ofrecerle la realeza de Jerusalén

adherida a su estrategia. Hermosa, inteligente y piadosa:

las tres cualidades de la tránsfuga hacen efecto en el general de Nabucodonosor. Se va a convertir: «Tu Dios será

mi Dios» (v. 23). ¿Habría ganado Judit allí donde Ajior no

habría obtenido más que Insultos y la entrega como prisionero a los israelitas (5,22-6, 13)? ¿Aceptaría Holofernes

la imagen de Dios ofrecida por AJior? La belleza de Judit

ha «vendido» a su Dios a los asirios. Holofernes aún no

sabe cuál será el precio.

Un hombre seductor (12,1-4). El hombre subyugado

pretende ser un seductor. El relato describe los primeros

trabajos de aproximaCión y conquista de Judit por parte

de Holofernes. La introduce en su comedor privado, aquel

con la vajilla de plata, y «ordenó que se le sirviera de su

propia comida y que bebiera de su propio vino» (v. 1). Ju-

dlt alega para el rechazo motivos religiosos, como en Dn

1,5 o Est e, 2B (texto griego): «Tu sierva no ha comido a la

mesa de Hamán y no he honrado el banquete del rey ni

bebido el vino de las libaCiones», Ella ha traído alimentos

puros para su subsistencia y está dispuesta a consumir su

propio alimento en la mesa de Holofernes, Acepta la invitación, pero no el menú,

La reacción de Holofernes es lógica, El aprovisionamiento

corre el riesgo de agotarse antes de la victoria del asedio

de Betulia, Ahora bien, no hay un israelita en el ejército

asirio capaz de procurar a Judit alimentos puros. Hay que

ver en esta comprobación una confesión, un propósito teñido de admiración (y de orgullo para el redactor): en el

gran ejército asirla, compuesto por gentes de procedencias tan diversas, no hay ni un solo israelita, ni un solo traidor a su pueblo.

Por la mano de Judit. La respuesta de Judit es solemne

y recurre a una especie de juramento, como en 2,12 Y 11,7,

Pero la ironía llega aquí a su cima: «", antes de que el Señor realice por mi mano lo que tiene planeado» (12,4), Holofernes sólo puede pensar en su victoria, predicha precisamente por Judit (cf. 11,17-19), mientras que Judit se refiere

a la promesa hecha a los jefes de Betulla: «El Señor visitará a Israel por mi mano» (B,33), esa mano que, algunos días

más tarde, al final de otro banquete, cogerá un alfanje".

Plegaria y purificación

- - - - - - - -

Conducida a su tienda, lo primero que hace Judit, después

de todos estos acontecimientos, es dormir, Después se levanta «hacia la vigilia matutina» y soliCita poder rezar en

el valle.

Estancia en el campamento militar (12,5-9). Ella

duerme por el día, sale por la noche a rezar y purificarse,

Estas idas y venidas no tienen el mismo significado para

todos los actores del relato, Para Judit se trata de la preparación religiosa para el acontecimiento decisivo (oración

y ayuno de tres días y tres noches), Para Holofernes se trata de la comunicación con Dios, que le informará del momento en que los Israelitas, que habrán «cometido ya

esos pecados», tendrán su merecido (11,17), Al mismo

tiempo, Judit acostumbra a los soldados asirios a sus piadosas salidas nocturnas.

Tres días de ayuno. En los w, 5-7a, todo ocurre con el

permiso de Holofernes. En los vv. 7b-9, el detalle de la preparaCión está centrado en Judit, que suplica al Señor, Dios

de Israel, que dirija sus pasos hacia el restablecimiento de

los hijos de su pueblo, Una sola colaCión vespertina, éste

es el ayuno de los tres días de Judit (cf. B,6; 10,5; 12,2),

ayuno considerado roto por la invitaCión al banquete de

Holofernes, Ella interviene en el cuarto día.

La noche del banquete

Desde que Judit ha tomado las riendas en su mano (si se

puede deCir) para salvar a su pueblo, se ha desarrollado

una gran jornada, narrada en varios capítulos (B, 1-12,4);

los acontecimientos se han sucedido atropelladamente:

convocatoria de los ancianos, preparativos para su misión, encuentro con Holofernes. Después han Sido necesanos tres días para acabar lo que es a la vez sinceridad

(preparación religiosa) y engaño (puesta en escena de las

salidas nocturnas), Estos tres días abarcan algunos versículos, El relato va a precipitar de nuevo la acción en una

sola jornada, o más bien en una noche, la última, la noche decisiva,

37

Orgullo y desmesura

- -- -- - ---- - ------- - --- - - --

La mención del «cuarto día» (v. 10) suena como el anuncio

del fin del plazo de Cinco días al que se había comprometido Ozías (7,20) y en el que Judit había visto una falta de fe

(8,11). Ella había hecho una solemne promesa: «Antes de

que se cumpla el plazo que habéis fijado para entregar la

ciudad a nuestros enemigos, el Señor visitará a Israel por

mi mano» (8,33b). Estamos, pues, cerca del desenlace.

Intervienen cuatro personajes: Holofernesy su eunuco Bagoas, Judit y su criada. La introducción de Bagoas, nombrado por primera vez, y su función, eunuco de confianza, tienen como efecto acelerar los acontecimientos.

La invitación (12,10-15). Holofernes desvela su proyecto a Bagoas: su vanidad y su orgullo de macho están

en juego (vv. 10-12). Es urgente seducir a Judit. La iniciativa del banquete ¿procede de Bagoas, que está al cargo

de todos los asuntos de su señor? En todo caso, transmite la invitación a Judit de manera aparentemente impersonal, en tercera persona (v. 13).

El título de kalé paidiské, «bella sierva», «joven belleza», «bella dama», como señalan diversas traducciones, es equívoco: paidiské significa «pequeña esclava», y puede apuntar

tanto a una muchacha como a una mujer joven. El término es adulador para Judit, viuda desde hace tres años y medio. Sabemos que, dada la edad en que se casaban las judías, Judit podía tener apenas dieciséis años, a pesar de los

tres años y medio de viudez. Pero la palabra paidiské significa también «prostituta» (como en español a veces y en

determinadas circunstancias el término «chica»). Así pues,

las palabras tienen también un doble sentido. La continuación de la invitación prolonga la ambigüedad: el honor de

compartir las fiestas con Holofernes se convierte en una asimilación a las «hijas de las asinas que residen en el palacio

de Nabucodonosor»; es decir, a las que pertenecen al harén.

38

Judit maneja la misma ambigüedad y la misma ironía en su

respuesta, pues el Señor al que ella quiere servir no es Holofernes, sino el Dios de Israel. Puede concluir verdaderamente: «Será para mí motivo de alegría hasta el día de mi muerte» (v. 14). Así pues, ella se prepara (v. 15). El narrador subraya

que se lo juega.todo cuidando los artificios de un arreglo largamente descrito cuando partió de Betulia, un arreglo destinado a «seducir a los hombres que la viesen» (10,4).

Los excesos de Holofernes (12,16-20). Precedida por

su criada, Judit hace su entrada. A pesar de las reservas de

los modernos sobre la estratagema empleada y el modo

que tiene Judit de deformar la verdad, el relato menciona

inmediatamente el efecto producido sobre Holofernes: «El

corazón de Holofernes latió con fuerza, su ánimo se turbó

y sintió un ardiente deseo de acostarse con ella» (v. 16).

Como siempre, Judit sigue siendo sabia, prudente, sagaz y

astuta. A la invitación de Holofernes, ella come y bebe". lo

que su criada había preparado, es decir, alimentos y bebidas conformes a las prescripciones de la Ley (cf. 10,5; 12,1-

4). En cuanto a Holofernes, «bebió como jamás lo había

hecho desde el día en que nació». La medida en el alcohol,

reclamada con tanta insistencia por los sabios de Oriente

-entre ellos los de la Biblia-, no se toma en cuenta (Prov

23,20-21.29-35 [retrato del borracho]; 31,4-5; Eclo 31,25-

31; Is 5,22; 28,1-4). «El alcohol es tumultuoso», afirma el

sabio (Prov 20,1); ¿qué decir cuando, como aquí, ninguna

moderación refrena al bebedor? El exceso de bebida responde, continúa, amplifica un primer exceso, el de la violencia del deseo sexual (v. 16).

«El borracho que yace ahí, Inerte, es una bestia y peor que

una bestia. Es un hombre todopoderoso que se ha rebajado a un estadio inferior al de Nabucodonosor cuadrúpedo, herbívoro y loco de Dn 4,30. Es la imagen de la bestia

apocalíptica opuesta al reinado de Dios. Pero es sobre todo

un sátiro dormido, del que Judit va a liberar a la tierra» (J.

STEINMANN, p. 96).

La decapitación

- -

Estamos en el momento más esperado, aquel en que DIos

va a visitar a su pueblo por la mano de Judit, como ella

misma había prometido a los ancianos de Betulia (cf. 8,33),

Se divide en dos etapas: el alejamiento de cualquier espectador (vv, 1-4a) y la aCCIón de Judit (vv 4b-1 Oa).

Por fin solos (13,1-4a). Todos se retiran fatigados: han

bebido demasiado. Pero Judit ha conservado el seso. Recuerda tanto a su CrIada como a Bagoas su habitual salida «como cada día [...) para la oraCión» (v. 3; cf. 11,17 Y

12,6-7),

El lugar de la acción es el dormitorio, y más exactamente

la cama, Holofernes había programado en ella una violación, y Judit un asesinato, Cada uno de ellos había considerado al otro como su víctima, pero no por las mismas

razones. Holofernes, borracho, está tirado en el lecho (v, 2).

Cerca de la cama es donde Judit rezará en su interior (v, 4b),

del poste de la cama es de donde ella tomará el alfanje (v,

6) y sobre la cama donde ella agarrará la cabellera del hombre (v, 7), A deCIr verdad, algunos comentaristas no dudan

en considerar verosímil por parte de Judit la conformidad

con el deseo de Holofernes, a pesar de la afirmación contraria en 13,16, Eso significaría una triple ofensa: al propio

texto, a la personalidad de Judit y al Dios de Israel:

«- al texto, tanto en su forma como en su sentido más elevado. En ninguna parte aparece el hecho de que Judit se

haya ofreCido o que Holofernes la haya poseído, Todo en el

desarrollo del banquete niega esta hipótesis. Es preciso no

haber visto nunca a un hombre verdaderamente borracho

para imaginario capaz de proezas viriles Instantáneas;

- a Judit, tal como aparece a partir del capítulo 8, donde

es descrita como la mujer por excelenCia, con una insistenCia particular en su deseo de castidad, Es cierto que

todo es pOSible para la naturaleza tanto femenina como

masculina, y a veces quedamos verdaderamente sorprendidos de las propias reacciones; pero hay que saber lo que

el autor ha querido encarnar en la persona de JUdit, El último capítulo nos mostrará hasta qué punto un abrazo

querido o Impuesto entre Judit y Holofernes no tiene nada

que ver con el tema del libro;

- al DIOS de Israel, ese Dios de los pequeños, el defensor de

los débiles y las Viudas, el Dios de los humildes.. , que enviaría a su hija preferida en Israel a aquello que es una "vergüenza". Este Dios, que vengó el ultraje hecho a Diná qUince Siglos antes y que domina en silencio toda esta historia,

¿dejaría sin socorrer de una forma u otra a aquella que se

ha levantado para salvar a su heredad? Justamente lo contrario es lo que hay que considerar y ver en esta preservación de la castidad de Judit: el cuidado de un Dios atento

a todas sus CrIaturas, hasta en las más pequeñas cosas; ¡y

ésta no es una de ellas!» (G, LABOUÉRIE, pp. 101-102)2.

La cabeza cortada (vv. 4b-10a). Antes de pasar a la

acción, Judit reza, Oración Silenciosa, más íntima y determinante que la que había hecho subir antes de partir para

el campamento enemigo (cap. 9). «Señor, Dios [...) éste es

el momento de ayudar a tu heredad y de ejecutar mi plan

para destrUir a los enemigos que se han alzado contra nosotros» (vv, 4b-S), Podemos leer una oración análoga en

Est C, 2-4.8 (texto griego, oración de Mardoqueo), El anunCIO de la «visita del Señor a Israel» (8,33) hecho a las gentes de Betulia encuentra un nuevo eco, Judit reza no por

2 En época moderna y contemporánea, la castidad de Judit es frecuentemente Incomprendida. Algunos pintores han otorgado a Judit

los rasgos de su señora y se representan a sí mismos como Holofernes. Mlchel Lelrrs, etnólogo y escntor (1901-1990), «hiZO un amplio uso

de las figuras de Salomé y Judit en su autobiografía amorosa, haCiendo de ellas tipOS femeninos sin tener en cuenta la letra del texto bíblico» (M. DE LAUNAY, p. 77) En Mots sans mémolre (1969), Lelrls se atreve con esta provocativa aliteraCión: «Judit: judía JuiCiosa, saca la tija

Justiciera de la yacija putañera de su jubón»

39

Betulia, sino por la «exaltación» de Jerusalén, según el

mismo deseo de los ancianos en el momento de partir

«El DIos de nuestros antepasados te favorezca y lleve a

término lo que vas a hacer para glona de los Israelitas y

exaltaCión de Jerusalén» (10,8).

En el momento de golpear, JudIt lanza una últIma inVOcaCión «Fortaléceme en este momento, Señor, DIOS de Israel» (v 7). InSiste en el señorío del tiempo. ahora, en este

momento, en este día. No hay tiempo que perder.

El relato del degollamiento es muy sobno (vv. 6-9). Lo mismo que DaVid ante el gIgante filisteo (1 Sam 17), Judit se

adelanta para agarrar la cabeza de Holofernes. «Es la SItuaCión en la que se encuentra esta mUJer, obligada a Ir

hasta el final del acto contra natura de matar a un hombre, Siendo esa muerte lo opuesto a todo lo que ha VIVido

hasta ahora. En el momento de cortar lo que constituye

la fuerza del ejérCito de Asur, SI ella pide a su DIOS la fuerza para golpear, se trata de la fuerza que ha descnto como

la de su DIOS, la fuerza de los humildes, los pequeños, la

de todos los hombres cuya sangre clama JustiCia . Entre

el momento de la deCiSión y aquel en que se encuentra la

espada en la mano enCima de un hombre dormido hay un

abismo que, para ser franqueado, eXige "fuerza", no sólo

por el propiO gesto -le será precIso hacerlo dos veces

(13,8)-, sino para poder VIVirlo el resto de su Vida .» (G. LABOUERIE, pp 104-105). El ayuno no ha debilitado la muñeca

de Judit Holofernes decapitado, su cuerpo caído en tierra,

el dosel arrebatado (Holofernes descansaba baJO él desde

la llegada de Judit al campamento en 10,21), su cabeza en

la alforja de las prOVISiones

«Todo acaba en suma en el saco de las prOVISiones hasta

la cabeza de Holofernes acabará en el fondo de ese mismo saco. (No se han acostumbrado los guardias aSinas,

despues de tres días, a verla Ir y venir con el Inocente saco'

Todo acaba en el alimento, y es al inSistir en estos dos

40

momentos, el Instante en que Holofernes ofrece una pnmera vez su vino y sus platos, que Judit rechaza en pnnCIPIO (12,1-2), Y el momento en que renueva su ofreCimiento con más éXIto esta vez (12,10-11), cuando el

narrador expone a Judit a los mayores nesgas» (J. CAZEAUX,

p.208).

«Salió rápidamente y entregó a su criada la cabeza de Holofernes; ella la colocó en la alforja de sus prOVISIones, y

salIeron las dos Juntas para rezar como acostumbraban»

(vv 9b-10a). Ironía Siniestra la del final de esta escena

Una lectura apocalíptica

«Delegados de DIOS y de Satanás, Judit y Holofernes son los encargados de Ilustrar los profundos caracteres de estos dos poderes antagónicos Ahora bien, Satanás es tan bestia que DIOS es

hermoso

La bestia satánica de Holofernes resplandece en el resultado de

la formidable conqUista que había soñado Monr en medIO de su

propio campamento, la misma noche que debía preceder al tnun

fo, por la mano de una mUjer y de un golpe de su propIO alfanje,

l.no es de una Ironía suprema? Haber remOVido el mundo entero

para acabar en este mepto encuentro con la muerte más mfamante

Porque no hay que olVidar el desprecIO que los onentales -y con

mayor motivo los guerreros- sentían por las mUjeres

Judit es no sólo delicada y astuta -lo que supone una gracla-,

también es admirablemente hermosa Qué reconOCimiento no debemos al autor msplrado por haber sabido hacer esta apología de

la belleza En la época en que tnunfaban los gnegos y su estétl

ca de la armonía, el autor de Judit ha comprendido que los JudlOs

no podían dejar a los paganos el monopolio de la admiraCión que

provoca un rostro hermoso, SI envuelve un alma capaz de heroís

mo Qué humor en su deseo de que la mejor apologética de la verdadera religión sea la belleza de aquellas que la practican ASI,

eVita el peligro de que el trastorno dlVlno de la escala gnega de

los valores acabe en la apologla de lo feo»

J STEINMANN, Lecture de Juduh

París, Gabalda, 1953, pp 131-132

6 - Las consecuencias

de la victoria de Judit

J

udit ha ejecutado su plan y DIOS, por su mano, «ha vIsitado a su pueblo». Su oraCIón de súplica (9,1-14), pasada por

el fuego de los acontecimientos, se convierte en cántico de aCCIón de graCIas (16,1-17). Pero, antes de regresar a su

casa, ella remata su aCCIón. Una vez ejecutado el general, queda por aniquilar el eJército. Es lo que cuenta el final del

libro. In fine, Ajlor reaparece. Pagano que exponía la fe judía, es el pnmero en pedir a Judit que cuente su hlstona. Su fe

y su IntegraCIón en el pueblo de Israel se artICularán en este relato.

La composIción concéntnca que enmarca los episodiOS del

encuentro entre Judit y Holofernes puede cerrarse ahora.

El regreso de Judit y de su cnada (13,1 Ob-11) responde a

la partida de Betuha (10,9b-10). El encadenamiento de las

escenas que exponen las consecuencias de la ejecuCIón de

los proyectos de Judit (13,12-16,20) responde eVidentemente a las escenas de elaboraCIón de esos mismos proyectos (8,9-10,8). En cuanto al epílogo (16,21-25), retoma

y continúa la notiCIa IniCIal sobre Judit (8,1-8).

Regreso a Betulia

El relato del retorno (13,10b-11) es tan breve como el de

la partida (10,9b-10) Pero es más rápido: en pocas palabras Judit y su cnada pasan del campamento al valle, del

valle a la montaña y de la montaña a las puertas de Betulla (13,1 Ob) Es al alba aún oscura del qUinto día cuando

ellas llegan En el silenCIO de la noche, la voz de Judit se

hace escuchar desde lejOS a los guardias. Alba de vlctona

Tanto a la Ida como al regreso, ordena abnr las puertas

ante ella. PreCIsa «DIOS, nuestro DIOS, está con nosotros...» (13,11). Ella ha realizado el deseo de Ozías: «¿Está

el Señor en medio de nosotros Ono?»: la pregunta que se

planteaban los Israelitas en el desler efidín (Ex 17,7;

cf. Sal 95,8-9) y que estaba InSinU en el pi de los cinco días ha reCibido «hoy» una r. sotJlstllmEri

41

El triunfo de los proyectos de Judit

La victoria es celebrada. Los proyectos anunciados a los

jefes de Betulla, bajo el velo del equívoco, de la ironía, y

confiados a Dios en la oración (8,9-10,8), han sido ejecutados, Primeras consecuencias: una alabanza multiforme

y, más Inesperada aunque lógica, la conversión de Ajior, el

amonita,

La cabeza de Holofernes

El macabro trofeo sirve de unión entre diversos episodios.

Desde su llegada triunfal (13,12-17), seguida por el elogio

de Ozías (13,18-20), Judit ha sacado la cabeza de la alforja (v, 15). Para iniciar una acción militar (14,1-4), la suspende desde la muralla. Ajior, finalmente, se convierte

ante su vista (14,5-11).

Llegada triunfal y acción de gracias (13,12-17). El

alba aún oscura no es obstáculo para la reunión de la población de Betulia, desde el más pequeño al más viejo:

«Tras encender fuego para ver bien...» (w. 12-13), La voz

de Judit acompaña a la luz: «¡Alabad a Dios [...] que ha derrotado esta noche a nuestros enemigos por mi mano»

(v. 14), La súplica silenciosa de 13,4-5 ha sido escuchada,

Ahora es la hora de la alabanza.

El trofeo de la victOria es exhibido: no sólo la cabeza de Holofernes, sino el dosel. ¿Cómo no evocar aquí las escenas de

exhibición en Jerusalén de la cabeza del griego Nicanor, vencido por Judas Macabeo (1 Mac 7,47; 2 Mac 15,32)? ¿O Incluso la muerte de Saúl, su decapitación y la exposición de

su cadáver en las murallas de Bet-Seán (1 Sam 31, 1-13)? No

obstante, Saúl había tenido honras fúnebres (por los habitantes de Yabés de Galaad), Aquí no habrá nada de eso.

La escena acaba con una acción de gracias de la muchedumbre inclinada ante DIOS (v, 17).

42

Elogio de Judit por Ozías (13,18-20). Por su falta de

fe, Ozías se había atraído los reproches de Judit (8,11-27)

Ydespués había unido sus deseos de éxito a los de los otros

ancianos (8,35 y 10,8), Retoma aquí y desarrolla la acción

de gracias de la muchedumbre bajo la forma de bendición,

La bendición de Dios recae sobre Judit. Está calcada, por

una parte, sobre la bendición de Melquisedec por Abrahán

en Gn 14,9a y, por otra, sobre la de Yael por Débora en Jue

5,24a. El lenguaje de la bendición es también muy utilizado en la novela de Toblt no sólo para Dios, sino incluso

para las relaciones entre los hombres (cf. Tob 11,10-15 o

13,1-18).

Táctica militar de Judit (14,1-4). Judit presenta su

análisis de la situación y propone una estrategia, Igual que

Débora en Jue 4-5, es ella la jefa guerrera, «El plan de Judit, en sus líneas generales, es perfecto; supone 'un profundo conocimiento del alma humana, como se espera de

un buen estratega. El relato mantiene Intacto el interés

de los lectores y de los oyentes, que esperan su exacta

puesta en práctica» (J, VíLCHEZ, p, 427).

Etapa nº 1: suspender la cabeza de Holofernes en las almenas de la muralla, Es una exhibición cruel e intencionada de las gentes de Betulia: profanar al jefe del enemigo vencido ofreciéndolo como presa a los carroñeros, ver

la cabeza de Goliat llevada por DaVid a Jerusalén (1 Sam

17,54) o la de Saúl expuesta por los filisteos en Bet-Seán

(1 Sam 31,10 Y 1 Cr 10,10). Ahora bien, es en Escitópolls,

nombre helenístiCO de Bet-Seán, donde Holofernes y su

ejército vivaquearon (Jdt 3,10), En la tumultuosa historia

del reino de Israel encontramos el asesinato de los hijOS

del rey Ajab por los ancianos de Samaría por orden de

Jehú: «... los decapitaron; pusieron sus cabezas en cestos

y las enviaron a Jezrael [...] y [Jehúj ordenó: Dejadlas en

dos montones en la puerta de la ciudad hasta mañana»

(2 Re 10,7-8). Un destino análogo se le reservó a Nlcanor

(cf. más arriba, p. 42).

Etapa nº 2: tomar cada cual sus armas y salir de la Ciudad

Etapa nº 3: nombrarse un Jefe y fingir que se baja. Etapa

nº 4 los aSinas Irán a despertar a Holofernes y encontrarán el cadáver decapitado. Etapa nº 5: hUirán, los persegUiréis y los abatiréis.

Estamos en presenCia de un modelo estratégiCO particular. En efecto, más arriba, el sumo sacerdote Joaquín había pedido a los habitantes de Betulia y de Betomestaln

que «ocupasen los puertos de las montañas, porque eran

el paso obligado haCia Judá» (Jdt 4,6-7). Descartando el

choque frontal y quenendo detener a las tropas enemigas en el fondo de una garganta (Igual que Judas Macabeo en Bet Zacarías, cf. 1 Mac 6,28-54; 2 Mac 13,1-22), Judit preconiza la guerrilla tradiCional. Como había dICho

Joaquín, alias AIClmo, alias Eliaquín (cf. el recuadro de las

pp. 23-24), son «las aldeas encaramadas las que detienen

al enemigo Impidiéndole tomar el control de las subidas,

y no una batalla en la llanura» (M.-F. BASLEZ, Pofémofogle,

p.376).

Judit y Ajior (14,5-10). Como conclusión de su discurso, Judit pide encontrarse con AJlor. El encuentro parece

tener ante todo una finalidad práctica: el ÚniCO VIVO que

ha conoCido a Holofernes (cf. Jdt 5,5-6,13), AJlor, es el único que puede reconocer su cabeza. Pero para el autor es

también la ocasión de expresar su punto de vista relatiVO

a la conversión -y la Clrcunclslón- de un amonita, a pesar

de las diSpOSICiones del Código deuteronómlco, que excluyen de la asamblea de Israel a amonitas y moabitas (Dt

23,4). Un pagano puede «creer firmemente en DIOS, hacerse CIrcunCidar la carne de su prepuCio y sumarse a la

Casa de Israel»; finalidad unlversalista «casI evangélica» (J

STEINMANN, p. 62). Recordemos que en el marco de los caps

1-7, AJlor tiene la misma funCión que la propia Judit en

los caps. 8-16 (cf. los recuadros de las pp. 36 Y 45)

Ajlor «cae de bruces» y su espíntu desfallece (v. 6) Se puede evocar aquí la reacción de Nabucodonosor después de

la Interpretación del sueño de la estatua (Dn 2,46) o la de

Daniel ante la VISión deslumbradora (Dn 10,8-9) Sin embargo, lo que podría no ser más que lo fascmans et tremendum ante lo sagrado, ante la manifestaCión diVina, se

convierte en alabanza y Júbilo análogos a la bendiCión de

Yael en Jue 5,24 o la de Balaán para las tiendas de Jacob

en Nm 24,6: «Que te bendigan en todas las moradas de

Judá y en todos los pueblos. Cuantos oigan tu nombre se

asombrarán».

Ajlor ha mostrado su conOCimiento de la hlstona de Israel en su discurso a Holofernes (5,5-19), No es sólo el

pueblo de Israel, deSignado aquí por «las moradas de

Judá», el que es invitado a bendecir a JUdit, smo Incluso

las naciones CIrcundantes. El universalismo de la bendiCión de Judit se enuncia en labiOS de AJlor. Ahora bIen,

este hlstonador afiCionado reclama el relato de la decapitaCión de Holofernes: Cuéntame no lo que ha sucedido

o cómo ha sucedido, sino «todo lo que has hecho estos

días» (v. 8). ¿Qué has hecho con tu CrIada durante estos

cuatro días? Nadie se lo ha pedido. Ha tenido que ser este

amonita pronto a la alabanza y la bendición el que provoque el relato.

y Judit cuenta. Subrayemos que la aurora no se levantará más que en el v. 11. Estamos siempre en esa alba aún

oscura en mediO del qUinto día (pues el día comienza por

la tarde, para terminar a la puesta de sol), La recepción

del relato de Judit tiene dos efectos: grandes gntos y gntos alegres por parte del pueblo, y CIrcunCiSión de AJlor: «Al

ver todas las cosas que había hecho el DIOS de Israel, creyó firmemente, se circuncidó y así quedó definitivamente

agregado al pueblo de Israel». Se une así al linaje de pa43

ganas convertidos en creyentes como Rajab (Jos 6,25), Rut

la moabita o Naamán (2 Re 5). En el v. 11, desde que el día

se levanta, los habitantes de Betulia ponen en práctica las

directrices de Judit enunciadas en 14,1-4, comenzando por

la exposición de la cabeza de Holofernes.

Pánico y matanza

- - - - -

En el campamento asirio queda el cuerpo sin cabeza. Lo

que Judit había anunciado en los vv. 3-4 se realiza al pie

de la letra. El zafarrancho de los habitantes de Betulia, la

preparación de un ataque suscita el pánico en el campamento de los asirios y el recurso a su jefe.

Macabro descubrimiento (14,12-15,7). Bagoas, el

hombre de confianza del general, es el que descubre el asesinato y la superchería de Judit. Sus gritos y lamentos se

extienden pronto a todos los oficiales. «¿Por qué esta desesperación de Bagoas? ¿No tenía el general un estado

mayor capaz de reemplazarlo? Ciertamente sí. Pero no hay

que olVidar que en Oriente el poder era absoluto. Los monarcas y sus todopoderosos ministros gobernaban como

dictadores de inmensos imperios. La desaparición de un

general en jefe provocaba en el ejército un vacío al que era

tanto más difícil de poner remedio cuanto el favor del príncipe desempeñaba una función determinante en la sucesión. Éste era el caso de los propios reyes. A finales del siglo 11 a. e, la frecuencia de los atentados en la corte, la

sangrienta competencia entre herederos de la corona y las

guerras de sucesión hicieron que el imperio de los seléucidas se deslizara por una escandalosa decadencia. Por otra

parte, los poderes del general, emanación de los del príncipe, tenían algo de divino. La muerte de un jefe supremo

era no sólo un siniestro presagio; privaba al ejército del representante del rey divino. Los soldados que dejan asesinar a su jefe eran solidariamente culpables del crimen de

44

lesa majestad y sacrilegio. En la antigüedad, con estos

asuntos no se bromeaba» (J. STEINMANN, pp. 104-105).

La huida de los asirios lleva su tiempo, puesto que Ozías

tiene tiempo de alertar a las Ciudades míticas de Betomestain, Betas, Jabas y Cola. La persecución comienza siguiendo un itiñerario bastante fantasioso. Los guerreros

judíos empujan a los fugitivos hasta Jabas, ¡situada al norte de Damasco según Gn 14,15! Pero las gentes de Galaad

y de Galilea atacan a continuación a los asirios por el ftanco hasta la proximidad de la misma ciudad, lo que supone que debía de estar... en la llanura de Esdrelón. Los

habitantes de Betulia «cayó [¿singular?, ¿plural?] sobre el

campamento de Asur, lo saqueó y se enriqueció mucho.

Se hicieron con mucho botín, pues había allí una enorme

cantidad».

¿Una guerra santa? El saqueo dura treinta días. En su

cántico, Judit sugiere que todo esto indica una «guerra

santa», sobre el modelo de la conquista de Canaán por Josué, donde Dios es reconocido como el único jefe y al que

se le debe todo, destrUido o destinado al anatema. En

efecto, Judit exalta al Dios «que pone fin a las guerras»,

al Señor todopoderoso que ha actuado por su mano

(16,5); evoca el grito de guerra y la «batalla del Señor» (vv.

11-12). Por otra parte, el botín no es entregado al anatema total: ningún ser vivo, hombres y animales, es masacrado, ni quemado ningún bien mueble, ni los objetos de

metal セッョ consagrados al Señor (cf. Jos 6,18-24). Pero nos

enteramos de que Judit dedicará la parte de botín que se

le atribuye al Templo de Jerusalén, y que ofrecerá a Dios

«como anatema» el dosel de Holofernes (16,18-19).

Así pues, la victoria aquí contada se relaciona y se distingue de la gesta de Josué. Pero se distingue aún más de las

acciones deslumbrantes llevadas a cabo por los Macabeos.

No se puede decir que éstas sean signo aquí de guerra santa. En efecto, Dios no ordena nada a Judas y a sus herma-

nos; muy Justamente envía a un caballero celestial por el

camino de Bet-Sur (2 Mac 11,5-8). Judas ve en él un signo

de aliento, pero para el resto se trata de medIos puramente humanos. Para expresar la salvaCIón aportada por

DIos se refiere al paso del mar ROJo (1 Mac 4,9) o a la liberaCIón de Jerusalén baJo Senaquenb (1 Mac 7,40-42; 2 Mac

8,19; 15,22), pero nunca a Josué, a la conquista o a la época de los Jueces Un abismo separa a Judas de Judit.

Paul BEAUCHAMP, «JUdIth», en Cmquante portra¡ts blbltques

París, SeUII, 2000, pp 242 245

Así, el hbro de JUdIt tiene como verdadero sUjeto el doble paso de la

frontera que separa a Israel de las naCIOnes, por una mUjerJudía para

sahr hacia los pueblos y extirpar de ellos el mal, por un hombre cananeo para entrar en Israel y recIbIr de él los dones, no sm aportar el

don de sí mIsmo y de su propIa hIstOrIa Ambos motivos van conJuntamente Una JudIa, un cananeo, de cada parte de una CIUdad ase

diada, cambIando de bando Una vez más aparece que Israel y las nacIOnes no pueden eVItarse La Imagen de AjIor entregado a la muerte

Junto a las murallas y después hberado merece quedar grabada en

nuestras mentes como un recuerdo no menos profundo que el de JudIt y su trofeo Una muralla se derrumba por el hecho de un cuerpo

entregado a la muerte El enemIgo es ehmmado, el extranjero se conVIerte en hermano

La judía y el extranjero

El deslumbrante gUIón IUterpretado por JudIt y Holofernes no logra- atraer a las nacIOnes AJIor es, en prImer lugar, con sus nesgos y pería todo su efecto SI no estuvIéramos atentos a una mtrIga que se de- hgros, el narrador de lo que había escuchado a proPÓSItO del pueblo

sarrolla en un segundo plano y cuyo protagonIsta es AJlOr, el cana Judío El propIO AJIor es después el destmatarIO del relato de JUdIt

neo «comandante de todos los hIJOS de Amón» [ JPara mfonnar a Los dos relatos son muy dIstmtos, como para mostrar que el relato

su Jefe de las oportunIdades del campamento Judío, AJlOr le hace es- de Israel nunca está acabado El oído del cananeo se abre dos veces

cuchar un relato que se remonta a Abrahán Hacer un resumen de la PrImero prestando fe al ancestral relato de Israel Después deseando

hIstOrIa de Israel es expresar la fe de Israel La conclUSIón es que este escuchar cómo se había prolongado ese mIsmo relato hasta «hoy»

pueblo es mvulnerable SI no ha ofendIdo a DIOs Lo que sIgnIfica que Hora decIsIva, expresamente observada por la palabra «creyó» Creer

Nabucodonosor, que se ha SItuado como rIval de todos los dioses, no en el relato de Israel y no solamente escucharlo esto es lo que se

Iguala al de los Judíos Semejantes palabras sólo pueden ofender a propone a los pueblos «Creer y ser cIrcuncIdado» la secuenCIa de

unos oídos babIlonIos Como castigo, AJlOr es atado y después aban- estas dos expresiones, tan claramente marcada, apoyada sobre el

donado a los pIes de las murallas de Betuha, donde esperará ser ma- «creen>, y dIcha de un cananeo, abre a un mundo nuevo Sm estas

sacrado con los habitantes de la CIUdad en el momento del asalto Pero pocas palabras, qUizá este hbro nunca hubIera entrado en nuestras

los Judíos se percatan, lo recogen y lo recIben como huésped EscrIturas

Como conclusión, JUdIt, que vuelve a donde los suyos con la cabeza

de Holofernes, hace llamar a AJlor para que la vea Él exclama entonces «Que te bendIgan en todas las moradas de Judá y en todos los

pueblos» (Jdt 14,7) Le pIde el relato de su hazaña hasta el momento de su encuentro Tras lo cual, «al ver todas las cosas que había hecho el DIOS de Israel, [AJIOrJ creyó finnemente, se circuncIdó y aSI

quedo defimtlvamente agregado al pueblo de Israel» (Idt 14,10)

Parece que la hazaña de Judit no ha acabado hasta que el cananeo se

ha convertido Obra de DIos en la cual ella no había pensado cuando

medItaba sólo en salvar a su pueblo El motivo de una adiCIón al pue

blo Judío está tomado de los relatos de la conqUIsta, con la entrada

de la prostituta RaJab en el pueblo vencedor [ J

Tanto para RaJab como para AJlor, para estos dos hIJos de Canaan, el

relato de las hazañas del DIOs de Israel ha Jugado un papel detennlnante Una funcIOn notable se le reconoce a un relato que parecería

concernir sólo a Israel el relato de Israel es quendo por DIos para

45

La alabanza unánime

Joaquín (Jdt 4,6.8.14) y la gerousía, consejo de los ancianos, se desplazan a Betulia. No son las gentes de Betulia

sino las más altas autoridades de Jerusalén las que bendicen a Judit.

La bendición del sumo sacerdote (15,8-10). Con el

sumo sacerdote está la gerousía. Según el discurso (que

podía ser embustero) de Judit a Holofemes, esta institución tenía que ser consultada para conceder la autorización para consumir las primicias a fin de remediar la

penuria de Betulia (11,14). Así pues, ahora tenemos el

reconocimiento y la aprobación de la gesta de Judit por

parte de la propia autoridad. El término gerousía, utilizado en los LXX del Pentateuco para designar a los ancianos de Israel asociados a Moisés en la guía del pueblo,

no aparecerá más que en Jos 23,2, en los libros de los

Macabeos y en Judit. Una mención en la carta concedida por Antíoco 111 a los judíos según Flavio Josefa (Antiguedades de los judíos, XII, 3, 3) ha intrigado a los críticos: «Entre los privilegios concedidos por el rey a la nación

judía, que podrá vivir según las leyes de sus antepasados,

un lugar especial es para el Senado (gerousía), los sacerotes, los escribas... exentos de la capitación, del impuesto de la corona y del impuesto de la sal» (M. DELCOR,

p. 260). Pero es sólo en Jdt donde la gerousía y el sumo

sacerdote constituyen juntos la autoridad por excelencia. No es trivial observar que ellos llaman a Judit «exaltación de Jerusalén», identificando la mujer y la ciudad,

lo salvado y la salvadora. Porque Judit ha actuado por Jerusalén (10,8 Y 13,4).

Regocijo popular (15,11-13). Después de un saqueo

de un mes estalla la alegría. En términos que no dejan

de recordar el triunfo de David tras su victoria sobre Gohat (1 Sam 18,6-7), el relato nos hace asistir al cortejo

46

de damas coronadas que exhiben los tirsos (varas de las

bacantes), seguidas por los hombres en armas, coronados también. Ahora bien, los mismos tirsos en las manos están también atestiguados -y únicamente aquí en

la Biblia griega- en 2 Mac 10,7, en el momento de la dedicación tras la purificación del Templo y la muerte de

Antíoco Epífanes.

P.-M. Bogaert, siguiendo a J. de Van Goudoever, ha mostrado que el conjunto del relato de Judit se desarrolla sobre doce meses con el final del noveno mes como pivote.

La fiesta de Januká -o de la Dedicación- no es nombrada

por la preocupación de evitar el anacronismo. Pero es entre dos celebraciones de esta fiesta cuando tiene lugar la

cronología del relato (cf. el recuadro de la p. 11). En el judaísmo medieval, el recuerdo de Judit se ligó a la celebración de Januká. Bogaert se pregunta finalmente si Jdt no

habría sido concebido para la fiesta de Januká, como el rollo de Ester para la de Purim (Calendrier, pp. 67-72).

El cántico de Judit

«Entonces Judit entonó esta acción de gracias...» (15,14).

Acción de gracias que va a extenderse durante diecisiete

versículos (16,1-16). El libro de Judit está atravesado por

oraciones, ruegos y peticiones. A la gran súplica de Jdt 9,2-

14 le siguen los deseos de los ancianos de Betulia en el

momento de su partida (10,8), la invocación en el momento de ejecutar a Holofernes (13,4-5.7), las bendiciones del regreso a Betulia (13,14.18-20), la exclamación de

Ajior (Jdt 14,7) y las felicitaciones de Joaquín y del consejO de ancianos (15,9-10). El cántico de Jdt 16,1-17 es un

himno de acción de gracias. Ahora bien, «ninguna de estas oraciones es una lamentación. Ninguno de estos salmos contiene la menor confesión de los pecados. la más

pequeña declaraCión. De un extremo al otro del libro, el

autor de Judit es fiel a su pnnClplo IniCial: los Judíos no tienen nada que reprocharse, la invaSión de Holofernes no

es un castigo, sino una prueba. Por tanto, a los personaJes del drama no les queda sino alabar a DIos y darle graCias» (J. STEINMANN, p. 111).

Invitatorio (vv. 1-2). El v. 1 es un Invltatono, una exhortaCión al corazón: «Alabad a mi DIos con panderos...».

¡Los Instrumentos musicales (panderos, címbalos) son

nombrados antes que los poetas-compositores y los

orantes! El modelo de esta aCCIón de gracias hay que buscarlo en el cántiCO de MOisés (Ex 15). ¿No bailaba Mlryam,

la hermana de MOiSés, al son de panderos, arrastrando los

corazones de las mUJeres? «Cantad al Señor, se ha cubierto de glona, arroJó al mar caballo y caballero...» (Ex 15,20-

21). Otro modelo Igual de épIco es el cántiCO de Débora y

Barac (Jue 5,1-31).

El v. 1 comienza como los salmos de alabanza: Sal 33; 47,

81; 96; 98; 100; 117; 144; 149; 150. «Alegraos, Justos, en

el Señor, / que la alabanza es propia de los buenos» (Sal

33,1).

«Pueblos todos, batid palmas, / aclamad a JIOS con gntos

de Júbilo» (Sal 7,1).

«Cantad al Señor, bendeCid su nombrel» (Sal 96,2a).

En el v. 2, el motivo del InVltatono se desarrolla pnmero

de forma genénca y después se aplica al caso de Judit.

El DIos «que rompe las guerras como el Señor» es una Cita

de Ex 15,3 según el texto gnego. Ya presente en la súplica

de Judit (9,7), la expresión no tiene el sentido de «romper

el combate» o «detener la guerra», significa que DIos es

capaz de romper los brazos de los guerreros (Sal 10,15,

37,17) o de quebrar sus armas (Sal 46,10; 76,4). La aplicaCión al caso de Judit Introduce el recuerdo hlstónco de los

vv. 3-12: «Me arrancó de la mano de aquellos que me perseguían [cf. Sal 31,16].. ».

Alabanza al Señor de la historia (vv. 3-12). Los vv

3-12 retoman muchos elementos del relato de Jdt 8-15.

Podemos diVidir el texto en tres estrofas: orgullo y humillaCión de Asur (vv. 3-5), vlctona de la mUjer Judit (vv. 6-

10) Y vlCtona de los débiles (vv. 11-12).

En los vv. 3-5 no hay necesidad de retomar los oráculos

contra Asur en los libros profétiCOS (Jr 1,13-15, 4,6.15-16;

6,22-23; Ez 38,6.15; 39,2; JI 2,20). Basta con ceñirnos a

nuestra novela, y más particularmente al relato de Jdt 2:

las crueles órdenes dadas en 2,6-8, ejecutadas en 2,23-28.

La oposIción encontrada por los aSinas no es otra que el

propio Señor «por la mano de una mUJer» (la de JUdit, reléase 9,9-10; 12,4; 13,5.14-15; 14,18). La mano del Señor

estaba en el cántiCO de MOisés (Ex 15,6.12.16), pero era la

de Débora en Jue 4,9 o la de Yael en Jue 4,21; 5,24-26.

«Respondiendo a la misma criSIS que los libros de Daniel y

de los Macabeos, el libro de JudIt se distIngue de ellos haCiendo de una mUjer el agente humano de la liberaCión del

pueblo. Slgmficaba enlazar en Cierta manera con la tradiCión de una Débora o una Yael (Jue 4-5). El autor explota

la tipología del Éxodo, acontecimiento bien anclado en la

conCienCia del pueblo por el texto de Ex 14-15 y las relecturas que se hiCieron de él. El Señor liberó a su pueblo por

su mano, pero también por la de MOisés. Aquí utiliza la

mano de Judit... La liberaCión de Israel por la mano de

Judit es el tnunfo de'la fuerza de DIOS en la debilidad

humana. tイ。ョウヲッイュ。、セ en guerrera adornada con su belleza, Judit aparece desarmada ante el conqUistador Holofernes. Pero la ImpotenCia es el arma más poderosa cuando el Señor es el socorro del opnmldo y el apoyo del débil.

Él es el actor pnnClpal de la guerra santa» (J AUNEAU, pp.

376-377).

En los vv 6-10, Judit canta a las armas que ha utilizado.

La hiJa de Meran repasa la belleza de su rostro (subrayada tanto más parel narrador: 8,7; 10,7 14 19.23; 11,21.23;

47

16,9) Y el cUidado de su adorno (10,3-4). El Cantar de los

Cantares también menCiona estas armas de seducCión en

la amada (Cant 7,2-7). Están alineadas en seis suntuosos

estlcos. Entonces cae, de golpe, el séptimo estlco: «Pero

el alfanje cortó su cuello». Los persas y los medos, tanto

aquí como en el libro de Daniel, no son sino el cnptograma para deSignar a los enemigos.

Los vv. 11-12 retoman el relato del combate de los habitantes de Betulia en 15,3-7, pero en el marco de una guerra santa. DIOS ha continuado actuando como lo hiZO por

mano de Judit. Ellos lanzan gritos de guerra, la teru'á (cf.

Jue 6,3-20; 7,17-20; 1 Sam 4,5-6): esos humildes y débiles

del Señor que son los Israelitas, pueblo que ha sido adqUirido (Ex 15,14-16). Imitan a Judit luchando con «los labiOS del engaño» (Jdt 9,10) tanto como con las armas. Los

Insultos reCibidos antaño (<<esclavos», cf. 14,13.18) son devueltos a los adversarios: «hiJos de mUjerzuelas [1 Sam

20,30, texto griego], hiJOS de tránsfuga [Jdt 6,5]». No nos

atrevamos a buscar los equivalentes actuales."

Alabanza al Señor de la creación (16,13-17). En los

vv. 13-17, la alabanza se prolonga ahora a toda la creaclón, en el vocabulario tradiCional de los himnos del salteriO o de Is 40-55. El señorío universal del DIOS de Judit es

confesado frente a la pretensión Idolátrica de Nabucodonosor proclamada en Jdt 6,2.

El cántico acaba con un rasgo apocalíptico: «¡Ay de las naciones que atacan a mi raza".!» (v. 17), que hace estremecer. «Desearíamos que no se hubiese escrito este versículo terriblemente naCionalista y racista [.,,] Esta amenaza,

de la que se hacen eco tantos pasajes apocalípticos, es la

explosión de cólera de un pueblo exacerbado por la persecución. Se comprende, pero habría que guardarse de volverla a deCIr» (E. OSTY).

Fiestas en Jerusalén (16,18-20). El cántiCO concede

ahora lugar al culto en Jerusalén, después de las fiestas

que duran tres meses. La adoraCión, la proskynesIs, eVIdentemente ya no se dirige a Holofernes, lugarteniente

de Nabucodonosor, sino a DIOS (eso ocurría ya en el caso

de Betulia al regreso de JUdit, 13,17). El culto sacnfiClal se

reanuda plenamente. La propia Judit se convierte en celebrante: dedica el botín tomado a Holofernes y ofrece

como anatema el dosel. Se comporta como un hombre".

es la encarnación de su pueblo.

Epílogo: una viuda famosa

El epílogo (16,13-17) hace pareja con la notiCIa InICial sobre Judit (8,1-8). Como todos los epílogos, como sucede

en el drama de Job (Job 42,10-17), en la novela de Toblt

(Tob 14,12-15) o en la de Ester (Est 10,1-3), bien está lo

que bien acaba In saecula saeculorum. Algunos autores

han querido ver en los 105 años de duraCión de la Vida un

indiCIO para la dataCión del libro." La argumentaCión propuesta no me parece convincente. Ciertamente, más vale

48

subrayar, con Marc de Launay, la tonalidad propia de este

epílogo: «Judit festejada, absuelta de alguna forma tanto de la crueldad de su gesto como de los mediOS IlíCitos

de los que se ha servido para poder llevarlo a cabo, Judit

alabando a DIOS por haber Inspirado su espíntu y su audaCia, dándole gracias por haber puesto su belleza al serVICIO de la Justicia y de la hermosura de Israel, Judit mOrirá Sin descendenCia Nada Impedirá a AJlor tener una

descendencia judía, pero JUdit, a qUien debe ese posible

futuro, no tendrá hiJos. Al entregar a DIos como anatema el dosel de Holofernes, ese objeto de lUJo cuya belleza es equívoca, puesto que recuerda el lecho en el que la

protagonista tuvo que comprometer su honra, Judit sugiere que la sedUCCIón, su mejor arma, no tiene, sin embargo, nada de ambiguo

Judit no tuvo hijoS de su unión con Manasés, y ya no los

tendrá en lo sucesIvo: no se volverá a casar (su "hijo" es

todo lo más la nueva Vida que ella da a su pueblo). Sólo

esto le confiere un estatuto singular. Además de que, según la tradICión, ella tenía que sellar normalmente el contrato de otra Unión, esta ausencia de descendencia es para

ella sola una espeCie de segundo epílogo: la slngulandad

de su aCCión debe quedar Sin ejemplo. La reprobación no

apunta al hecho de que Judit se haya convertido en culpable de un asesinato -Yaello fue Igualmente al matar a

Sísara-, sino a la espeCie de equívoco que lo ha hecho poSible; es deCIr, a la arnesgada y dudosa explotaCión de la

mendaz sedUCCión vinculada a la belleza fíSica. Es esta inclinaCión haCia la sola representación lo que arrastró al diluvIo: cuando los pervertidos descendientes de Caín se

consideraron semldloses o hijoS de dioses, y se escogieron

mUjeres en funCión del ÚniCO entena de su belleza aparente (Gn 6,1-4). La condena apuntaba entonces a la raza

de los "gigantes" y los "héroes", y Judit estaría a punto de

parecerse demasiado a este linaje de héroes. Las consecuenCias de su heroísmo no podían ser juzgadas malas,

SinO que es su propiO heroísmo el que debe ser confinado

en los prudentes límites de la excepCión.

El libro de Judit se sitúa así en la bisagra entre el universo

judío de la obedienCia a la Ley y el mundo antiguo, donde, baja la InfluenCia gnega, la excelenCia es reconocida en

la pandad entre personas virtuosas que temen los celos

de los dioses cuando ellas ceden a la hybns, pero viven en

la nostalgia de acciones heroICas y bellas que estimulen su

recíproca emulaCión» (M. DE LAUNAY, pp. 74-75).

49

Al final de nuestra lectura, es posible precisar algunos elementos menCionados en la introducción o a lo largo del

texto y abnr algunas pistas de lectura CrIstiana de Judit.

Inculturación. Al pnnClplo del todo está el recurso al género de la novela. Es en la época helenística cuando aparece esta voluntad de enseñar distrayendo. Se ha señalado con respecto a la piadosa novela de un judío emigrado,

el libro de Tob/t, o incluso en la literatura apóCrIfa, la novela de José y Asenet, construida en torno al personaje de

José. Aquí hemos caractenzado a Judit como novela de

propaganda polítICo-religiosa. Las técnicas de eSCrItura, la

codificaCión de los patronímiCOS, los topónimos y las SItuaCiones, el recurso al lenguaje arcaiCO, todo esto no deja

ninguna duda: el autor de Judit qUiere convencer a su lector de la legitimidad de algunas deCiSiones estratégICas,

tanto desde el punto de vista militar como religiOSO. Frente a Judas Macabeo y a sus deCiSiones de la guerra moderna, la novela construye el personaje de JUdit, proVIdenCial reencarnación de las heroínas salvadoras de Israel

en los tiempos de los comienzos y del estableCimiento de

la monarquía. Las reminiscenCias de la guerra santa vienen espontáneamente bajo su pluma a reafirmar la certeza de la vlCtona final y de la paz estableCida definitivamente. Después, lo que también hemos descubierto de la

funCión del sumo sacerdote Joaquín -alias AIClmo- en el

relato, Igual que el clima de oraCión tanto de súplica como

de alabanza y aCCIón de graCias en los labiOS de la heroí50

Conclusión

na, tiende a reafirmar la pnmacía Inflexible de la dimensión religiosa y esplntual, en mediO de la prueba y la amenaza: el DIos de la heredad de Israel, Señor de los Cielos y

de la tierra, escucha la oración (Jdt 9,11). Por último, este

nuevo tipO de literatura completamente adaptado al

mundo cultural del helenismo será Sin embargo recibido

también en la tradiCión del judaísmo tanto en la liturgia

de la fiesta de Januká o Dedicación como en la literatura

mldráslca de expresión hebrea.

Judit e Israel. Teniendo en cuenta el tipO específico de

eSCrItura, muchas preguntas o reticenCias de los autores

modernos mencionadas al pnnclplo de nuestro recorndo

se disipan por sí mismas. Una novela no es un tratado de

moral, y las preguntas por estratagemas empleadas se

convierten en muy secundanas. Al perSOnificar al pueblo

fiel al Señor en la semblanza que esboza de su heroína, y

al darle el nombre de JUdit, «la Judía», la novela Inaugura

una nueva etapa en la refleXión teológica, como subrayó

aquel que es ahora el papa BenedICto XVI (cf. el recuadro

de la página siguiente). ¿Es legítima semejante perSOnificaCión cuando se trata de la IgleSia de Cnsto? ¿O cuando

la liturgia adopta a Judit para celebrar a la Virgen María?

El texto bíblico puede superar sus propios hOrIZontes y ser

comprendido de manera nueva por los lectores de generaCiones siguientes. No hay que acudir arbltranamente a

la ESCrItura a cada paso. Pero nos parece que el procedimiento que consiste en sustituir a una persona o una co-

lectlvldad es ya lo que ha hecho el autor de la novela. Entonces se entiende mejor que la tradiCión cnstlana no

haya dudado en leer en ella el combate de la Iglesia contra los poderes del Mal, y la vICtoria de la mUjer humilde

sobre las potenCias del Mundo «La creación misma espera anhelante que se manifieste lo que serán los hiJos de

DIos [ .] vive en la esperanza de ser también ella liberada

de la servidumbre de la corrupCión y partiCipar así en la

gloriosa libertad de los hiJos de DIos» (Rom 8,20-21)

Ester y Judit, figuras de Israel

En el margen del canon veterotestamentano, en sus escntos tardíos,

se desarrolla un nuevo tipo de teología de la mUJer, SIn embargo completamente ongInal las grandes figuras salvadoras de Ester y JUdIt,

que son muestra de la más antIgua tradICión, entran en escena, en

carnadas antaño en la figura de Juez de Débora (Jue 4,4, 5,7) Ambas

mUjeres tIenen en comun un rasgo esencial con las matrlarcas una es

vIUda, la otra pertenece al harén de la corte del rey persa, las dos se

encuentran, aunque de dIferente manera, en una SItuación de opreSIon, ambas encarnan al Israel batIdo Israel convertido en «Viuda» y

dismInUIdo por el pesar, Israel deportado y deshonrado entre los pueblos y reducido a la esclaVitud por el despotismo de ellos Las dos

encarnan al mismo tIempo la fuerza moral Inalterada de Israel, que

no puede desarrollar su Juego como los poderes del mundo y, SIn embargo, se burla de esos poderes y sabe vencerlos La mUjer que trae

la salvaclOn, encarnación de la esperanza de Israel, camIna asíJunto

a las madres benditas y Junto a aquellas que están pnvadas de bendlclOn Es slgmficatlvo que, en el pensamIento y la fe de Israel, la muJer figure siempre no como sacerdotisa, SInO como profeta yJuez-salvadora, ésta es su espeCifiCidad, éste es el lugar que se le atnbuye

Lo que hemos dicho antes se repite y se refuerza la mUjer esténl, la

mUjer Impotente se convierte en portadora de salvación porque ahí se

encuentra el lugar de la revelación para el poder de DIOs Después de

todas las caídas del pecado, la mUjer sigue sIendo «madre de la vIda»

En la figura de las mUjeres salvadoras -según el género de la novela

teológlca-, ya se supone y se expresa de nuevo la profundizaCión teológica que el anuncIO profétIco había desarrollado a partir de la Imagen de las grandes mUjeres maternas Y también supuesto y expresado de nuevo lo que debe ser conSIderado como el verdadero centro

de la teología veterotestamentarla de la mUjer el propIO Israel El

pueblo elegido es Interpretado a la vez como mUJer, virgen, amada,

esposa y madre Las grandes mUjeres de Israel representan lo que es

el propIO pueblo La hlstona de estas mUjeres se convierte en la teologia del pueblo de DIOS, y por eso mismo en teología de la Alianza

Cardenal J RArZINGER, La filie de SlOn

ConsldératlOns sur laJol manale de I'Égllse

Pans, Parole el SIlence, 2002, pp 36-38

S1

Para saber más

Introducciones:

J AUNEAU, «Le IIvre de Judlth», en J. AUNEAU (dlr.), Les Psaumes et

les autres écnts. PBSB AT5. París, Desclée, 1990, pp. 367-379.

M. NAvARRo PUERTO, «El libro de JUdit», en J M SANCHEZ CARo (ed.),

Hlstona, Narrativa, Apocalíptica. Introducción al Estudio de la

Biblia 3b. Estella, Verbo DIVinO, 2000, pp 425-451.

C. NIHAN, «Judlth», en T. ROMER / J.-D. MACCHI / C. NIHAN (eds.), Introductlon al'Anclen Testament. MdB 49. Ginebra, Labor et

Fldes, 2004, pp. 622-636

Texto

A-M. DUBARLE, Judlth. Formes etsens des diverses tradltlons. 1. Études; 11. Textes. AnBlb 24/1-2. Roma, PIB, 1966.

-, «Les textes hébreux de Judlth et les étapes de la formatlon du

IIvre»: Blb"ca 70 (1989), pp. 255-266.

comentarios y lecturas

J. STEINMANN, Lecture de Judlth. París, Gabalda, 1953.

G. LABouERIE, JUdlth, espérance d'lsrael. Une femme contre le totalltansme. París, Centunon, 1991.

A. LACOCQUE, Subverslves. Un pentateuque de femmes. LD 148. París, Cerf, 1992, pp. 45-62.

J. CAZEAUX, La guerresmnte n'aura pas IIeu. LD 185. París, Cerf, 2001,

pp. 187-217.

J. VILCHEZ LINDEZ, Tobías y Judit NarraCiones 111. NBE. Estella, Verbo

DIvino, 2000, pp. 229-491 (excelente repertono bibliográfico en

las pp. 248-253).

C. LEPRONT / M. DE LAUNAY / L. WEIGERT, Judlth et Holopherne Tnptyque. París, DDB, 2003.

Estudios

H. CAZELLES, «Le personnage d'Achlor dans le IIvre de Judlth»: RSR

39 (1951), pp. 125-137

M. DELCOR, «Le IIvre de Judlth et I'époque grecque» (1967). Reimpreso en Re/Iglon d'lsrael et Proche Onent Anclen. Des PhénlClens aux Essénlens. Leiden, Bnll, 1976, pp. 251-280.

A MOMIGLlANO, Problemes d'hlstonographle anClenne et moderne.

Blblotheque des Hlstolres. París, Galllmard, 1983, pp. 91-103;

474-482.

B. RENAUD, «Une femme JUlve dans le combat polltlque: Judlth. FIgure histonque ou représentatlon symbollque?», en Actes du

Colloque de Strasbourg, La femme dans les sOClétés antlques.

Ktema, 1983, pp. 125-138.

L. ALONSO SCHOKEL, «Estructuras narrativas en el libro de Judit», en

Hemenéutlca de la Palabra, 11. Madnd, Cnstlandad, 1987, pp.

383-404.

P.-M. BOGAERT, «Le calendner de Judlth et la féte de Hanukka»: Revue Théolog/que de Louvam 15 (1995), pp. 67-72

-, «La Halaka allmentalre dans le IIvre de Judith», en Nournture

et repas dans les mllleux jUlfs et chrétlens de l'AntlqUlté. LD

178. París, Cerf, 1999, pp. 26-40.

M.-F. BASLEZ, «Polémologle et hlstolre dans le IIvre de Judlth» Revue Bib"que 111 (2004), pp. 362-376.

Lista de recuadros

La estructura literaria del hbro de Judit

La cronología del hbro de Judit

FIcción e historia: el sumo sacerdote JoaquínJAlcimo

Una viuda llena de cuahdades

La mujer sagaz

Elena, Judit y María

52

p. 6

p.11

p.23

p.26

p.29

P 31

El midrás de Gaster

¿Una apología del odio naclOnal?

Discursos de Ajior y de Judit, paralelos

Una lectura apocalíptica

La judía y el extranjero

Ester y Judit, figuras de Israel

P 32

p. 34

p 36

p.40

p.45

p.51

ACONTECIMIENTOS

-• 1 ¡J -'"

Boletín: Arqueología y Biblia

Por Phllippe Gruson

Instituto Católico de París

L

OS arqueólogos trabajan con pacienCIa y es raro que sus publicacIones lleguen a la portada de los penódlcos 3

, Este

boletín se propone llamar la atenCión sobre algunas excavaCiones, descubnmlentos o debates de estos últimos

tiempos, con una actualIzaCIón bíblIca en cada caso, Para el lector que desee saber más, remitImos a la revista Le

Monde de la Blble (= MdB), que publIca regularmente artículos y crónicas arqueológicas accesibles al gran públiCO,

Un santuario siro-hitita al dios de la Tormenta

(1100-900 a. C.)

En Alepo, SIria, baJO la fortaleza arabe medieval, excavadores alemanes encontraron los restos de un templo dedicado al diOS hl3 cf J BRIEND, «El trabajO del arqueologo», en el Cuaderno Blblico n

131 Estella, Verbo DIVino, 2006, pp 4-19, V MICHEL, «Ce que peut dlre

I'archeologle blbllque», en J -F BOUTHORS (dlr), La Blble sans avolr peur

Parls, Lethlelleux, 2005, pp 83-103 Sobre el libro de I FINKELSTEIN / N

A SILBERMAN, La BIblia desenterrada (ed española Madrid, Siglo XXI,

2003), pueden leerse las recensiones de O ARTUS (CB 121 Estella, Verbo DIVino, 2004, pp 62-65), J BRIEND (CB 122 Estella, Verbo DIVino, 2005,

pp 21-23) o D NOEL (Bulletln d'lnformatlon Blbllque 59 [diCiembre de

2002], pp 21-23), todas ellas disponibles en wwwblble-servlCe net

tita de la Tormenta, Teleplnu Grandes losas de basalto esculpidas

adornaban los muros En ellas se ve a este diOS acompañado por

otras diVinidades y por animales Simbólicos. El Imperio hltlta ya

había desaparecido (haCia 1200), pero su cultura y su religión continuaron Influyendo durante mucho tiempo en el norte de Siria

Más tarde, los palaCiOS aSIriOS seran decorados de forma Similar

con bajorrelieves murales, como 105 de Korsabad, VISibles en el

Louvre En los profetas (Siglos IX-VIII), el diOS de la tormenta, Baal,

es el gran rival de YHWH (cf el sacnficlo de Elías en el monte (armela en 1 Re 18), como es el responsable de la llUVia se le atribuye la fertilidad y la fecundidad, tanto de 105 seres humanos como

de los rebaños. [MdB 160, P 541

Los amuletos de Ketef Hinnón

En 1979, durante las excavaCiones de una gruta en el valle de la

Gehenna (Ketef Hlnnon), al suroeste de Jerusalen, se encontraron

53

dos pequeñas láminas de plata muy deterioradas, que tenían InScnpclones en hebreo antiguo (anterior al eXIlio), Una de ellas es

muy pareCida a la bendición sacerdotal de Nm 6,24-25: «Que YHWH

te bendiga y te guarde Que YHWH Irradie haCia ti su rostro y te

conceda su gracia», La lámina de plata debía de estar enrollada

en un collar y llevada como una especie de amuleto. Esta profesión de fe, Israelita es, por tanto, el más antiguo fragmento de

texto bíblico conocido, al menos Cinco siglos anterior a los manuscntos de Qumrán,

Un reCiente estudio americano, con nuevos medios técniCOS, ha

podido profundizar el primer estudio y confirmar que la escntura data del Siglo VII, Algunos querrían ver en ello una prueba de

que el Pentateuco ya estaba redactado antes del exiliO, pero este

texto de bendiCión es independiente y puede haber eXistido perfectamente antes del exiliO, antes de que un redactor sacerdotal

lo Insertara en el libro de los Números, después del exiliO, [Mdb

163, p, 49]

Las tumbas de Zacarías y Simeón en Jerusalén

Los peregrinos de Jerusalén conocen bien el llamado sepulcro de

«Absalón», en el valle del Cedrón, más abajo de la explanada del

Templo, Data del Siglo I a, C. Recientemente, el P. Émlle Puech, de

l'École Blbllque de Jerusalén, ha podiO leer en su fachada InscnpClones griegas poco vIsibles, Son éstas' «Ésta es la tumba de Zacarías, mártir, sacerdote muy piadoso, padre de Juan», «El sepulcro de Slmeón, que era un hombre muy Justo y un anCiano muy

religiOSO y [que] esperaba el consuelo del pueblo». Se reconoce el

texto de Lc 2,25, pero en una variante palestlnense atestiguada

por el códice Slnaítlco (siglo IV) «religiOSO» en lugar de «piadoso»,

Es la pnmera vez que un texto de los evangelios es encontrado

grabado en un monumento antiguo,

Estas InscnpClones datan del Siglo IV, cuando los cnstlanos se esforzaron en localizar todos los recuerdos evangélicos con vistas

a los peregnnos que afluían Zacarías, padre de Juan Bautista,

era considerado entonces como mártir, En efecto, el Protoevangello de Santiago, apócnfo del Siglo 11, confundió su muerte con

la del sacerdote Zacarías (Siglo VIII a C, cf. 2 Cr 24,20-22), cuyo

asesinato en el Templo recuerda Jesús (Mt 23,35), En cuanto a

Slmeón, la tradiCión hace de él el sucesor de Zacarías como sacerdote en el Templo, Ambos eran venerados Juntos en una Iglesia cercana desde el año 352 hasta después de las cruzadas Desaparecida esta IgleSia, una tradiCión Judía, que atnbuía la tumba

54

a Absalón, el hiJo rebelde de DaVid, resurgió y se Impuso, [MdB

157,p 55,1

La gruta de Juan Bautista en Ain Karim

A los peregrinos les gusta Ir a venerar el lugar de la VISitación en

Aln Kanm, a 7 km al oeste de Jerusalén, En 1999, un arqueólogo Israelí, Shlmon Glbson, estudió, a 2 km de allí, dos antiguos

estanques unidos a una Cisterna y una galería subterráneas; en

la galería observó un dibUJO grabado en la pared, bastante tosco: un hombre vestido con una piel de animal con un bastón,

Glbson reconoCió en él el modelo de las Imágenes de Juan Bautista en el arte bizantino y dató el dibUJO en el Siglo IV, Él explica

la gran Cisterna utilizada en el Siglo I como un estanque bautismal. ¿Está probada esta tradiCión bizantina en torno a Juan Bautista? Hay que esperar a la publicaCión de las excavaciones para

abnr un debate científico y comprender mejor el conjunto de las

instalaCiones,

La tradiCión de Juan Bautista en AIn Kanm no procede de los evangelios, sino de una tradiCión local. Sabemos que en el Siglo v, una

IgleSia estaba dedicada allí a santa Isabel, la madre de Juan En la

Edad Media, una IgleSia conmemoraba la casa de Zacarías, y otra

(hoy latina), la VISitaCión, En la época bizantina, la cnpta de esta

última pasaba por ser el agujero en la roca que se había abierto

milagrosamente para ocultar a Isabel y al pequeño Juan de los soldados de Herodes, según el Protoevangello de Santiago (Siglo 11),

[MdB 162, pp, 49-50,1

El lugar del bautismo de Jesús

La preparación del Jubileo del año 2000 permitiÓ excavar en Jordanla la onlla onental del Jordán, allí donde la tradiCión fijaba el

lugar del bautismo de Jesús. Actualmente, estos lugares resultan

Inaccesibles a los peregnnos, puesto que el Jordán sirve de frontera con Israel desde 1948, Los arqueólogos Jordanos han descubierto dos InstalaCiones bizantinas una en el Jordán y la otra a 3

km al este

Se sacaron a la luz vestigios de tres IgleSias suceSivas, de los SIglos VI Y VII. La última Incorporaba una escalera que llevaba directamente al agua, De hecho, permitía a los neófitos subir hasta el coro de la IgleSia para partiCipar en la eucanstía, En la

desembocadura del río, un gran estanque parece haber Sido un

lugar de bautismos colectiVOs Más al este, remontando el wadl

Kharrar hasta su fuente, se encuentra un monasteno bizantino

con tres grandes estanques y 105 restos de tres Iglesias Este lugar de bautismo a distancia del Jordán susCIta aún vanas preguntas no resueltas; no está atestiguado más que por un solo

texto del siglo VI,

Es Inútil preguntarse en qué nbera fue bautizado Jesús, El cuarto evangelio habla de «Betanla, más allá del Jordán, donde Juan

bautizaba» (Jn 1,28), pero el Jordán es poco profundo y se vadea

fácilmente Por otra parte, en la onlla oCCIdental (perteneciente

hoya 105 Temtonos ocupados) eXistía otra InstalaCión monástica, que está bien representada en el famoso mosaico de Mádaba (Jordanla), gran mapa de la Tierra Santa que decoraba el suelo de una Iglesia del siglo VI. A este emplazamiento, antes de 1948,

105 gnegos ortodoxos acudían desde Jerusalén para festejar el

bautismo de Cnsto cada 6 de enero; el patnarca, en una barca,

celebraba bautismos sumergiendo a los niños en el agua [MdB

146, pp, 52-53 ]

La tumba «real» de Jesús

Todo el mundo ha ViStO, al menos en fotografía, la entrada de una

tumba Judía con la piedra corrida, como, según 105 evangelios, era

la de Jesús, e ImagInamos fáCIlmente que estas tumbas eran comentes Ahora bien, en Judea, de más de 900 tumbas del siglo I

a, C al año 70 d, c., no conocemos más que cuatro llamadas «de

muela (o rueda de molino)>>, Se encuentran en Jerusalén' la tumba de los Reyes, la de la familia de Herodes y su veCina, cerca del

hotel Klng David, y otra en el valle del Cedrón Una reciente tesIs

de J -S Call1ou mantiene que sólo la tumba de Herodes es antenor a la muerte de Jesús, y que sería cunoso que José de Anmatea hubiera dispuesto para sí mismo una tumba pnnClpesca, La

difusión de estas tumbas «de muela» sólo se hará más tarde, espeCialmente en Galilea,

SI los evangelistas, en particular Marcos, hablan de una piedra

«muy grande» que debe ser «comda» sería para evocar una tumba real, la que le habría convenido al Mesías Jesús, ASImismo, el

jardín del que habla Juan estaría relaCionado no con una necrópolis ordlnana, sino con una necrópolis real, ,no habla la versión

griega de Neh 3,16 del «jardín de la tumba de David»7 Por otra

parte, tenemos el ejemplo de la tumba-Jardín de elro el Grande o

del mausoleo de Augusto, La piedra comda no sería, pues, un detalle deScriptiVO, sino una expresión teológica que subrayaría la fe

en Jesús Mesías, verdadero Rey de 105 judíos [MdB 161, p, 46]

Séforis, cerca de Nazaret

La antigua aldea de Nazaret se encuentra a sólo 7 km de la capItal de Galilea, Séfons, y sin embargo los evangelios jamás la nombran Esta Ciudad fue magníficamente construida, según las regias del urbanismo romano, por Herodes Antlpas durante la

InfanCia de Jesús; Flavlo Josefa ve en ella «la más poderosa CIudad

de Galilea», Se construyó sobre una altura que dominaba toda la

llanura de Bet-Netofa; ¿puede ser la «ciudad situada sobre un

monte [que] no puede ser ocultada» (Mt 5,14)7 Debía de contar

con más de 20,000 habitantes Las excavaCiones, desarrolladas

desde hace una veintena de años, han sacado a la luz casas e Inmuebles, pero también un teatro de 4 000 plazas, dos mercados,

una basílica (centro de negocIos y tnbunal), termas y una pequeña fortaleza, en la Cima de la Ciudad

Séforis, reputada por sus buenas relaCiones con los romanos, estaba poblada por judíos y paganos Por el Talmud conocemos la

eXistencia de numerosas sinagogas, las dos encontradas hasta

ahora son tardías (Siglos v y VI) Y están adornadas con bellos mosaicos (con evocación del Templo, carro del 501 y zodíaco, y sobre

todo la Aqedá de Isaac, como en la sinagoga de Bet Alfa) Por otra

parte, aunque algunas casas estaban decoradas con mosaicos con

temas paganos (como las leyendas de DioniSia o de las Amazonas), otras presentaban en el subsuelo mlqvé {baños ntuales JUdíos) excavados en la roca A partir del Siglo 11, la Ciudad adoptó el

nombre ofiCial muy romano de Dlocesarea, Como Tlberíades (en

la que se está a punto de sacar a la luz un estadiO de época romana), Séfons estaba ampliamente abierta a la cultura grecorromana, a diferenCIa de aldeas como Nazaret [MdB 146, pp, 47-50,

Y número extraordinario, «Sur les pas de Jésus, 1», pp, 26-29]

Auténticas antigüedades falsas

En octubre de 2002, un descubnmlento arqueológICo hiZO que se

hablara mucho de él. un osano del Siglo I que tenía una Inscripción aramea' «Santiago, hijO de José, hermano de Jesús», El fastidio es que se Ignoraba completamente la procedenCia de este

osano, aparecido misteriosamente En Junio de 2003, una comisión de espeCIalistas concluía que se trataba de una falsedad, El

osano era efectivamente del Siglo 1, pero la Inscnpclón e Incluso su

pátina eran recientes

Al mismo tiempo, una tablilla de piedra negra aparecía también

mlstenosamente en casa de un coleCCionista Tenía una Inscripción de diez líneas que deScribía las reparaCiones hechas en el temss

plo de Jerusalen por el rey Joas (803-787 a e) Ahora bien -COInCldenCla-, estas reparaCiones son mencionadas en 2 Re 12,5-17

,era demasiado bonito para ser verdad l Pero el hebreo de la mscnpClon no era Ciertamente el del siglo IX antes de nuestra era

El Jarro con rosas fue descubierto por la policía Israelí, en el verano de 2003, en el domiCilio de un tal Oded Golan, especialista

en la fabncaClón de antlguedades muy lucrativas O Golan y

otras cuatro personas fueron Inculpadas en diCiembre de 2004

por «falSificación y uso de matenal falsificado» Entre sus otros

«golpes», un pequeño pomo de cetro de marfil, supuestamente vestigio del Templo de Salomón, que el Museo de Israel (Jerusa len) había comprado a bastante precIo [MdB 149, pp 62-65,

152, P55, 154, P 57)

«Sur les pas de Jésus, 1» (MdB, número extraordmano, marzo de

2005) presenta todos los lugares de los evangehos en Gahlea, Sama

ría y Judea, un segundo número extraordmano (septiembre de 2005)

lo completa dedicándose a Jerusalén Estos dos números contienen

Igualmente artículos ongmales sobre la geo-teología de los evange

listas (su teología de los desplazamientos de Jesús, cf ya O ARTUS,

Geografía de la Blblla Cuadernos Bíblicos 122 Estella, Verbo DI

vmo, 2005, pp 57-61)

FLORENTINO DIEZ FERNANDEZ, El Calvario y la cueva de Adán Estella, Verbo DIVIno, 2005

Se trata de un trabajO que recoge los resultados de la mvestlgaclón

arqueológica de Florentmo Díez dentro del complejO baSilical del

Santo Sepulcro El autor, ayudándose del análiSIS de la tradiCión y de

las fuentes hlstóncas, aporta nueva luz a la larga y muy debatida cuestión de la autenticidad del CalvarIO Incluye numerosas fotogra[¡as e

ilustraCIOnes

JOAQuíN GONZALEZ ECHEGARAY, Pisando tus umbrales, Jerusalén.

Historia antigua de la ciudad Estella, Verbo DIVIno, 2005

El arqueólogo Joaquín González Echegaray mVlta a adentrarse en la

CIUdad Santa por excelenCia a través de su hlstona y de los trabajOS

arqueológicos que la Ilumman Un acercamiento nguroso y ameno

J BRIEND / A CAUBET / P POUYSSEGUR, Le Louvre et la Bible París, Bayard, 2005

He aquí 45 objetos escogidos entre las coleCCIOnes de AntIguedades

onentales del Louvre y presentados sucesivamente por dos arqueólogos y un blblista Este ongmal recorndo nos lleva a atravesar los

milemas del Próximo Onente en diálogo con la Biblia A lo largo de

las culturas y los remos, desde -7000 al Siglo VI de nuestra era, la Vida

del antiguo Onente es la que aflora por mediO de las Imágenes de las

estelas, los bajorrelieves y las estatuas mitos de creaCión, Imágenes

de dIOses y de religIOnes, Imagenes de hombres (reyes, vlctonas, palaCIos, tumbas, etc) Los testlmolllOS de la Blbha sobre el antiguo Israel son así situados en su verdadero contexto hlstónco, la ongmaliApariciones recientes

J BRIEND (ed), La Terre sainte. Cinquante ans d'archéologie, 2 v dad de este pueblo y de su rehglón del DIOs úmco aparece en la meCompact París, Bayard, 2003 dlda en que se evocan las rehglOnes vecmas

Desde hace unos 50 años, la revista Blble et Terre Samte, convertida en 1978 en Le Monde de la Blble. no deja de pubhcar descubnmlentos arqueológicos de los países bíblIcos Estos dos volúmenes recorren toda la reglón, de norte a sur (l Del Jordán a

Samaría,2 De Judea al Smaí) seleCCIOnando los mejores artículos

sobre cada lugar (frecuentemente redactados por los propIOS excavadores) y poméndolos al dIa SI es necesano Se reproducen mapas y planos, pero eVidentemente no las fotos Esta obra reúne lo

esenclaJ de Jos conocimientos arqueológico, con vistas a un púbhco ampho, resulta mdlspensable para cualqUier aproximación

hlstónco a la Biblia

56

El libro de Judit o La guerra y la fe. Los artistas han exaltado con frecuencia a la hermosa

judla cortando la cabeza del oficial que quena abusar de ella Pero el libro de JUdit, vlendolo

de cerca, no se limita a esta escena Este es un comentano de lectura agll para gustar de sus

resortes y sus sorpresas Preocupado por el anclaje hlstonco, remite tamblen a la escntura

blbllca en sus multlples evocaciones la argucia de Tamar, la gesta de Yael, la lucha de David

contra Gollat, la Intervenclon de Ablgall Trata aSI de tipificar una nueva literatura en el cruce

entre el mundo helenlstlco yla tradiClon del judalsmo En efecto, en el siglo II a e , el libro de

Judit es un buen ejemplo de «lnculturaClon"